De los episodios más brillantes de toda la serie de culto. Un capítulo reflexivo, profundo que analiza el sentido de la vida de modo incisivo. Nueve minutos exentos de violencia y sexo, pero enmarcados en una ciencia ficción que te cala en su vertiente de sentirnos reflejados en dar un objetivo a nuestras existencias, la Búsqueda incesante de la Felicidad puede estar en la pureza de quienes realmente somos, no podemos escapar a nuestra identidad. Ello en un tono solemne, con dos narraciones en off que nos atrapan en su intriga y misterio, en un desarrollo apasionante, durante el cual hay tiempo para criticar con bisturí envenenado al mundo de los críticos de arte, esos snobs arrogantes, se nos habla del éxito popular frente al éxito personal de sentirte realizado. Todo ello con una estética híper-realista comicquera, alejada de motion capture que predomina en la serie. Un metraje de un sentido poético-filosófico epidérmico, siendo el culmen ese tramo final con un sentido alegórico extraordinario, como debemos quitarnos la coraza para ser la esencia pura. Fuerza y honor!!!