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China China · Qingoco
Voto de Txarly:
1
Romance. Drama. Aventuras Finales de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Un hombre herido viaja en un convoy sanitario por una carretera italiana, pero su estado es tan grave que tiene que quedarse en un monasterio deshabitado y semiderruido, donde se encarga de cuidarlo Hana, una enfermera canadiense. Aunque su cuerpo está totalmente quemado a consecuencia de un accidente sufrido en África, tiene todavía ánimo para contarle a Hana la trágica historia de su vida. (FILMAFFINITY) [+]
29 de mayo de 2006
102 de 189 usuarios han encontrado esta crítica útil
El paciente inglés es una de mis películas odiadas por antonomasia. Forma un trío cojonudo con las insufribles Memorias de África y Casablanca. Las tres son un calco con un triángulo como base, embustero y vomitivo a partes iguales. Cuando alguién la menciona o leo algo sobre ella, siempre recuerdo que al salir de la sala y con los premios de la Academia ya repartidos, las personas que padecieron al paciente de los co....s, salían del cine con una sonrisita nerviosa comentando lo que les había gustado mientras pensaban... ¡menudo pedazo de toliga que nos hemos tragado, compadre! Yo no. Por supuesto. Yo salí echando las mismas pestes que echo ahora contra este tufo infecto que alguién con un juicio más publicitario que sano, tildó a este engendro como un revisionismo del cine del maestro Lean, uno de los grandes. Y por supuesto, siempre que voy al vídeoclub, hay que llamar a la Guardia Nacional porque dos o tres mil personas se están peleando por alquilarla.

Los entusiastas indican que está a la altura de Casablanca, que si el cine de Lean, bla bla bla... Lo cierto es que como las otras dos que he mencionado antes, es todo menos una historia de amor, sino más bien una pasión amorosa, que como todo el mundo sabe, son dos cosas bien distintas, ya que el amor... se contruye día a día. E hilando fino, más que una pasión amorosa es el retrato de una obsesión, el cuadro de un psicópata asesino y peligroso, por mucho que dulces palabras salgan de su boca en dirección a la amada. Nuestra heroína apenas pone freno al insufrible Fiennes (cosas de Minghella), pero el mayor disparate que comete el sobrevalorado director es retratar, como ya hiciesen Curtiz o Pollack antes que él, al marido como un espantajo que poco ha de relumbrar en la obra. Un recurso estúpido y facilón nada nuevo, que esconde así, las obvias carencias de un pobre guión.

Se afirma sin rubor que El paciente inglés es una obra de amor. Yo digo que se trata de una obra sobre el egoísmo. Uno se puede enamorar de una mujer casada, claro; pero la ausencia de principios que muestra el sujeto convierten el sentimiento en una obsesión enferma que echa por tierra los principios en los que se basaba este film. Mostrar un amor que va más allá de la muerte es un ejercicio dificilísimo además de pedante. Sólo Eastwood con la inmensa Los puentes de Madison me lo ha conseguido contar de manera creíble, a pesar de Maryl Streep.
En definitiva, una pretenciosa caspa que tuve la desgracia de tragarme en el cine. La enorme fotografía no le sube nota porque no me sale de los...

Eterna, pedante y amoral.

Y que leeeeeeeennnnnnnntaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... madre de diosssssssssssssss...
Txarly
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