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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Thriller Dwight es un vagabundo treintañero que vive en su coche, un destartalado Pontiac azul. Deambula por la ciudad y sobrevive recogiendo botellas en la playa, hasta que un día una terrible noticia altera su rutinaria vida. Decide entonces volver a la casa de su infancia para llevar a cabo una extraña venganza. (FILMAFFINITY)
4 de marzo de 2015
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
27/02(03/02/15) Muy agradable sorpresa esta cinta independiente americana escrita y dirigida por Jeremy Saulnier, financiada por crowfunding (aportaciones solidarias de internautas), bajo su apariencia argumental de típico film de vendettas se esconde una inteligente introspección del sentido del deber, del trágico destino al que no podemos escapar, sobre el instinto básico del ojo por ojo. Es una obra con una puesta en escena inquietante, de pocos medios, pero muy bien aprovechados, creando a su alrededor un aura inquietantemente tensa, el director consigue que empaticemos con el protagonista al humanizarlo, al mostrárnoslo con matices, con dudas, con torpeza, con miedo, es un ser normal embarcado en una espiral de muerte, su corazón le pide sangre, aunque su mente no esté preparada para esta odisea de muerte, en un relato que nos habla de algo tan primario de la violencia solo genera una espiral de más violencia, todo ello enmarcado en una atmósfera opresiva.

Dwight Evans (buen Macon Blair) es un vagabundo lacónico con un coche destartalado, un Pontiac azul, un día una mujer policía le comunica que el asesino de sus padres, Wade Cleland va salir de prisión. Dwight emprende viaje a su pasado, se traslada a la puerta de prisión donde ve que la familia del asesino lo recoge, los Cleland, los sigue, cuando paran en un área de servicio sigue al exrecluso al baño y allí lo apuñala, comienza una espiral de violencia entre los Cleland y Dwight, donde tendrán relevancia su hermana Sam (Amy Hargreaves), su viejo amigo Ben (Devin Ratray), y dos de los hijos de Wade, Teddy (Kevin Kolack) y William (David W. Thompson).

El guión resulta ingenioso al hacer que el espectador no sepa toda la información, esta nos es goteada a través del metraje, con lo que nos mantenemos en suspense sobre las atávicas motivaciones del protagonista, salpicados los datos mediante conversaciones del protagonista con su hermana, un amigo, o sus víctimas. Una historia no camina por lugares comunes en género de las venganzas, un tipo duro e infalible se convierte en Terminator, aquí el realizador nos sumerge en una narración que rebosa autenticidad, la dota de imprevisibilidad, vemos a un protagonista escuálido, se mueve en un destartalado vehículo, está aterrado por lo que va a hacer, angustiado, atormentado, pero está en una caída libre vengativa. Nos hunde en un frío ambiente, de realismo seco, sucio, mugriento, decadente, adusto, sórdido, encuadrado en el microcosmos de la América profunda, la de la violencia, se nos refleja una cultura de las armas que solo puede derivar en muerte, un thriller crudo sobre lo mucho que marcan los lazos familiares, sobre la obsesión del odio, se analiza la compleja Naturaleza Humana, se nos habla de la amargura, del dolor, y como queremos desquitárnoslo generando más dolor, en una vía sin fin hacia el vacío existencial, aunque sepas estás atrapado en un laberinto en el que solo se avanza con más venganza, deprimente. Es una cinta con pocos diálogos, pero los que se producen son buenos, discurriendo la acción en un aire melancólico, oscuro, trágico, haciéndose un relato turbador. El realizador genera momentos de gran intensidad y dramatismo, aderezándolo con dosis de humor negro derivado mayormente de la ineptitud del protagonista, en esto recuerda al estilo de los hermanos Coen, aunque sin su excentricidad y disfuncionalidad.

Macon Blair realiza una actuación espléndida, desprende aristas, debilidad, fragilidad, miedo, desesperanza, nervios, martirio interior, un tipo con una mochila de padecimiento del pasado que se le hunde en el alma, tipo normal en circunstancias extraordinarias, lo interpreta con un lenguaje gestual de gran naturalidad, sabe darle equilibrio, con laconismo, hieratismo, con unos ojos cansados, consigue nos identifiquemos con él por la humanidad que transpira. Entre los secundarios destaca Amy Hargreaves, emitiendo una rara sensación entre satisfacción por lo hecho por su hermano e ira por la situación que ha desencadenado, y Devin Ratray como en viejo amigo de la escuela secundaria, transmite carisma este personaje.

La puesta en escena resulta muy acertada componiendo una ambientación geosocial que marca a los personajes, nos mueve por lugares poco poblados, casi nunca vemos el sol, bosques sombríos, casas deshabitadas, áreas de servicio, ello fotografiado por el propio director, envolviendo la cinta en tonos lúgubres, en nieblas, carreteras montañosas, contraponiendo los liberadores bosques con la claustrofobia de la escasa luz, acentuando el sino de un protagonista que parece no tener salida, todo junto en pos de remarcar la soledad del rumbo al que parece abocado Dwight. (continua en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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