Hace unos años recibimos Hoodwinked como un producto nuevo, experimental si se quiere, ajeno a las grandes superproducciones de las grandes compañías de animación.
Se observaba una diferencia de calidad en la animación (sin ser desastrosa) pero esto se veía compensado con un guión simpático e innovador.

La razón de ser de este film era contar la historia de caperucita roja como si se tratara de un juicio, con los alegatos de cada uno de los protagonistas. En la previa sabemos que el lobo se hizo pasar por caperucita roja para poder comerse a la abuelita pero un leñador la pudo salvar.
Bueno, olvídense de eso, porque en la parte uno todos tuvieron su defensa y los hechos no terminaron mostrando lo que uno sabía de de este hermosos cuento.

El humor y los nuevos alegatos esclarecedores eran los puntos fuertes de esta primera parte.

Bueno, este 2011 llegó a los cines la parte 2, ya sin tanto talento y mucho menos innovación.
Lo que antes era misterio y humor se vio reemplazado por acción y confusión.

Está presente aún el impacto original (en cuentagotas) pero a cualquier precio. Ya no nos reímos como antes, ahora todos son agentes secretos, hay saltos, corridas, velocidad, y pocas ideas.

Esta innecesaria parte 2 nos deja un sabor agridulce porque, si bien entretiene, y si no se la compara con su predecesora también parece interesante, pudo haberse evitado.

Hoodwinked 2 se queda a mitad de camino, tibia, entretenida y nada más.

A veces saber cuando parar es también un mérito de talentosos.