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España España · bilbao
Voto de ernesto:
7
Ciencia ficción. Fantástico. Acción Los X-Men luchan por la supervivencia de la especie en una guerra que se desarrolla en épocas diferentes. Los personajes de la trilogía cinematográfica original de “X-Men” unen sus fuerzas a las que ellos mismos poseían en el pasado, cuando eran más jóvenes (tal y como aparecen en “X-Men: Primera generación”), para cambiar un importante acontecimiento histórico y librar una épica batalla que podría salvar nuestro futuro. (FILMAFFINITY)
22 de junio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No anda muy fino el director Bryan Singer cuando casi veinte años después su película Sospechosos Habituales sigue siendo lo mejor de su carrera. Ahora ha vuelto a las pantallas con una nueva entrega de los X Men, cómic de la Marvel que él mismo se encargo de llevar a la pantalla por primera vez en el año 2000 (esto lo digo con la boca pequeña porque no se a ciencia cierta si hay alguna adaptación previa).
Cada vez que escribo sobre una adaptación al cine de un cómic Marvel lo tengo que decir, y es que solo conozco las películas y ni siquiera soy un fiel entusiasta de ellas. A estas alturas ya empiezo a confundirlas unas con otras. De todas ellas seguramente sean estas tres primeras películas sobre los X Men (dos de Singer, la tercera dirigida por Brett Ratner) las que menos me gustan de toda esta interminable colección de superhéroes Marvel que se han llevado al cine en los últimos años.
Afortunadamente hace tres años vino Matthew Vaughn a dar un nuevo enfoque a la serie, mostrándonos como fue el origen de estos X Men, y de paso realizó la película más lúdica y disfrutable, no solo de la saga sino de todas las realizadas sobre la factoría Marvel. Por eso es que la noticia de que los X Men volvían a las manos de Bryan Singer no me resultó especialmente esperanzadora.
Vista la película hay que reconocer que Singer ha dado esta vez lo mejor de sí mismo como director, superando con creces el trabajo realizado en las películas anteriores, pese a que todavía se aprecian varios de aquellos detalles que las afeaban. Donde si que Bryan Singer vuelve a quedarse atrás es en otorgar a la película la gracia y la frescura que sí tenía X Men: Primera Generación.
La historia de X Men: Dias del Futuro Pasado se mueve en varios espacios físicos y temporales. Llegado el momento tan temido por los mutantes de su aniquilación por parte de unos seres indestructibles creados por los humanos, no les queda más remedio que usar sus poderes para viajar en el tiempo al momento que dio origen al fin de su especie. De esta forma será el inmarchitable Lobezno el encargado de poner en contacto a los actuales y ancianos Xavier y Magneto con ellos mismos varias décadas antes, para así evitar que la conflictiva Mística sea utilizada como conejillo de indias en las investigaciones para acabar con todos los mutantes.
No tengo claro que esta colección de saltos temporales en las que desde el futuro se cambian acciones pasadas que a su vez afectan a ese mismo futuro aguante un análisis mínimamente riguroso. Pero es verdad que no es el rigor lo que más valoro en este tipo de películas. Y en ese sentido Bryan Singer suple con un notable sentido del espectáculo todas las licencias (legales o no) que el guion se toma en el desarrollo de la historia.
Sí es verdad que el espectáculo, y la propia historia, funcionan mucho mejor en el pasado. En ese año 1973, donde unos jóvenes Xavier y Magneto tienen que confiar en un extraño personaje con garras en las manos cuya mente esta siendo utilizada desde el futuro por ellos mismos. Con mayor intensidad dramática que en la anterior película, los excelente James McAvoy y Michael Fassbender, junto a Hugh Jackman, llevan en volandas un relato que vuelve a jugar con brillantez con la Historia, contando con el involuntario protagonismo del mismísimo Richard Nixon. La Historia, el complejo entramado dramático de los personajes, y las fantásticas secuencias de acción (genial la filigrana visual protagonizada por Mercurio) funcionan realmente bien y elevan bastante el tono medio de la película.
Algo hay, en cambio, que no termina de funcionar en las escenas del futuro. Con una estética más oscura que las emparenta con las primeras, y poco atractivas, películas de la saga, todo queda reducido a una simple acumulación de excesos visuales (espectaculares, eso sí), pero en los que en ningún momento se llega a apreciar conexión alguna con el trasfondo dramático que tiene la historia en ese momento. Esto empobrece en parte el conjunto dejando estos Días del Futuro Pasado algún punto por debajo de la Primera Generación que dirigio Matthew Vaughn.
ernesto
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