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Voto de Natxo Borràs:
7
Drama Las correrías de un grupo de adolescentes de Nueva York que consumen drogas y mantienen relaciones sexuales, con el sida planeando sobre sus cabezas, es una polémica y contundente cinta de diálogos explícitos y estética semidocumental. Un filme muy alabado en los círculos independientes del cine estadounidense. (FILMAFFINITY)
16 de agosto de 2013
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Aunque realmente era fotógrafo de profesión, Larry Clark ya se había iniciado al cine con un largometraje independiente titulado “Passing Through” en 1977 que le separan casi veinte años con “Kids” (1995). Un paréntesis marcado por una adicción a las drogas y al alcohol que le han sentado cabeza a lo largo de los años y que la incorporación de un desconocido guionista llamado Harmony Korine y Gus Van Sant como productor ejecutivo, su película más conocida esté en la cabeza de ser una obra dura y sin miramientos.

Porque en el sexo se centra a partir de diálogos de calle tremendamente viscerales y con el fantasma del VIH y unos chicos que despreocupados giran sobre el eje del Mal de éste fatídico problema. Algunos de ellos como Telly (Leo Fitzpatrick) y Casper (Justin Pierce) se jactan (como en tono radical planteado a partir de sus vidas arrojadas a la calle, a los parques, en apartamentos compartidos y bebiendo alcohol y fumando porros sin parar) en comentarios después de cada experiencia sexual que tienen con distintas chicas. En ese contexto la radicalidad planteada a partir de los problemas de la juventud y su relación con el sexo y las droga conforma el punto fuerte en esa maratón urbana a quien una chica despechada por Telly llamada Jennie (Chloë Sevigny) va en su búsqueda para comunicarle una noticia relacionada con los resultados de un análisis.

La cámara se deja guiar por sus jóvenes intérpretes y dejándoles actuar casi a su libre albedrío por lo que el cuadro de “Kids” se queda más en una evidencia que agudiza el ingenio de todos los que participan a la supervisión de Larry Clark y Harmony Korine, cuya colaboración volvería a demostrarse en “Ken Park” (2002).
Natxo Borràs
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