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Voto de Chris Jiménez:
6
Fantástico. Ciencia ficción. Acción. Terror Una malévola forma de vida viscosa irrumpe en un tranquilo pueblo de Arborville. No tiene problemas de conciencia ni inteligencia alguna, y sólo sabe hacer una cosa, pero es todo un experto en ello: comerse todo lo que se mueve... hombres, mujeres o niños. Remake de un conocido filme de 1958 ("The Blob", con Steve McQueen). (FILMAFFINITY)
4 de marzo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Del cielo cayó algo en Pennsylvania allá por 1.958. Un pequeño meteorito de cuyo interior emergió el ser más repugnante y peligroso que jamás pudo llegar del Espacio exterior.
La historia, ahora en Louisiana, vuelve a repetirse...

El "remake", un recurso en alza durante la década ochentera, sobre todo en lo que a ciencia-ficción clásica se refería; ya fue un preámbulo esa "Invasión de los Ultracuerpos" que aportaba otro punto de vista a la obra maestra de Siegel. Cronenberg recuperó "La Mosca", Carpenter "El Enigma de Otro Mundo" y Hooper "Invasores de Marte", así que le tocó el turno de revivir a otra gran joyita de los '50, muy exitosa en su momento, la que lanzó la carrera de Jack H. Harris como productor. Y la que además contó con Steve McQueen en su primer papel protagonista.
"La Masa Devoradora", pese a sus limitaciones y esquema argumental un tanto plano, permanece como un título muy entrañable y querido para los fans de la serie "B" de antaño, y esto mismo (quizás aprovechando el final abierto del film de Irvin S. Yeaworth Jr.) pretendieron conseguir el bueno de Frank Darabont y Charles Russell, quienes venían de devolverle el impulso a la saga de Freddy Krueger con una tercera entrega bastante decente, haciendo lo mismo que Cronenberg o Carpenter: reinterpretar los códigos de la original y adaptarlos a los nuevos tiempos y medios.

Sin embargo en ciertos términos no es una adaptación que parezca diferir demasiado de su original. Otro meteorito cae del cielo observado no por un anciano sino por un vagabundo (aunque también hay un perro de por medio) y la viscosa sustancia del interior se adhiere a su mano, pero las claves argumentales en la que este incidente se apoya se subvierten; Steve Andrews ahora parece ser Brian, mejor definido como un delincuente sin oficio ni beneficio y de vida más turbulenta, aunque con su bondadoso corazón; sin duda el espíritu de McQueen (no el del film del '58, sino el de la vida real) está impregnado en este personaje.
Mientras, Jane ahora es Meg, y su novio no es Brian, sino Paul, un muchacho de descripción bastante irrisoria y muy similar al Steve original, por eso mismo Darabont y Russell se lo quitarán de encima (y de un modo tremendamente cruel), reflejando ese premeditado distanciamiento; pero ellos, como Yeaworth, fracasan también en el retrato de sus personajes, presentándolos como claros estereotipos de la juventud que poblaba los films para adolescentes del momento (Brian es quizás algo anacrónico), y los adultos no sufren un cambio mejor (recordando a los de "Pesadilla en Elm Street"). Lo que sí hacen es incorporar dosis extras de humor negro, para que todo parezca una sátira o parodia del género.

Y su visión sufre un cambio drástico con respecto a la de Yeaworth, y lo refleja (además de una representación patética de las fuerzas del orden y la sanidad) la intervención de organizaciones secretas del Gobierno (o vaya usted a saber de dónde) y su declaración sobre la naturaleza de la amenaza, antes extraterrestre, ahora de origen biológico. Con esos científicos expertos revelados como los culpables del desastre y desentendidos del daño a los habitantes (al igual que sucedía en "Impulso Infernal", por ejemplo), todo toma un cariz mucho más cínico y nihilista; y la salvación no está ahora en manos de jóvenes mojigatos, sino del delincuente de turno.
Por su parte, como hiciera en "Los Guerreros del Sueño", Russell desata un entretenimiento excesivo, salvaje e intenso, gracias al uso de excelentes efectos especiales y visuales a cargo de Tony Gardner, Lyle Conway y el equipo de DreamQuest Images; la viscosa criatura rosada eleva su ferocidad y condición amenazante a la vigésima potencia, y si parecía que la de Yeaworth tomaba de base al ser amorfo y abductor del relato "Who goes There?" de John W. Campbell Jr. (de donde surgieron "El Enigma de Otro Mundo" y su tergiversadora revisión, "La Cosa"), ahora está más que clara la influencia del film de Carpenter (algunos aberrantes ataques, como los de Paul y Vicky, lo demuestran).

Pero esta revisión es, lejos de la corrosiva crítica de la era post-Watergate y de unos personajes que juegan a destrozar los estereotipos de este cine, un simple y llano espectáculo, cuya virtud es la de suplir sus carencias a base de impactar con un delicioso alarde de efectos, dosis de violencia extrema y memorables secuencias de acción como las mejoradas invasiones al cine y la cafetería y el rocambolesco ataque de la masa a ese humilde pueblo tan del gusto de Stephen King, reflejo perfecto de esa sociedad biempensante y temerosa por los estragos de una posible guerra entre EE.UU. y la U.R.S.S. (guerra que ya nadie creía a esas alturas...).
Desde luego el personaje de Brian estaba escrito para evocar a McQueen, de hecho ofrecerían el papel a su hijo Chad antes de enrolar a un Kevin Dillon de dudoso carisma (y que parece querer imitar al Dallas que su hermano Matt interpretó en "Rebeldes"); la preciosa y enérgica Shawnee Smith toma muy bien el relevo de la empalagosa Aneta Corsaut de la orginal. Después de ellos sólo quedaría acordarse de las apariciones del gran Jack Nance, Del Close, la playmate Erika Eleniak (a la que poco le quedaba para salir en "Los Vigilantes de la Playa" y "Alerta Máxima") y un odioso Joe Seneca gracias al cual se nos brindará una de las muertes más satisfactorias y deseadas de un villano jamás vista en el cine (yo aplaudí y todo, señores).

Entretenimiento 100% y un colofón delirante y muy "carpenteriano". Todo apesta al aroma de la más entrañable serie "B" ochentera, pero eso no valió para triunfar en cines...de hecho fue un fracaso para Russell, aunque con el tiempo se la ha defendido como un "remake" superior al original.
En mi opinión los dos son buenos títulos del género que me han hecho disfrutar mucho, y si se ven juntos mejor. ¡Y genial esos créditos finales acompañados del "Brave New Love" de ALIEN (puro ejercicio de humor negro esta elección, seguro)!
Chris Jiménez
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