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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama. Cine negro Midge Kelly y su hermano se dirigen a California. En la carretera, los recoge el boxeador Johnny Dunne que va a pelear en Kansas acompañado de su novia Grace, que les invita a presenciar el combate. Allí Midge llama la atención del mánager Tommy Haley, que presiente que tiene talento y le hace una oferta, pero Midge la rechaza. Los dos hermanos encuentran trabajo en un café regentado por Lew Bryce y su hija Emma. Cuando Midge y la chica ... [+]
18 de agosto de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es más patriota el que calla y acepta sumisamente las turbias problemáticas de su sociedad por dañinas y absurdas que éstas sean, que el que cuestiona con rigor y buena voluntad sus improcedencias. El primero, es un ser pasivo y permisivo que fomentará la permanencia de aquellas cosas, y el segundo, es un ser palpitante que lucha por la verdad, por la justicia y por el cambio.

El novelista y dramaturgo, Ring Lardner (1885-1933), era de esa suerte de hombres a quienes les dolían las eternas injusticias que se preservan por años, por décadas y a veces por siglos en la sociedad estadounidense, y entonces, como hombre de paz, se sirvió de la pluma para expresar sus inconformidades y para mostrar que, hay cosas que nos dejan muy mal parados como especie humana.

Por muchos años, el ‘deporte’ del boxeo ha sido uno de los más viciados por sus componendas, sus sucios trucos, y por la explotación que se ha hecho de los boxeadores, de los cuales se ha abusado sin conmiseración alguna, pisoteando su dignidad y da grima hablar de quienes, por subir a los cuadriláteros, han terminado con daños cerebrales irreversibles… discapacitados… o muertos, a consecuencia de los golpes recibidos.

Basado en la historia, “The champion”, que escribiera Lardner (padre del también recordado guionista Ring Lardner Jr.), Carl Foreman elaboró un profundo y muy sólido guion, con el que se propuso recrear no sólo los oscuros tejemanejes del boxeo, sino también -y esto es bien importante-, los rasgos psicológicos que inducen a actuar a sus protagonistas de ésta o aquella manera. En la historia, se emiten criterios, pero no se condena a nadie, y cada ser humano es plasmado con sus virtudes y falencias, dejando tan sólo ver como, cada acción, produce una particular y equitativa reacción.

Las personalidades que revelan el boxeador Midge Kelly y su hermano Connie, dan perfecta cuenta de los polos opuestos como puede visionarse la vida… y también de lo que esta traerá a cada uno, según la manera como la haya asumido.

Mark Robson, quien aceptó la dirección de este filme sintiendo que conocía algo del tema, pues él mismo había practicado un poco de boxeo en sus años mozos, logra darnos una calificada historia colmada de denuncia social y de reflexión humana, y lo mejor, es que lo logra con una ambientación inmejorable, donde las sombras y los ángulos de cámara nos dan precisos significados, y extrayendo de Kirk Douglas, Arthur Kennedy, Ruth Roman, Lola Albright y el resto del reparto, las más potentes actuaciones.

Se consolidaba aquí, el tándem conformado por el productor independiente Stanley Kramer, el brillante guionista Carl Foreman y el agente de prensa, George Glass... y entre los tres, habrían de hacer historia.

Una frase para recordar:

“Éste (el boxeo) es el único deporte donde, a dos tipos se les paga, por hacer algo por lo que serían arrestados si lo hicieran borrachos y sin justificación alguna”.

Título para Latinoamérica: “EL TRIUNFADOR”
Luis Guillermo Cardona
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