Sencilla, directa, retorcida y efectiva, así es este interesante debut dirigido por S.K. Dale, cuya corta carrera como director constaba hasta el presente largometraje con apenas de dos cortos anteriores, el primero llamado "Tommy" (de 2020) de 19 minutos de duración y "The Coatmeater" (2018) de solo 4 minutos y cuya historia principal se centraba en el terror.

Al ver de que se trataba esta peculiar historia a primera vista, sinceramente no le presté mucha atención, pero me llamo la atención el nombre de su protagonista, Megan Fox, una actriz tan preciosa como refutada y que, a pesar de contar con 37 proyectos (entre películas y videoclips) a sus espaldas, encontrar algo medianamente destacable en su carrera, era una labor bastante difícil, hasta hoy.

Uno termina encontrándose en "Till Death" con una grata sorpresa, ya que el director consigue convertir un simple, pero tenso argumento (casi básico) en un producto audiovisual vibrante y lo suficientemente sólido para que funcione dentro de los parámetros que propone al espectador.

Y es el que el guión escrito por Jason Carvey sin ser nada del otro mundo, es lo suficientemente bien construido y sabe sacar el mayor provecho posible a cada una de las duras circunstancias que tendrá que enfrentar una desesperada esposa para salvar su vida, además de darle un sentido a lo que está haciendo y por supuesto delimitar un justo mensaje anti-machista, en medio de todo y sin forzar nada.

Es imposible no hablar de la película sin volver a nombrar a una carismática Megan Fox que se luce de principio a fin, especialmente cuando se revela el juego macabro en el que esta envuelta, porque, la chica cuando se lo propone (y claro que puede hacerlo) puede callar muchos detractores de su talento como actriz y hasta ahora tranquilamente, aquí podríamos ubicar su mejor actuación.

De soporte se dejan ver Callan Mulvey, que con su sola presencia ya es motivo para temer lo peor en cualquier momento de la trama y a su lado Lili Rich (hace las escenas de riesgo de la protagonista) Eoin Macken, Jack Roth, Aml Ameen, Stefanie Rozhko, Teodora Djuric y Julian Balahurov.

Otro punto a favor es el factor optimización de los recursos, ya que se puede notar que aunque no había mucho presupuesto, la producción es minimalista pero elegante y en determinados tramos la película adquiere un toque de "Serie B", pero refinado, bien planificado y satisfactorio.

Uno se encuentra verdaderas sorpresas de vez en cuando, solo hay que saber buscar o darle una oportunidad y lo mas importante no ser tan prejuicioso con ciertas producciones.