Fargo ya sorprendió en la primera temporada, con su particular versión de la historia ya contada hace años en esa maravillosa película de los hermanos Coen. Ya en esa primera temporada, el dueño del bar mencionó los hechos que ocurren aquí, casi de forma anecdótica, en el que habla de unos asesinatos ocurridos en los setenta cuando aún era policía. A diferencia de la primera, hay muchos más personajes y la trama empieza de forma lenta, casi en forma de puzzle, y a medida que vamos avanzando todas las piezas acaban por encajar. Los puntos fuertes de la serie vuelve a recaer sobre el guión y las actuaciones, destaca sobretodo Kirsten Dunst, Jean Smart, Jesse Plemons o Patrick Wilson que sencillamente lo bordan. Destaco también la banda sonora, me acuerdo sobretodo de aquella canción que sonó casi a finales de temporada que era una versión de un clásico de Kenny Rogers y que ya aparecía en El Gran Lebowski.
Como punto negativo puedo mencionar toda la historia de los platillos volantes, no aporta nada a la historia y le da un toque freak a la serie, innecesario por una parte, divertida por otra ("vamos Ed, sólo es un platillo volante, tenemos que irnos"), pero que sobra en general.
Han confirmado una tercera temporada, el año va a terminar muy bien en el panorama de series.