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Voto de Natxo Borràs:
6
Comedia Ambientada en Rusia en 1927, el antes aristócrata Ippolit, bajo el nuevo régimen soviético, no es más que un empleado administrativo ruso. Al descubrir que su moribunda suegra escondió las valiosísimas joyas de la familia en una de las doce sillas de un juego de comedor, se lanza a atravesar Rusia para dar con ellas. En su aventura lo acompañan un oportunista, un cura y su antiguo criado, todos a la caza de la silla. (FILMAFFINITY)
1 de noviembre de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con el impulso repercutido a raíz del éxito de su anterior, y superior a ésta, “Los Productores”, Mel Brooks se aventuró en realizar una comedia con tintes dramáticos ambientada en la Rusia de la Revolución y centrándose en la agitada repercusión social que supuso para su población el fin de una Era condicionada por los zares.

El argumento gira entorno a Vorobyaninov (Ron Moody), escribiente y antiguo aristócrata zarista cuyos bienes han sido saqueados por la Revolución, y que vé en las doce sillas heredadas de su suegra la posibilidad de recuperar unas joyas de gran valor cuando ésta, moribunda le confiesa el escondite. Aunque le suponga recorrer gran parte del país y sin más compañía que un delgaducho holgazán y ladronzuelo de poca monta llamado Ostap (Frank Langella) quien le confiará su secreto, Vorobyaninov removerá Cielo y Tierra para dar con su suerte. Pero al sacerdote Fyodor (Dom DeLuise) también le arrebata la codicia y corre tras la fortuna.

No es uno de los films más populares del director de “El Jovencito Frankenstein”, que por cierto interviene brevemente en el papel de antiguo criado del sufrido protagonista, pero merece su visionado oportuno al tratarse de un sátira histórica de un período turbulento en donde el hambre y el pillaje asolaban una nación de grandes extensiones como es Rusia. “El Misterio de las Doce Sillas” es en la comedia lo que “Doctor Zhivago” (aunque no se pueden hacer comparaciones debido a la épica contribución de David Lean al Gran Clásico Literario de Borís Pasternak) lo fue al drama.
Natxo Borràs
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