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Voto de Chris Jiménez:
1
Comedia Parodia de la exitosa película "300". El heroico Leónidas, sin más armas que la ropa interior de cuero y una capa, lidera un grupo de 13 espartanos en defensa de su patria contra los invasores persas (cuyas filas incluyen a Ghost Rider, Rocky Balboa, los Transformers y a una jorobada Paris Hilton). (FILMAFFINITY)
17 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escucho una voz en mi cabeza, y suena como Dilios:
"Esa era su única esperanza, que a toda alma libre que pase por ese lugar, en las innumerables sesiones que están por llegar, desde las salas milenarias, nuestras voces puedan susurrar: "Decid a los espectadores, caballeros, que aquí, por la ley cinematográfica...prohibimos esa película" ".

Por desgracia Leónidas no vio cumplido su deseo y a día de hoy se sigue revolviendo en su tumba, tal vez del mismo modo que yo me revolví en la butaca durante aquella sesión que jamás olvidaré. He de decir que, pese a sonar a locura, casi disfruté con "Vampires Suck", la parodia que la infame pareja de anti-cineastas Aaron Seltzer y Jason Friedberg hicieron del gran fenómeno "Crepúsculo", y la disfruté por la tremenda repulsión que me causa dicho fenómeno, todos sus implicados y de paso todos sus fans; pero con "Meet the Spartans", anterior a ella, la sensación fue diferente.
Y lo fue porque a mí me gustó "300", también visionada en cines en el momento de su estreno, de hecho la única obra que aprecio de Zack Snyder, en esa época en que todavía no se había golpeado en la cabeza y decidió destrozar tan cruelmente el cómic de Alan Moore ("Watchmen"); por tanto no tenía objeto ver "Spartans", fue otra de esas veces en que me dejé llevar por la opinión del grupo de amigos, tal vez que afuera llovía, teníamos que hacer tiempo y a lo mejor todas las demás salas estaban ocupadas y sólo quedaba libre la que proyectaba esta bazofia. No sé cuál fue el impulso, pero entramos.

Poco podía esperar de tal subnormalidad rodada en una semana por los considerados peores directores de la Historia del cine (¿Ed Wood?, ¡maestro imperecedero comparado con ellos!), que al año anterior ya habían perpetrado otro ataque terrorista visual con "Epic Movie"; la cosa no empezaba bien...con un vómito, nada menos, buen reflejo de la propia película. Pero extenderse en la trama es perder el tiempo...porque es la de "300", así que, como el humor paródico (y que conste que "Spartans" no es ni lo uno ni lo otro) se apoya en la cantidad de "gags" acumulados de principio a fin del metraje, basta con ir mencionando los que disfruté y los que no.
Los primeros se cuentan con los dedos de una mano: la aparición de unos Brad Pitt y Angelina Jolie de pega, el brutal entrenamiento de Leónidas a su hijo, algún chistecillo temprano sobre la mariquitería de los espartanos (lo de partir hacia la batalla danzando, por ejemplo), la imbécil parodia del videojuego "San Andreas" hacia el final y por supuesto el escultural cuerpo de la anti-actriz Carmen Electra, que la cámara se ocupa de recordarnos todo el rato que está ahí. Y creo que se acabó; si una sonrisa leve se me escapó en otro momento que no corresponda a éstos fue pura coincidencia. El resto es lo que no disfruté.

Ni los billones de parodias de anuncios o concursos televisivos que no conozco, ni a la doble de Paris Hilton haciendo de Efialtes, ni al aborrecible Ken Davitian como Xerxes, ni el puñetero pingüino asesino, ni la broma de los abdominales pintados, ni la sesión del oráculo por el personaje de Betty, ni la pelea de Electra y Diedrich Bader burlándose de "Spider-man 3", ni mucho menos los eternísimos duelos de bailes y "raps", una fea constante de los directores, o la batalla final, que se trata de la cúspide de su estilo: alargar en extremo un "gag" hasta hacerle perder la gracia del principio.
Desecho puro, peor que cualquier otra película que hayan realizado, y por algún motivo en "Spartans" se recrean más que nunca en lo escatológico; realmente los 80 infinitos minutos están cuajados de secuencias vomitivas, además mueven la cámara para que lo puedas sentir de cerca, creyendo que eso provoca alguna risa...y lo que provoca es querer meterte dentro de la pantalla y masacrar a mandoblazos a todos los actores y el equipo técnico para que cese la tortura. De verdad, son 80 minutos muy largos y no acaba, hay trescientos finales antes de unos créditos donde los personajes, no se lo pierda nadie, bailan una coreografía de "I will Survive".

Bien elegida la canción, porque es lo que piensa y se repite el espectador tras el visionado. Pero entré en el cine, ese fue mi error, y el de muchos otros; a sabiendas de la catástrofe que se iba a abalanzar sobre mis ojos, di mi dinero indirectamente a los productores y directores de esta basura. La culpa no es de ellos, como todo empresario cruel sólo querían hacer dinero; la culpa fue del público por darles la oportunidad.
Y luego hay por ahí ciertos lumbreras que se atreven a burlarse e insultar (siempre con el término "gafapasta", porque no conocen otro) a quienes les gusta el llamado cine "elevado", intelectual o simplemente de autor o no comercial; pues si así lo desean que se queden ellos con todas las porquerías de Seltzer y Friedberg, y que se les atragante, que a mí no me hacen falta...
Chris Jiménez
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