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Voto de Kwisatz:
9
7,5
36.954
Animación. Ciencia ficción. Acción
Año 2029. En una enorme ciudad asiática, una mujer robot policía -cyborg- investiga las siniestras actividades de un misteriososo hacker, un supercriminal que está invadiendo las autopistas de la información. (FILMAFFINITY)
26 de marzo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de Ghost in the Shell es hablar de una de las obras cumbres de la animación, del cyberpunk y la ciencia ficción.
Es arte dando vida a una profunda reflexión sobre la naturaleza de la consciencia y de la vida.
En un mundo donde prácticamente todos tienen implantes para conectarse directamente a la red de información desde su cerebro, de pronto aparece un misterioso personaje llamado el Maestro de Marionetas que se dedica a hackear “almas” (espíritus, fantasmas, mentes…) con intenciones cyberterroristas, aunque en realidad, nadie sabe muy bien qué es lo que busca.
La sección 9, un cuerpo especial de seguridad formado por humanos modificados (para entendernos: cyborgs) se encargará de investigar al terrorista y detenerlo.
La mayor Kusanagi es la líder a cargo de las operaciones bajo el mando del Jefe de Sección Daisuke Arakami.
Pero ella no es un cyborg cualquiera. Es una mente humana implantada en un cuerpo robótico. Está en la frontera entre el hombre y la máquina, el alma atrapada en el cascarón.
Este es, en esencia, el planteamiento inicial de la trama. A mí, como supongo que a muchos que la hayan visto la primera vez, al principio, puede resultar un tanto farragosa de seguir. Sin embargo es una historia mucho más diáfana de lo que pretende aparentar. Se adorna de jerga político-técnica totalmente innecesaria en ocasiones y es por ello que no le he dado la máxima puntuación, aunque sin duda la merece.
Pero donde reside la fuerza del film es en su simbolismo, en sus metáforas. Más o menos a la mitad del film, cuando se retrata la Ghost City, es en mi opinión cuando se alcanza el momento cumbre. La historia cobra una nueva dimensión y la belleza plástica de las imágenes se alía con la espiritual música compuesta por Kenji Kawai para buscar la trascendencia.
Trascendencia que encuentra en su conclusión cuando finalmente la mayor Kusanagi consigue dar con el Maestro de Marionetas. O quizá sea a la inversa.
La cuestión es que la vida y la consciencia acaban tomado un nuevo sentido y el árbol de la evolución gana una nueva rama de la que quizá nazca otro árbol. (spoiler)
Ghost in the Shell es una obra maestra sin paliativos, profunda, simbólica e inspiradora. Salvo que seas un monista exacerbado deberías verla.
Es arte dando vida a una profunda reflexión sobre la naturaleza de la consciencia y de la vida.
En un mundo donde prácticamente todos tienen implantes para conectarse directamente a la red de información desde su cerebro, de pronto aparece un misterioso personaje llamado el Maestro de Marionetas que se dedica a hackear “almas” (espíritus, fantasmas, mentes…) con intenciones cyberterroristas, aunque en realidad, nadie sabe muy bien qué es lo que busca.
La sección 9, un cuerpo especial de seguridad formado por humanos modificados (para entendernos: cyborgs) se encargará de investigar al terrorista y detenerlo.
La mayor Kusanagi es la líder a cargo de las operaciones bajo el mando del Jefe de Sección Daisuke Arakami.
Pero ella no es un cyborg cualquiera. Es una mente humana implantada en un cuerpo robótico. Está en la frontera entre el hombre y la máquina, el alma atrapada en el cascarón.
Este es, en esencia, el planteamiento inicial de la trama. A mí, como supongo que a muchos que la hayan visto la primera vez, al principio, puede resultar un tanto farragosa de seguir. Sin embargo es una historia mucho más diáfana de lo que pretende aparentar. Se adorna de jerga político-técnica totalmente innecesaria en ocasiones y es por ello que no le he dado la máxima puntuación, aunque sin duda la merece.
Pero donde reside la fuerza del film es en su simbolismo, en sus metáforas. Más o menos a la mitad del film, cuando se retrata la Ghost City, es en mi opinión cuando se alcanza el momento cumbre. La historia cobra una nueva dimensión y la belleza plástica de las imágenes se alía con la espiritual música compuesta por Kenji Kawai para buscar la trascendencia.
Trascendencia que encuentra en su conclusión cuando finalmente la mayor Kusanagi consigue dar con el Maestro de Marionetas. O quizá sea a la inversa.
La cuestión es que la vida y la consciencia acaban tomado un nuevo sentido y el árbol de la evolución gana una nueva rama de la que quizá nazca otro árbol. (spoiler)
Ghost in the Shell es una obra maestra sin paliativos, profunda, simbólica e inspiradora. Salvo que seas un monista exacerbado deberías verla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El Maestro de Marionetas es un programa diseñado para el espionaje que acabó volviéndose autoconsciente en el mar de la información. Su intención es encontrar un cuerpo para interactuar en el mundo “real”. Por ello llama la atención de la mayor Kusanagi, porque su situación le parece análoga a la suya. Ella es una mente humana atrapada en un cuerpo artificial, ambos buscan "escapar".
La fusión de “almas” entre el Maestro de Marionetas y la mayor Kusanagi, el equivalente a reproducción sexual, es el intercambio y combinación de información para construir un nuevo ser híbrido entre la IA y la mente humana, clave para un abrir un nuevo camino en la evolución.
La fusión de “almas” entre el Maestro de Marionetas y la mayor Kusanagi, el equivalente a reproducción sexual, es el intercambio y combinación de información para construir un nuevo ser híbrido entre la IA y la mente humana, clave para un abrir un nuevo camino en la evolución.