Hawks nos ha dejado un buen puñado de buenos westerns entre los que conviene incluir a Rio Bravo. La solvencia interpretativa de Wayne y Dean Martin, contrasta con la poco convincente del "promesa" Ricky Nelson, muy bien también el incombustible Brenan y la Dickinson.
Río Bravo, es un film que establece un tempo cuasi telefílmico en sus más de 130 minutos de duración en versión íntegra (en la doblada inicialmente se suprimían unos 25 fundamentalmente escenas entre Wayne y Dickinson). Este tempo sirve de engranaje de las diferentes visicitudes, Río Bravo no se corresponde exactamente con un western tradicional, aunque como otros grandes del género, la acción se desarrolla entre unos límites físico-temporales muy concretos que el tempo anteriormente descrito, parsimonioso y lineal, permite trasladar al espectador la tensión psicológica propia de un grupo de hombres sitiado a la espera del representante de la ley.
Muy recomendable, para mi gusto los subrayados musicales de Tiomkin son excesivamente rácanos, en fin, andando y viendo.