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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Intriga. Drama En St. Robin, Francia, la paz del pueblo comienza a perturbarse cuando, el Dr. Rémy Germain (Pierre Fresnay), comienza a recibir anónimos firmados como El Cuervo, en los que se le exige que rompa su relación con Laura Vorzet (Micheline Francey), esposa del psiquiatra (Pierre Larquey) de la misma institución. Pronto, las misivas comienzan a señalar las faltas de muchos otros personajes del pueblo y se vuelve urgente descubrir quien está ... [+]
14 de octubre de 2015
16 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al inicio de “EL CUERVO”, hay un anuncio que reza: “Un pequeño pueblo, aquí o en cualquier lugar” ¡Clarísimo y justo!, porque la clase de gente que aquí se describe, es posible encontrarla en Francia, en Colombia, en EEUU, en Rusia… y en Tetilandia. El chisme, los celos, la manipulación, el fraude… y todo el acervo de improcedencias que solemos ver (y oír) en el transcurrir de cada día (sobre todo cuando decidimos empañarlo viendo u oyendo noticieros), hacen parte de la idiosincrasia, no de un pueblo en particular sino de la humanidad entera. Que hay pueblos donde las improcedencias son más comunes que en otros, también es cierto, pero nadie escapa al polo de sombra que ha contrastado (y contrastará siempre) a la especie humana, porque, para poder hacer el bien es necesario que exista el mal.

Pero, el director Henri Georges Clouzot, cometió un error de peso que le costaría caro, al mencionar luego que, el pueblo donde ubica su historia, es St. Robin en Francia. ¿Qué pasó? Que al haber sido rodada la película en plena II Guerra Mundial, durante la ocupación de Francia por parte de las fuerzas del eje (1940-1944) y bajo la producción de Continental films (de Berlín), de inmediato se interpretó como una forma de denigrar de la sociedad francesa en beneficio de los “intereses de cambio” que traían los invasores y esto le significó la prohibición y la expulsión de la industria al mismísimo director, al guionista Louis Chavance y a la actriz Ginette Leclerc, quienes pasarían varios años sin poder volver a trabajar. ¿Hubo condescendencia, por parte de ellos, a este propósito? Esto es algo que nunca se supo a ciencia cierta, pero así fue el veredicto y así fue condenado.

No obstante, y en honor a la objetividad con la que pretendemos escribir siempre, necesario es decir que “EL CUERVO” es una importante película, precisamente por ese alegato donde se demuestra que no no es dado categorizar ni mucho menos juzgar, porque determinar donde está el bien y donde está el mal, donde está la luz y donde la oscuridad, no es tan simple como suele suponerse. El mundo de los buenos y los malos, empieza y termina en los libros y en las películas, porque en la vida real las cosas son de otro talante y mucho más complejas.

El cuento que escribiera Chavance, complementado por el director Clouzot y que, según se dice, parte de un hecho real, hace referencia a un ginecólogo llamado Rémy Germain, quien, al igual que otras personas importantes del pueblo, comienza a recibir una serie de cartas firmadas por alguien que se identifica como El Cuervo, en las que se le exige que rompa sus relaciones con Laura, la mujer del psiquiatra Vorzet. Al tiempo, las cartas desnudan los “pecadillos” que guarda cada uno de los implicados, y pronto, todo el mundo será un posible sospechoso de ser considerado El Cuervo.

En un tono bastante sardónico y un ambiente de inspirada iluminación con remembranzas expresionistas, Clouzot va trazando una historia de intriga que va desglosando la hipocresía social hasta un punto donde no queda títere con cabeza… y si acaso, su objetivo esencial era aquella sociedad en la que le tocó vivir, podemos dar fe de que la puso de cabezas como pretendía.

Muy buenas interpretaciones de Pierre Fresnay, como el médico cuyo nombre está siendo llevado a la picota pública; Ginette Leclerc, la mujer que, de manera muy particular, aspira a conquistarlo; Héléna Manson, la enfermera a la que apuntan casi todos los dedos índices; y entre otros, Pierre Larquey, quien, como buen psiquiatra, será el hombre que ponga sobre la mesa las mejores teorías.

Ocho años después, “EL CUERVO” atraería el interés del gran director Otto Preminger, quien realizaría un remake con el título “The 13th letter”.
Luis Guillermo Cardona
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