No voy a compararla con la peli de Ben Affleck, pues me gustó, al fin y al cabo sería simplemente una versión light y descafeinada de lo que pudo ser, pero eso no le quita su merito, y es que resultó entretenida y punto, se quedaron en la superficie, pero no era una mala superficie.

Ahora bien, esto que aquí nos ocupa es cosa aparte. Son palabras mayores, por todos los lados donde lo mires te das cuenta de que no es una serie, es un producto, mimado, con respeto, pensado, estudiado, que buscaba profesionales en cada una de sus labores y facetas.

No se por donde empezar, y como no quiero empezar demasiado ni tampoco extenderme mucho, hablaré de su binomio principal, Héroe y Antagonista, baste decir que todo lo que los rodea, guión, compañeros de reparto son excelentes. Pero ellos, amigos míos, ellos son las estrellas absolutas de una función escrita de tal manera que no se trata de un comic sino de una novela negra de las buenas, de las que tienen peso.

Charlie Cox, para mí, hasta ahora un desconocido, es más cuando me enteré que finalmente este chico fué elegido y no lo haría mi adorado Dexter, me llevé tamaña decepción... Craso error. Pocas veces he visto (y mira que me gusta este género) a un actor intepretando un rol con dualidad, tan bien en su papel, tan metido en su doble rol, como un guante de seda, abogado o justiciero, como abogado toda su expresión, su voz, su intepretación de la invidencia del personaje, su sutileza interpretativa, los matices que desprende...y luego su alter ego, toda su expresión corporal, el tono de voz y la rabia que desprende, realmente temerías encontrartelo por la noche, realmente fiereza y realmente un héroe oscuro.

Y la otra cara de la moneda? Vincent D´Nofrio. Curioso porqué despues del anterior Kingpin, por físico, no alcanzaba a imaginar a alguien que pudiera hacer el papel de Wilson Fisk de forma convincente. He aquí otro error, por lo evidente, aunque no sea tan enorme como el fallecido actor Afroamericano, es grande, es su cara, es su calva y son sus ojos, es Kingpin en carne y hueso. Pero también y ahí la maravilla, retratado fuera de todo histrionismo, minimalismo interpretativo, con menos dice mas, con mirar, con su voz y su presencia el actor presenta a un Fisk que se convierte desde ya y a mi gusto en uno de los mejores villanos de este género, y no crean que es un simple mafioso de negocios no, cuando requiere que el asunto sea tratado por el mismo, apartense, porqué la bestia da auténtico pavor.

Dos caras, una moneda, una serie (atención al opening, espectacular musical y artisticamente hablando), un lujo al alcance de aquellos a los que nos gusten estos dos personajes y todo lo que los rodea. Recomendada totalmente, para niños no, afortunadamente...