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Voto de Chris Jiménez:
5
Ciencia ficción. Terror Cuando una bella hembra resultante del cruce de un ser humano y un alienígena (Natasha Henstridge) se escapa de un laboratorio de observación, el científico Javier Fich (Ben Kingsley) envía en su búsqueda a un asesino profesional (Michael Madsen), a un psiquiatra, a una bióloga y a un antropólogo. Mientras siguen su pista por Los Ángeles, el equipo descubre cuál es su plan; aparearse con hombres para producir crías que puedan destruir a ... [+]
26 de febrero de 2020
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Anda suelta, es peligrosa, matará a cualquiera que se cruce en su camino, y no es humana. Cuando una especie depredadora se introduce en un sistema ajeno ya ocupado por otra menor sólo se puede esperar una extinción: ahora nos ha tocado a nosotros...

A lo largo de los '90, y aunque la ciencia-ficción había cambiado considerablemente desde la década anterior, su ramificación que mezclaba alienígenas y terror aún se conservaba y fue proporcionando algunos títulos, si bien no brillantes, sí por lo menos interesantes (descartemos las infumables continuaciones de "Alien"), como el "remake" de "La Invasión de los Ladrones de Cuerpos" o ese tributo en clave "exploitation" que hizo Rodríguez al género llamado "The Faculty". A mediados de década, el no muy ingenioso Dennis Feldman ("El Chico de Oro", "Virus") vería cumplido un proyecto fantasma comenzado casi un decenio antes.
Un proyecto de largo aliento que sufriría multitud de cambios sobre la marcha con el que el guionista se decidió a cambiar la clásica forma en que los seres del espacio exterior siempre se habían comunicado con nuestro planeta, es decir, llegando en platillos volantes o transportes similares, proponiendo así una transmisión de información en lugar de un contacto físico. El productor Frank Mancuso Jr. se mostraría entusiasmado con la historia y sus posibilidades, que acabó llegando a las manos de Roger Donaldson, quien venía de fabricar un muy torpe e innecesario "remake" de "La Huida" de Sam Peckinpah.

Así se inicia "Species", con el tratamiento de ese contacto alternativo tan interesante concebido por Feldman y en las instalaciones de un laboratorio secreto donde un grupo de científicos que han recibido datos de una inteligencia extraterrestre sobre cómo llevar a cabo la creación de vida combinando ADN humano con alienígena ha sido presa de su propia creación. Donaldson nos proporciona la información rápidamente y la trama empieza de forma frenética al huir del laboratorio la criatura resultante de esa combinación génetica, cuya forma exterior es la de una preciosa niña.
Ahora lo que importa es su captura y destrucción, por lo que se nos presentará a los miembros del equipo que se encargará de ello, compuesto por un mercenario, un antropólogo, una biológa y un supuesto mentalista cuya función nadie alcanza a adivinar y que más bien parece actuar de narrador tardío (arroja sus predicciones después de los hechos...); este será el motor de un argumento claramente influenciado por "Alien" y que al fan del género le recordará en ocasiones a "La Cosa" o "The Hidden", mientras la atención recae principalmente en la figura de esa alienígena fugitiva, llamada "Sil", y en la complejidad de sus instintos.

Ésta actúa invasivamente como un depredador de especies, algo para lo que ha nacido y para lo que el personaje, cuya rápida evolución física impide a su mente pueril asimilar, no está preparado; por desgracia Feldman no desarrolla debidamente, ni de manera seria, a este ser cuyas intenciones son las que disparan el interés en el espectador y el suspense en la trama. Pesadillas varias revelan al inconsciente de la alienígena su instinto, contra el que no puede luchar y al que termina adaptándose: un instinto sexual obsesivo y arcaico de procreación con la finalidad última de la invasión y el exterminio.
Esto convertirá a "Sil", además de en una pariente lejana de la alienígena de "Lifeforce" (con la que "Species" guarda no pocas similitudes), en una variación extraterrestre, más impulsiva y menos sofisticada, se podría decir, del "jorogumo" del folklore japonés, aquella mostruosa criatura con forma de araña que se transformaba en bella fémina para seducir y manipular a los hombres, a quienes sólo les aguardaba la desgracia (algo así termina sucediendo en el encuentro entre la protagonista y el dr. Arden). Sin duda es la peligrosidad de la potencia sexual femenina y la demolición del concepto de la dominación del hombre sobre la mujer algunos de los aspectos más visibles con los que se propone aleccionarnos Feldman.

La búsqueda sexual de "Sil" se desenvuelve rauda y brutal, de ahí que la película se tome no pocas licencias a la hora de mostrar contenido erótico y altas dosis de violencia extrema, mientras Donaldson, como buen artesano y experto en tocar todos los género que es, se las apaña para combinar acción, intriga y tensión, trazos de terror y un buen despliegue de efectos especiales y visuales en los que se inmiscuyen dos nombres de peso en cada uno de estos campos: H.R. Giger, responsable del diseño de los seres de "Alien", y el legendario Richard Endlund.
El director conducirá la cacería hacia un final tan intenso como increíble (por inverosímil) y precipitado que beberá a partes iguales de los clásicos de Ridley Scott y John Carpenter (y de "Terminator") mientras la gran duda que nos asalta (¿cuándo demonios se morirá Dan?) parece no tener contestación. Un Ben Kingsley demasiado serio encabeza un irregular reparto formado por el simpático Michael Madsen, que con variaciones repite al "sr. Blanco" de "Reservoir Dogs", un Alfred Molina correcto y algo patético y un Forest Whitaker en el peor papel de su carrera encarnando a uno de los personajes más innecesarios, molestos y enervantes jamás concebidos en la Historia del cine.

Todos ellos son, evidentemente, eclipsados por esa explosiva Natasha Henstridge, otrora modelo que debutaba aquí haciendo alarde de sus dones físicos y poco más (lo que le sobra de belleza le falta de carisma por los cuatro costados); su imponente presencia además del trabajo de efectos especiales fueron la garantía para que "Species" triunfase en taquilla, pese a las comparaciones con "Alien".
Sus grandes fallos de guión impidieron que se pudiese convertir en un pequeño clásico del género, aun así surgirían varias secuelas (de las que es mejor no acordarse...) e incluso una serie de cómics creados por Dark Horse.
Chris Jiménez
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