De verdad que esta serie es perversa.
Se podría decir que la biblia de la religión Tecnoteista, o lo que es lo mismo, la fe ciega en que la tecnología solucionará todos los problemas de la Humanidad.
Una religión creada probablemente por las grandes multinacionales de la electrónica, cuya finalidad no es otra que sorberle el seso a los niños desde pequeños y convertirlos en auténticos geeks inútiles y dependientes de sus productos al llegar a la adultez.
Doraemon es el sumo sacerdote y Nobita el acólito modelo con el cual debemos identificarnos.
Por si fuera poco además fomenta el consumismo.
Si os dais cuenta Nobita podría resolver la mayoría de los problemas que se van planteando en la serie con unos pocos inventos ya presentados en capítulos anteriores.
Pero hete aquí que siempre hay un artefacto "nuevo" para la situación específica, realmente sospechoso ¿verdad?
Así que ya sabéis, no dejeis que el gato azul robótico asome la cabeza por vuestro televisor ni reviseis compulsivamente la propaganda del Media Markt si queréis salvaros.
Avisados estáis.