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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Comedia Lord Arthur Goring (Rupert Everett), un mujeriego empedernido que acude a todas las fiestas, se ha hecho célebre en Londres por su elegancia, su habilidad como conversador y su incapacidad para tomarse nada en serio. Sin embargo, cuando su amigo de toda la vida, Sir Robert Chiltern (Jeremy Northam), recurre a él para solucionar un asunto extremadamente delicado, demuestra estar a la altura de las circunstancias. (FILMAFFINITY)
7 de septiembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fue en la última década de su vida, 1890-1900, que, el escritor irlandés Oscar Wilde, estuvo en la cumbre más alta de su inspiración y fueron publicadas su magnífica novela “El retrato de Dorian Gray” y sus exquisitas obras teatrales: Una mujer sin importancia, El abanico de Lady Windermere, La importancia de llamarse Ernesto y Un Marido ideal, entre otras. Al ser estrenadas, cada una de estas obras se convertía de inmediato en un éxito absoluto y Wilde no tenía rival en el arte escénico de Inglaterra, donde la gente sentía que no había otro autor que consiguiera extraer del lenguaje tantas sutilezas y tantísimo buen gusto como el que alcanzaba este insigne hijo de Dublin.

“UN MARIDO IDEAL”, es la tercera versión cinematográfica que se ha producido de la obra que Oscar Wilde publicara en 1895, y siento que por fin podemos ver una adaptación plenamente satisfactoria, que goza de una perfecta puesta al día al prescindir de algunos textos y giros argumentales que funcionaban muy bien en la época en que fue escrita, pero que ahora, al avance de una mayor equidad de género, requieren “pequeñas” pero significativas rectificaciones. También tenemos por fin, un guión y una dirección de Oliver Parker, que da prueba de entender con precisión absoluta los parámetros que rigen la obra teatral y los que, a su vez, deben aplicarse en la adaptación cinematográfica para que se diferencie en forma clara y sea, al tiempo, suficientemente ágil. Así, su película es dinámica, con multiplicidad de escenarios, con espacio para comprender cada una de las exquisitas frases del autor original, con escenas en general muy medidas y con insertos adicionales, cuidados de tal manera, que no distorsionan en absoluto el estilo ni el sentido del autor.

La obra luce con mucho brillo, la puesta en escena es muy atractiva y un conjunto de actores muy profesionales mantiene la altura que el texto reclama para conservar su esplendor. Julianne Moore es una muy bella y refinada señorita Cheveney, cuyo carácter es el más retocado en esta adaptación, dándole la oportunidad de asumir actitudes que se corresponden más con lo que es una dama. Cate Blanchett, logra una “dureza” y una gracia muy particular y encantadora, en su recreación de Gertrude Chiltern. Minnie Driver resulta muy dulce y simpática coqueteando, como Mabel, con el “difícil” Lord Goring. Y Rupert Everett, a quien le corresponde este loable papel, logra impregnarlo de esa elegancia, cordialidad y socarronería, que lo convierte sin duda en el alter ego de Oscar Wilde, pues es en quien dispone la mayor brillantez en sus intervenciones.

De nuevo, es ocasión de gozar de dardos muy certeros en esa imperecedera guerra de sexos, y una vez más se deja bien sentado que, antes que nada, hay que amarse a sí mismo y que después hay que amar al otro con todo y defectos, porque la relación de pareja es entre seres humanos y no entre figuras inmaculadas.

En este delicioso cuento habrá guiños a “El abanico de Lady Windermere” y a “La importancia de llamarse Ernesto”. Se tomarán algunos detalles de la versión que hiciera Alexander Korda… y hasta, Ernst Lubitsch, resultará recordado en una escena clave.

“UN MARIDO IDEAL” ha sido hecho para gustar y a nosotros nos ha dejado bastante satisfechos.
Luis Guillermo Cardona
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