La primera película de George Clooney como director tiene todos los ingredientes para ser una excelente película. Pero al final a mi me deja bastante indiferente.
Cuenta la historia de un hombre que llega a triunfar en el mundo de la televisión, y que al mismo tiempo trabaja como asesino a sueldo para la CIA. A partir de su autobiografía el siempre original, y a veces desmadrado, guionista Charlie Kauffman escribe el que seguramente sea su guión mas lineal. Es un guión brillante en ocasiones que, en cambio, no termina de convencerme. No simpatizo con ningún personaje, todos me dan igual, no me importa cual sea su destino. Y es que el guión los presenta a todos como unos auténticos cretinos, empezando por el protagonista, al que Sam Rockwell se encarga de hacerlo profundamente antipático. Seguramente sea esto lo que buscaban y sea este un gran trabajo del actor.
Si de algo se beneficia la película es del excelente trabajo como director de George Clooney que consigue una puesta en escena brillante y en alguna secuencia incluso enérgica. Todo ello apoyado en un prodigioso trabajo de ambientación y fotografía.
Es curioso que en su segunda película como director, Buenas noches y buena suerte, el resultado sea el opuesto. Con una historia sólida y apasionante, el hace una película bastante plana, y por debajo de sus posibilidades. Habrá que esperar a ver lo que pasa en la tercera.