"Los renglones torcidos de Dios" es un thriller que consigue mantenerte enganchado durante sus más de dos horas y media de duración, pero, ¿realmente ofrece tanto como para justificar esta duración?

No hay duda que la producción de la última peli de Oriol Paulo es sobresaliente ya que cuenta con una muy buena fotografía y una selección de localizaciones muy bellas. Otro acierto es el excelente trabajo de la actriz protagonista Bárbara Lennie, capaz de llevarnos de la cordura a la máxima locura en cuestión de segundos.

Pero esto es una peli de Oriol y, como viene siendo habitual en sus producciones, nos esperan una gran cantidad de giros de guión para crear una contínua confusión al espectador hasta llegar a su tramo final. El problema para mí es que estos giros no me han aportado grandes climax en el transcurso de la película, siendo algunos de ellos bastante insustanciales y con poco valor argumental dejándome así bastante frío en su resolución final.

Aún así, me ha gustado mucho como en este caso se ha usado el montaje como una herramienta más que ayuda a crear este laberinto de mentiras y verdades.

"Los renglones torcidos de Dios" no defraudará a aquellxs que disfruten de los thrillers al estilo "La cura del bienestar" o "Shutter Island", y realmente consigue que su duración no sea un lastre ya que consigue mantener un ritmo más que decente, pero personalmente, no me ha acabado de convencer cómo acaba jugando sus cartas finales para acabar de sorprenderte.