Hoy he visto una obra maestra y eso no sucede todos los días. Se trata de El Camino a Casa de Zhang Yimou cineasta y maestro chino que nos vuelve a deleitar con su cine y a darnos una vez más otra lección de cómo contar una historia de forma sencilla sin artificios ni tapujos.
Partiendo de un planteamiento simple como es un guión sencillo de una historia rural nos cuenta una historia de amor enternecedora, encantadora y conmovedora, que no nos deja indiferentes y que nos emociona, como sólo los chinos saben contarlas con ese ingrediente de candidez e ingenuidad, porque en esta película debemos entregarnos a los sentimientos y emociones que vamos a presenciar.
Simplemente maravillosa, un cuento chino, una fábula que nos emociona.
Zhang Yimou fue director de fotografía en sus inicios y eso se hace notar en sus películas con esa cuidada fotografía, en este caso con esos cuadros de paisajes rurales. Ese pueblo visto en distintas estaciones del año.
La banda sonora es magistral, esplendida.
En definitiva una película que es una oda al amor, que nos habla de las tradiciones y del respeto a nuestros mayores.
Aparte Zhang Yimou nos hace un retrato de la mujer en la china de Mao en 1958, una mujer relegada al hombre pero entregada y dedicada a la familia, en este caso una mujer luchadora contra los prejuicios de la sociedad del momento y que por amor se salta las normas, característica por otro lado de este director, que nos suele presentar a una mujer china fuerte y decidida.
En resumen una historia de amor como ya no se hace, por lo menos en occidente, por eso en esto el cine asiático nos sigue dando lecciones.