Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Natxo Borràs:
7
Western. Aventuras En 1836, algunos texanos que luchaban por independizarse de México fueron sitiados en El Álamo, una misión cerca de San Antonio de Béjar, por las tropas mexicanas (más de 7.000 soldados) al mando del general Santa Anna. Entre los sitiados, unas doscientas personas, se encontraba el legendario David Crockett (John Wayne). (FILMAFFINITY)
8 de diciembre de 2009
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
John Wayne dirigió éste caprichoso “The Alamo” no para glorificar la resistencia de los tejanos, que en el siglo XIX no se consideraban norteamericanos de estandarte o pañuelo en la lucha, sinó porque dispuso de autoría conservadora. Sin caer en controversias sinó debates sobre si el tratamiento era o no fascistoide.

Estamos en 1836 y los tejanos reclaman la independencia. La “jerga” militar entre “colegas” vaqueros (Desde Wayne, Widmark o Boone) se evidencia si hacemos comparaciones odiosas con otros ejemplos enmarcados en el género bélico. Como película del Oeste que merece ser se aleja de los dogmas de su momento (persecuciones contra cuatreros, trenes a vapor repletos de dinero, búsqueda ya sea de oro o de agua, conflictos con los indios, etc…) Se intuye que el campo argumental es amplio, disponiendo de un buen momento para manufacturar más ideas en “westerns” históricos y en un proceso de madurez lánguido hasta la abrupta llegada de los “spaghuetti-westerns”.

En lo referente a Davy Crockett (personaje del que se adueña Wayne) es un hombre alejado de la alta burocracia política para vivir “otra vida” retirado. Puede considerarse una firme consolidación de la leyenda entorno a éste congresista que se ganó la vida como explorador, trampero, cazador y militar después de una breve carrera política. Pasaría unas decenas de años más tarde para que otro compatriota suyo, el periodista y escritor Ambrose Bierce (el “Gringo Viejo” que interpretaría Gregory Peck) relegara sus lujos en Washington para que las tierras mejicanas lo engullieran en plena revolución de Pancho Villa atrapado en un exilio romanticista que hoy en día aún sigue suscitando misterio. En cambio Crockett, aunque se le representa a ratos como a un apatriado, sí que se le enfatiza por su sentido de la aventura. Lo que le convierte en el héroe principal, llenando y convenciendo los corazones de los espectadores, especialmente Norteamericano, y si detallamos en territorialidad, tejanos.

Mención aparte de la banda sonora de Dimitri Tiomkin, el film nos introduce con una larga presentación (a nivel ambientación y personajes) de una hora con su consecuente casi hora y media posterior con la reconstrucción del asedio. Si “El Álamo” puede presumir de ser un buen “western” lo será más por sus concesiones al cine bélico e histórico que no por su carácter de divertimento entonces muy condicionado en el género. Si se le considera una película fascista, será por la narración de la derrota de una parte de una batalla, la del título en cuestión. Sin detallar la contraofensiva liderada por el General Sam Houston (y así se le debe el nombre de la ciudad tejana) que expulsarían al General Santa Anna en la Batalla de San Jacinto. John Wayne podía ser un patriota pero también le iba el victimismo, sin mencionar el epílogo de la victoria. Ni a golpe de créditos finales.
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow