Cuando, Bette Davis, vio la película, “My Reputation”, que recientemente estrenara el director, Curtis Bernhardt, y que protagonizara, Barbara Stanwyck, de inmediato decidió que era el hombre que quería para el nuevo proyecto cinematográfico que ella tenía en mano. La Davis, acababa de montar su propia productora dentro de la Warner Bros., así que se dio el lujo de elegir al director, a sus coprotagonistas… y todo cuanto quiso. Fue ella misma quien escogió otro guion que llevaba la firma de, Catherine Turney y Margaret Buell Wilder, basado en la novela de Karel J. Benes, y también fue ella quien -contra la voluntad del propio, Jack Warner, que quería incluir a uno de los actores de la casa- impuso a, Glenn Ford, a quien solicitó en préstamo de la Columbia Pictures, pues, había quedado fascinada cuando lo vio en, “Gilda”.

La historia resulta auténtica y muy emotiva, teniendo como protagonista a una joven pintora, Katherine Bosworth, quien decide pasar unos días en la isla donde habita, Freddie Linley, un primo muy apreciado. Al perder el barco que la llevaría hasta allí, la chica acude a un joven barquero que, casualmente, está a punto de partir hacia la misma isla llevando suministros… y enseguida queda flechada con él y comenzará a ingeniárselas para sentirlo cerca.

Seguidamente, Kate, se encontrará con su hermana gemela, Patricia, y siendo, ésta, una muchacha bastante diferente en carácter y aspiraciones, pero, físicamente idéntica, pronto motivará una serie de situaciones que van a sorprendernos.

La novela, "Uloupený zivot" (Vida Robada), ya había sido llevada con éxito al cine, en 1939, bajo la dirección de Paul Czinner, y con el título en inglés, “Stolen Life”. La versión de Bernhardt, sobresale, luego, por sus calificados efectos visuales y especiales, con los que veremos a, Bette Davis, interpretando a las dos hermanas y teniendo con ella encuentros tan próximos que, aún hoy, nos dejan sorprendidos. Igualmente, la escena de la tormenta, no obstante haber sido rodada en Estudio, resulta de una verosimilitud admirable y de un desarrollo que, merecidamente, la llevó a obtener una nominación a los premios Oscar.

Sensibles diálogos, un agradable toque de romanticismo, y unos personajes que atraen enseguida nuestro mayor interés, hacen de, <<UNA VIDA ROBADA>>, la suerte de drama que se disfruta con complacencia.