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Voto de Luis Guillermo Cardona:
7
Drama. Romance Philip, un estudiante de medicina, se enamora perdidamente de una camarera llamada Mildred. Ella, que le hace creer que también lo ama, ejerce sobre el joven un influjo tan poderoso que, a pesar de las humillaciones y desprecios a que lo somete, vuelve con ella una y otra vez. Esta situación de inestabilidad lo lleva a fracasar en los estudios, pero entonces empieza a comprender cuáles son las verdaderas intenciones de Mildred. (FILMAFFINITY) [+]
11 de junio de 2011
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El escritor, William Somerset Maugham, no tuvo una vida fácil. Vió morir a su madre de tuberculosis cuando era muy chico, y dos años después era su padre quien, víctima de un difícil cáncer, dejaba este mundo. Criado desde entonces por su tío Henry, vicario de Whitstable, Maugham sufrió muchísimo porque este “servidor de Dios” era bastante déspota y muy cruel con la palabra. Seguidamente, el futuro novelista ingresó en un internado al que consideró “una entrada al purgatorio”, pues allí era ridiculizado por su baja estatura y su ocasional tartamudez.

Años después, por conveniencia y no por vocación -pues llevaba ya sus afanes literarios en la sangre-, Maugham estudia medicina en Londres, pero esto le sirve para conocer de manera directa el sufrimiento humano, las temibles enfermedades que pueden llegar a padecerse, y la soledad que puede sentirse en medio de la muchedumbre. Sobre algunas de estas cosas y sobre las difíciles relaciones afectivas que el novelista sostuvo con las damas, hace referencia esa impactante y semibiográfica novela que, en 1915, publicó con el título “Of human bondage” (Servidumbre humana).

Por su parte, el director John Cromwell, ha hecho una primera versión cinematográfica sobrecogedora, que mantiene esa característica misoginia que caracterizaba al autor, entremezclada con su irresistible apego a la presencia femenina. En este marco, se sustenta la tormentosa pasión del frustrado pintor y aspirante a médico Philip Carey, y una chica llamada Mildred Rogers, oportunista, explotadora y desubicada como la que más.

El proceso, con todo lo absurdo y exasperante que pueda parecernos, es bien común entre aquellas personas que se autocompadecen y que, por una migaja de amor del ser que un día idealizan, dejan de lado cualquier maltrato o vejamen de que puedan haber sido víctimas. Pareciera ser que, la lástima conque se miran a ellos mismos, también la tienen para compadecer a la persona que aman.

La película sobresale por las excelentes actuaciones de Bette Davis y Leslie Howard, quienes recrean a esa pareja que, de seguro, se necesita para sacudirse el uno al otro, pero, infortunadamente, hay mucha gente que representa siempre el mismo malsano papel... hasta que sea el destino el que rompa la cadena.

“CAUTIVO DEL DESEO” no es, en definitiva, una película con fines edificantes, sino una cuasi-tragedia en la que puede apreciarse un triste aspecto de la existencia que muchos padecen… pero, con cierta frecuencia, mirarse en el espejo es la mejor motivación para enmendar el camino.
Luis Guillermo Cardona
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