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Voto de Chris Jiménez:
8
Intriga Claude es una joven acusada de veintisiete homicidios. Su caso es excepcional ya que posee una patología llamada "desorden de personalidad múltiple". Su psiquiatra y el policía que le detuvo deciden sumergirse en su complejo mundo interior para tratar de resolver el caso. Pero quién se adentra en un laberinto corre el riesgo de no poder salir jamás... (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El individuo no es más que la suma de las múltiples personalidades que él arbitra, lo que los demás llaman "nuestro carácter" no es más que el escudo que protege lo que somos en realidad. Cuando estamos en peligro revelamos, en un instante, lo que nos preocupamos tanto en esconder.
¿Por qué no decir alto y claro quiénes somos realmente? ¿De qué tenemos miedo?

Eso es lo que se pregunta el doctor Brennac, a quien uno de los casos que le han asignado en el manicomio donde trabaja consiguió, en sus propias palabras, trastornar su existencia. Se trata del particular y muy extraño caso de Claude, una joven asesina en serie que acabó con la vida de veintisiete personas aunque ella no recuerda haberlo hecho; su método era decidir el destino de cada una de las víctimas con una simple tirada de dados, en eso que los testigos ofrecen declaraciones contradictorias con respecto a la criminal: algunos creían que era un hombre, otros una mujer...
El encargado de la investigación es el detective retirado Matthias, quien posee un don especial para el tema y que, además, se ve asaltado por voces y siniestros sueños que le están provocando una degradación mental progresiva. Éste va acumulando pistas sobre los homicidios de Claude, tratada después por Brennac; ambos se verán atrapados en un rompecabezas al profundizar en la mente de la mujer, la cual sufre un síndrome de esquizofrenia como nunca antes se había visto, un entramado de personalidades múltiples creadas alrededor de una leyenda que conecta los crímenes y que alberga la resolución del caso: el laberinto del Minotauro.

En cuestión de películas policíacas o de suspense la gente suele girar la cabeza, bien por comodidad o bien por ignorancia, únicamente hacia el cine americano, y la verdad es que es un grave error, ya que otras industrias son capaces de cultivar los mismos géneros con igual calidad...y la mayoría de veces con una superior. Aunque habría que empezar por EE.UU. para comprender esa expansión que el "thriller" vivió desde finales de los '90, reparando, más concretamente, en David Fincher, quien creó escuela con "Seven" y más tarde confirmó su dominio del estilo con "El Club de la Lucha".
Eso explica el crecimiento que experimentó el cine de suspense en Europa, con "Los Ríos de Color Púrpura" o "Alta Tensión" como buenos ejemplos de ello. Y parece que las influencias empezaron a calar en René Manzor, un cineasta y escritor cuya carrera se extendía desde principios de los '80 y que había probado con bastantes géneros a lo largo de ella, destacando "Game Over", una tergiversada "Solo en Casa" llena de humor negro, o la interesante "Trayecto Mortal", que tenía a Alain Delon de protagonista.

Tras la mediocre comedia "Amor Embrujado" a Manzor le dio por cambiar de aires y hacer un "thriller"...y cualquiera diría que el director de una y otra es el mismo. "Laberintos" se destapa como un ingenioso, elaborado y a veces enfermizo ejercicio de intriga desarrollado a tres bandas (la historia de Claude, la de Brennac y la de Matthias) que a lo largo del metraje va encontrando solución para finalmente, y sin dificultad ninguna, juntarse todas las piezas del puzzle; Manzor maneja con oficio el suspense y el misterio, eso sí, usando de manera inevitable algunos recursos y clichés muy conocidos en este tipo de "thrillers" psicológicos, bebiendo su historia de los clásicos "hitchcockianos" y de títulos como "Alta Tensión", "El Club de la Lucha", la japonesa "Cure" o "En Nombre de Caín", de la que hereda el 80%.
Incluso hay guiños a "Sospechosos Habituales". Sin embargo, la trampa de Manzor enseguida va tomando forma con la ayuda de elementos clave muy obvios (el paquete de cigarrillos, la carpeta, el vídeo, el apartamento, el comportamiento de Karl hacia Brennac) que conectan a los tres protagonistas, y la película posee trucos argumentales que, por el modo de estar expuestos y contados, se hacen fáciles de adivinar tras un segundo y tercer visionado. No es desdeñable la buena trama de personalidades múltiples que urde el director, pero su juego no se tarda en descubrir.

Una de las bazas del film son los tres actores principales, que sorprenden con unas notables actuaciones, especialmente la versátil y cambiante Sylvie Testud, aunque no le van muy a la zaga los geniales Lambert Wilson y un irreconocible Frédéric Diefenthal (quien iba a pensar que el de "Taxi" fuera a hacer este papel). Muy correcto Michel Duchaussoy, en un personaje esencial en la historia aunque no lo parezca de primeras.
Un "thriller" absorbente, trágico y bien estructurado. ¿Qué importa si pronto se da con la solución del misterio?, el caso es que resulta muy entretenido imbuirse en él una y otra vez. Eso nadie se lo quita a la obra de Manzor.
Chris Jiménez
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