Es la primera, y sin duda, la mejor. Una adaptación de un libro que mostraba algo que hoy en día, parece ridículo en algunos sectores de la población, pero que tiene su miga: los exorcismos.

Antiguamente, en algunos casos, se creía que algunas personas estaban poseidas por el diablo cuando no había medios para conocer las locuras que se pueden diagnosticar, pero lo que cuenta el film es algo que tiene consecuencias biblicas: el diablo. El diablo corrompe, es amoral, perverso, lascivo, humillante... y a eso es a lo que se enfrenta el Exorcista, cara a cara con el mal, con un arsenal de oraciones, cruces y agua bendita.

Efectos visuales sorprendentes a día de hoy, actuaciones que han marcado para bien o para mal las carreras de sus actores o actrices (Max von Sydow tiene mejor carrera que Linda Blair, encasillada sin posibilidad de escape...), y una de las bandas sonoras más reconocibles y más machaconas de la historia del cine.