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Voto de Chris Jiménez:
8
Drama Años 60. El gángster Sonny (Chazz Palminteri) es el rey del barrio del Bronx, donde vive el pequeño Calogero. Un tiroteo, presenciado por el niño, es el punto de partida de una duradera relación entre el gángster y el pequeño. Lorenzo Anello (De Niro), padre del chico y un honrado conductor de autobuses, desaprueba esta relación. A pesar de ello, el muchacho crece bajo la protección de los dos hombres, dividido entre su honradez natural ... [+]
14 de septiembre de 2018
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En el barrio de una gran ciudad siempre hay multitud de historias que contar, ya que hay muchos tipos de personas morando en él.
Historias de gente que gana, de gente honrada, de perdedores sin remedio, historias de sangre y violencia, de romances únicos, de familias humildes, de jóvenes soñadores. Pequeños cuentos callejeros que ocupan un lugar en nuestro corazón y nuestra memoria.

La que vamos a escuchar se sitúa a comienzos de los años '60 y nos la narra Calogero Anello, un joven de orígenes sicilianos que reside en Fordham, una de las muchas zonas concretas del Bronx. Vive con su madre Rosina y su padre Lorenzo, un recto y honrado conductor que intenta educarle y enseñarle a llevar una vida honesta, digna y trabajadora. Sin embargo, lo único que tiene fascinado al chico, aparte del baseball, es la excitante y lujosa vida que lleva Sonny LoSpecchio, un duro gangster temido y respetado por todos que tiene el control total del territorio.
Aunque se convierte en testigo de un asesinato frente al portal de su casa cometido por el propio Sonny, Calogero decide no delatarle ante la policía, lo que hace que inmediatamente pase a ser su protegido. Poco a poco, con el paso de los años, el chaval acaba sumergiéndose en un mundo que no le conviene, un mundo plagado de violencia y cinismo donde la ética no tiene cabida; esto choca con los ideales de Lorenzo, quien siempre ha intentado hacer que Calogero se mantuviese alejado de Sonny y los suyos, aunque este último ha llegado a quererle y tratarle como su propio hijo.

Una de esas películas que siempre son miradas con escepticismo o indiferencia por el gran público, que únicamente son recordadas con cariño por un reducido grupo de seguidores, que alcanzan el estatus de "películas de culto" y que envejecen muy bien a pesar de los años y los cambios en los gustos, es "Una Historia del Bronx". El origen de esta película se halla en la propia vida del gran actor y director Chazz Palminteri, quien a finales de los '80, tras un breve paso por el cine, decidió adaptar en obra de teatro.
La carrera de dicha obra, llamada "A Bronx Tale", sería una explosión de combustión lenta, pero poco a poco, semana a semana, siendo representada en Broadway y Los Angeles, ganaría el favor de la crítica y se convertiría en un gran éxito de público. No tuvo que pasar mucho tiempo para que atrajera a la gente de Hollywood, las cuales intentaron convencer a Palminteri de venderles los derechos de la historia. Sería casualmente Robert DeNiro, tras asistir a una representación, el que acabaría por discutir con el actor la posibilidad de trasladar la obra al cine. Palminteri aceptó encantado y escribió el guión junto a él.

Éste se estrenaría tras las cámaras (por ello tuvo que dejar el papel de Mitch Leary, el villano de "En la Línea de Fuego", a John Malkovich), siendo la primera de las dos experiencias que tuvo como director, junto con "El Buen Pastor", realizada trece años después. Fácil de entender y sentir, la historia de Calogero no es más que la sincera visión de un joven que mora en un mundo lleno de violencia, corrupción y vicio, donde la gente se mata por unos dólares, donde el odio racial entre blancos y negros es de lo más peliagudo (ojo a cómo se retrata esto: los dos bandos pegan por igual), un joven atrapado entre las facilidades que ofrece la vida al margen de la ley y los consejos de un padre que no desea ver a su hijo convertido en un repugnante gangster.
El actor reciclado en director afronta su cometido con mucha competencia y dota a la gran historia de Palminteri de una atmósfera nostálgica y poética, descorazonadora a veces, levemente humorística en ocasiones, y ante todo realista. Sin embargo, aun tratándose de la autobiografía de Palminteri, DeNiro aplica lo aprendido con los años, y es inevitable no acordarse de las películas de gangsters que él mismo interpretó cuando uno ve la que nos ocupa, tales como "Érase una Vez en América", "Malas Calles" y, sobre todo, "Uno de los Nuestros", con la que comparte muchos puntos en común (la esencia de Scorsese se respira en cada una de las escenas de "Una Historia del Bronx").

Por una vez, DeNiro deja de ser el mafioso italoamericano que está acostumbrado a encarnar y se pasa al otro bando, al de la gente humilde y trabajadora, en un memorable personaje secundario que se lleva la mejor frase de la película ("no hay nada peor que el talento malgastado"), enfrentándose a un soberbio Chazz Palminteri, cuya carrera fue lanzada gracias a su papel del despiadado y melancólico Sonny. El joven Lillo Brancato y el pequeño Francis Capra brindan unas solventes actuaciones interpretando a Calogero. Para rematar, DeNiro invita a su amigo Joe Pesci para un genial cameo.
Humana y trágica. Genuino drama sobre la pérdida de la inocencia combinado con el más clásico cine de gangsters. Una pequeña gran joya que, pese a sus tópicos, merece ser descubierta.
Chris Jiménez
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