Notable pero sobrevalorado drama con tintes de suspense y con el conflicto racial como telón de fondo.

Norman Jewison brinda una colección de planos tremendamente sobrios y oscuros, cosa que se agradece, y desarrolla con bastante solvencia y credibilidad la progresiva química que surge entre Poitier y Steiger, que parten ambos de distintas orillas del río, y que están verdaderamente convincentes en su papel.

Me chirría la poca contundencia de la película cuando juega a ser un thriller, y me perturba ligeramente la complacencia y el ramalazo mesiánico de su mensaje, expuesto con megáfono y con excesiva vaselina.

Con todo, recomendaría a los que tildan a Gran Torino de obra maestra que contemplaran esto, si no han tenido el placer, y, a renglón seguido y sin dejar de mascar a poder ser, revisaran la palabra 'verosimilitud' en el diccionario.