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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Western. Aventuras. Drama Tras la Guerra de Secesión (1861-1865) y en plena colonización del Oeste (1785-1890), el desencantado teniente John J. Dunbar se dirige a un lejano puesto fronterizo que ha sido abandonado por los soldados. Su soledad lo impulsa a entrar en contacto con los indios sioux; así es como conoce a "En pie con el puño en alto", una mujer blanca que fue adoptada por la tribu cuando era niña. Poco a poco, entre Dunbar y los sioux se establece ... [+]
14 de febrero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
“No seas mentiroso. No debes ofender ni lastimar a nadie. No debes pelear sino hacer siempre lo correcto y entonces tendrás una vida satisfactoria (…) Los muertos vivirán de nuevo. Estarán otra vez aquí en el otoño o en la primavera (…) Baila cada seis semanas. Has una fiesta con baile donde haya comida para todos y luego báñense en el río. Eso es todo”.

Estas son palabras extractadas de, La Promesa de la Danza de los Espíritus, que el líder, Wovoka, legó a los indios Cheyennes a finales del siglo XIX.

También conocido como Jack Wilson, Wovoka (1858-1932), fue un chamán y líder religioso paiute, quien tras una visión que tuvo en 1880, fundó el milenarista movimiento, Ghostdance (La danza de los espíritus), hacia el cual se convirtieron el jefe cheyenne, Sitting Bull, y el líder sioux, Kicking Bear. Ellos creían que, practicando La danza de los espíritus reencontrarían a los búfalos, revivirían a los muertos, y se liberarían del tormento que les causaban los hombres blancos… y todo esto sucedía, pero, de una manera que, quizás, no sea fácil entender.

De todo esto, surgió probablemente la escena de baile que, observado por “Calcetines”, realiza en solitario el teniente John J. Dunbar; y de paso, la brillante idea de hacer que él fuera llamado, “El que baila con los lobos”, por los indios Sioux (curiosamente, la palabra baile se deriva del latín, baiulus, que significa, teniente). De una especial manera, el hecho de que tan solo un hombre blanco tome conciencia del gran valor que, como cultura y como seres humanos tienen los nativos, va a irradiar al mundo e irá dejando huella en uno y en otro corazón.

En tal sentido, el papel que han desempeñado, Michael Blake, con su especial novela y su brillante guion; Jim Wilson, como co-productor; y Kevin Costner, como co-productor, director y protagonista de esta admirable y honesta película, me merece los mayores aplausos, porque es de esta manera como, paso a paso, va entrando luz en los ojos y en el corazón de la humanidad... y nos vamos dando cuenta de que, lo que nos han contado como historia, en su mayor parte no ha sido más que una vulgar, manipuladora y reiterativa mentira.

Recomiendo ver la completa y excelente versión de 224 minutos, editada con el criterio de Kostner, porque ahora todo está puesto en el punto justo como debía estar; y ahora sí creo que la película se merecía no solo cinco Premios Oscar sino seis o siete, porque, Graham Greene como Kicking Bear y Rodney A. Grant como Wind in his air, estuvieron impecables.

Para terminar, quiero decir que encuentro muy encomiable y ejemplarizante, un magnífico gesto de humildad y de empatía, el hecho de que haya sido, Dunbar, quien se haya predispuesto a aprender el dialecto de los indios, sin pretender que ellos aprendieran el inglés. Esto es algo que están en mora de tomar en cuenta los presidentes estadounidenses que siempre han esperado ser entendidos, pero nunca se disponen a entender a los demás.

Título para Latinoamérica: <<DANZA CON LOBOS>>
Luis Guillermo Cardona
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