Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de keizz:
8
Thriller. Drama Michèle, exitosa ejecutiva de una empresa de videojuegos, busca venganza tras ser violada por un desconocido en su propia casa.
13 de octubre de 2016
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
El veterano Paul Verhoeven vuelve tras muchos años de sequía, y lo hace a lo grande firmando la que es, para mi gusto, su mejor obra. Con su estilo característico, Verhoeven nos deleita con una película turbia, ambiciosa, valiente, provocadora, morbosa y repleta de un humor negrísimo que la convierten en irresistible e inolvidable.

La película se inicia con la violación. Sin premisas, sin preámbulos, como son las violaciones. Con la cámara fuera de campo, escuchamos los sonidos de la violación pero no la vemos porque la cámara nos muestra el rostro del gato que contempla la escena, y no la enfoca hasta que no termina. Cuando no quieres ver algo te tapas los ojos, pero cuando no te lo están enseñando no puedes hacer nada para evitar presenciar lo que pasa, aunque no lo veas. Verhoeven nos atrapa así desde el primer segundo del film.

El director holandés, a partir de esta escena inicial, se esmera en indagar en los recovecos más oscuros del alma humana. Con su característico tono provocador pero a la vez elegante e inteligente, la película mete el bisturí en los terrenos más silvestres de nuestro interior. El resultado es un film inquietante y turbador que no nos deja indiferentes y nos provoca admiración y desconcierto en grandes dosis.

El espectador se pasma ante la reacción de la protagonista tras el ataque. Michelle sencillamente se baña y continúa con su vida como si nada, ni siquiera denuncia la violación a la policía. Ella lo controla todo, tanto su empresa como su vida, y ni siquiera un episodio de este tipo la desequilibra.

Ella vive sola pero controla y decide sobre toda la gente de su entorno. Supervisa la vida de su hijo e interviene sobre su próxima boda, trata de influir también en la nueva novia de su exmarido (celosa de ella porque es bastante más joven), se acuesta con el marido de su mejor amiga y critica abiertamente a su madre por pagar y mantener a un “querido” que podría ser su nieto. Nada escapa a su control y nada perturba su gesto taciturno.

Pero lo que por fuera es frío, metódico y controlado, por dentro es caótico, incoherente y volcánico. Michelle tiene deseos peligrosos. Deseos sexuales y deseos de venganza. El interior de Michelle es un pozo lleno de deseos oscuros y secretos insospechados.

Y todo esto, brillantemente desarrollado por una Isabelle Huppert soberbia, que capta magníficamente la esencia del personaje y lo hace suyo con naturalidad y sabiduría del oficio. Su monumental interpretación eclipsa por completo al resto del elenco pese a que todos están a buen nivel.

Los espectadores de “Elle” se enfrentan a la ardua tarea de empatizar con la protagonista, pero es prácticamente imposible. Como mujer violada, la protagonista no reacciona como los cánones sociales dicen que debería reaccionar, y no lo hace porque no se victimiza, lo cual descoloca al espectador. Y algo parecido sucede en cuanto a los diferentes roles que asume la protagonista (madre, amante, hija, esposa, compañera, jefa, vecina,…) en ninguno de esos roles su actuación es lo que debería ser, según establece la sociedad.

Y, sin embargo, si en lugar de hacer caso a nuestro cerebro escuchamos a nuestros instintos más recónditos, igual nos acercamos más a entender a Michelle. Pero no hay riesgo, normalmente esos instintos los tenemos bien controlados y hasta podemos llegar a pensar que ni siquiera existen en nuestro interior.

En esta ocasión, la credibilidad de la historia es lo de menos. Todo es muy estrambótico y los personajes son demasiado extremos (ella es extremadamente fría, la madre extremadamente ridícula, el hijo extremadamente tonto, el amante extremadamente patético, etc.) y sin embargo mientras la ves te parece todo natural porque aunque no quieras entras en la atmósfera que crea Verhoeven.

Y tras tanto azúcar, vamos a poner unas gotas de vinagre: No me gustó la resolución final de la película, los personajes secundarios no tienen apenas interés, y el excesivo humor negro impide que el espectador reflexione más sobre los temas de los que trata el film. No obstante, estamos ante una película más que interesante, estimulante y absolutamente recomendable.

https://keizzine.wordpress.com/
keizz
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow