Por causas ajenas a mi voluntad he tenido la oportunidad de ver este despropósito de película.

No es la catástrofe que muchos pregonan, pero es en todo caso una producción mediocre en todos los aspectos.

Una suerte de pseudofilm de vampiros con tintes superheróicos totalmente predecible y estereotipado (hasta en sus incoherencias. Para más detalle spoilers) de una factura técnica cutre para los tiempos que corren tirando a desfasada.

Las escenas de acción, que podría ser lo único que justificara el visionado, son caóticas y por momentos marean. Nunca tienes muy claro qué es lo que pasa en pantalla salvo algún que otro tiempo bala de imaginación nula.

Jared Leto lo intenta, pero es que es imposible tomársela en serio en ningún momento. Con un villano de opereta marcándose un baile “seductor” antes de salir de “caza”, que hasta chupitos de tequila bebe, es imposible.

Los productores más que sangre tienen horchata en las venas.

No hay mucho más que contar, todo en esta película está trilladísimo así que no voy a hacer más sangre de esto y procedo a intentar borrarla de mi memoria. No debería costar.