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Voto de TOM REGAN:
7
2017
David Lynch (Creador), Mark Frost (Creador) ...
7,8
7.837
Serie de TV. Intriga. Thriller. Drama
Serie de TV (2017). 18 episodios. Continuación de la serie de culto "Twin Peaks", que vuelve a contar con gran parte del reparto original además de nuevas incorporaciones. La historia continúa alrededor de los personajes de Dale Cooper (Kyle MacLachlan) y Laura Palmer (Sheryl Lee), pero 25 años después. Mientras el agente sigue atrapado en la habitación roja, su alter ego macabro y sanguinario imparte el terror a su alrededor. Un nuevo ... [+]
13 de mayo de 2022
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
152/12(10/05/22) Con motivo del quinto aniversario del estreno de esta serie (14/03/2017), la he visto, siendome una experiencia cargada de ambigüedad, hay cosas muy buenas alternadas con otras no tanto (siendo benévolo). Creada por mark Frost y David Lynch da continuidad a la serie homónima producida para la ABC entre 1990 y 1991, 18 episodios dirigidos en su totalidad por David Lynch, repitiendo en el reparto gran parte del elenco original y del film precuela “Twin Peaks: Fire Walk with Me” (1992), a la cabeza Kyle MacLachlan como agente especial del FBI Dale Cooper, también hay caras nuevas, como Laura Dern, Naomi Watts, Robert Forster, Chrysta Bell, Jim Belushi, Tom Sizemore, Jennifer Jason Leigh, Tim Roth, Ashley Judd, Amanda Seyfried o hasta David Bowie.
Serie en su origen gran éxito en tv con su juego de ‘whudunit’ para dar con el asesino de Laura Palmer en un pueblo singular fronterizo con Canadá, plagado de seres disfuncionales, aunque había elementos supra normales, se integraban con la historia, ahora Lynch parece sentirse libre de ataduras y nos sumerge en el surrealismo más descarrilado (Phillip Jeffries convertido en tetera gigante parlante?), lo sobre natural lo engulle casi todo, incluso episodios enteros (epítome el octavo). En el origen el espectador se podía comportar de modo dual con la serie, por un lado los que buscaban respuestas uniendo piezas del muy desordenado rompezacabezas que exponían los guiones, por otro los que se dejaban llevar por el poder fascinante de lo sensorial. Aquí montar el puzle resulta misión imposible, para mí entrar en el juego de desentrañar las pajas mentales de Frost & Lynch me resulta una trampa. Cuando dejamos la segunda temporada ya sabemos el asesino (spoiler para el que no la haya visto) de Laura Palmer es su padre Leland Palmer (Ray Wise), pero se deja caer está poseído por una entidad llamada Bob. Esta tercera entrega viene a responder quien es Bob, o más o menos.
Ahora los escenarios se han ampliado, de hecho Twin Peaks es un lar muy secundario durante gran parte de la serie. Ahora se divide la acción entre Las Vegas, Dakota del Sur (donde encuentran un cadáver en una cama con el cuerpo de un hombre decapitado y la cabeza de una mujer), La habitación Roja, y por supuesto Twin Peaks. Aunque también hay algo de una habitación en Nueva York custodiada por un joven (quizás en especie de parodia de estar guardando una pseudo- Caja de Pandora epatada como una caja de cristal enorme con un agujero a no se sabe dónde), pero la desidia/o lujuria (el paraíso roto por el pecado original?) hace que esta se abra dejando un espectáculo dantesco en medio de una tórrida escena de sexo (inverosímil todo, desde que le hagan traer un café y sea una top model la que se lo lleve, y esta seduzca sin más al tipo (parece el guión de una peli porno).
Arrancamos tras 5 lustros de impasse, tenemos al mítico agente del FBI Dale Cooper estancado en la Habitación Roja con la icónica cortina púrpura, la llamada ‘Black Lodge’, ese limbo suspendido en ninguna parte. Pero al mundo ‘Real’ emergen dos Cooper doppelgänger (y nos damos cuenta tiene pulsiones sexuales, cosa que en las temporadas 1 y 2 parecía asexual), uno el Mal, queda claro con su melena, vestimenta y forma expeditiva de comportarse, tipo que se junta con prostitutas y gente de mal vivir en sus pesquisas hacia no se sabe dónde; por otro lado está el Cooper Bueno, paradójicamente ‘renace’ cual torbellino de Muerte, provoca una masacre, para posteriormente hacerse con el cuerpo de Dougie, agente de seguros de Las Vegas, casado (con la bella Naomi Watts, todos recordamos de la también lynchiana “Mullholland Drive”), con un hijo. Pero por el contrario del malo, este es un cascarón sin personalidad que se mueve cual autómata, no sabe ni hablar, ni vestirse, ni comer, pero incomprensiblemente nadie se da cuenta de que algo le pasa. Sub trama grimante por cómo se desarrolla de forma aparatosa en medio de situaciones excesivas (Dougie con la corbata en la cabeza, cuando tiene sexo, cuando garabatea en su trabajo,...), las reacciones de los que alternan con Dougie me recuerdan a las que tienen con el rol de jardinero encarnado por Peter Sellers en “Bienvenido Mr. Chance” (1979), pero aún más exagerado. Por no hablar de la relación que tendrá Dougie con los hermanos Mitchum, propietarios del casino a los que dan vida unos caricaturescos James Belushi y Robert Knepper, dos risibles mafiosillos estafadores a los que siempre acompañan tres señoritas vestidas de modo fachoso de criadas (impagable la conga que se pegan, puaj!). Por no hablar del running gag de la tarta de cereza y el gusto por el café (herencia de las dos primigenias temporadas). Esto se puede ver como una crítica a la incomunicación entre los matrimonios, en el trabajo o en la vida. También puede subyacer una crítica al capitalismo salvaje con epicentro en la promesa de dinero fácil del casino, o en la estafa al seguro para conseguir millones. En esta sub trama me llama la atención el desperdicio que se hace con el gran actor Tom Sizemore.
Tenemos lo más parecido a una trama policial con personajes de vuelta como el sorderas agente FBI Gordon Cole al que da vida un (se nota disfrutando) David Lynch, el FBI Agent Albert Rosenfield al que da vida Miguel Ferrer, o el cuasi-cameo de David Duchovny como el FBI transexual Denise Bryson, y en esto por fuin conocemos a la mítica secretaria del agente dale Cooper, esa a la que grababa mensajes una y otra vez el agente Cooper en las dos entregas o5riginales y que nunca ni vimos, ni oímos, era una presencia etérea y que aquí toma el cuerpo de otra actriz fetiche de Lynch como es Laura Dern, como un divertido rol que siempre está soltando soeces.
Hay multitud de sub tramas que no llevan a lado alguno sobre el epicentro, se notan están ahí como elemento nostálgico para conectarnos 25 años atrás con la serie, o simplemente como relleno para completar 18 episodios de casi una hora... (sigo en spoiler)
Serie en su origen gran éxito en tv con su juego de ‘whudunit’ para dar con el asesino de Laura Palmer en un pueblo singular fronterizo con Canadá, plagado de seres disfuncionales, aunque había elementos supra normales, se integraban con la historia, ahora Lynch parece sentirse libre de ataduras y nos sumerge en el surrealismo más descarrilado (Phillip Jeffries convertido en tetera gigante parlante?), lo sobre natural lo engulle casi todo, incluso episodios enteros (epítome el octavo). En el origen el espectador se podía comportar de modo dual con la serie, por un lado los que buscaban respuestas uniendo piezas del muy desordenado rompezacabezas que exponían los guiones, por otro los que se dejaban llevar por el poder fascinante de lo sensorial. Aquí montar el puzle resulta misión imposible, para mí entrar en el juego de desentrañar las pajas mentales de Frost & Lynch me resulta una trampa. Cuando dejamos la segunda temporada ya sabemos el asesino (spoiler para el que no la haya visto) de Laura Palmer es su padre Leland Palmer (Ray Wise), pero se deja caer está poseído por una entidad llamada Bob. Esta tercera entrega viene a responder quien es Bob, o más o menos.
Ahora los escenarios se han ampliado, de hecho Twin Peaks es un lar muy secundario durante gran parte de la serie. Ahora se divide la acción entre Las Vegas, Dakota del Sur (donde encuentran un cadáver en una cama con el cuerpo de un hombre decapitado y la cabeza de una mujer), La habitación Roja, y por supuesto Twin Peaks. Aunque también hay algo de una habitación en Nueva York custodiada por un joven (quizás en especie de parodia de estar guardando una pseudo- Caja de Pandora epatada como una caja de cristal enorme con un agujero a no se sabe dónde), pero la desidia/o lujuria (el paraíso roto por el pecado original?) hace que esta se abra dejando un espectáculo dantesco en medio de una tórrida escena de sexo (inverosímil todo, desde que le hagan traer un café y sea una top model la que se lo lleve, y esta seduzca sin más al tipo (parece el guión de una peli porno).
Arrancamos tras 5 lustros de impasse, tenemos al mítico agente del FBI Dale Cooper estancado en la Habitación Roja con la icónica cortina púrpura, la llamada ‘Black Lodge’, ese limbo suspendido en ninguna parte. Pero al mundo ‘Real’ emergen dos Cooper doppelgänger (y nos damos cuenta tiene pulsiones sexuales, cosa que en las temporadas 1 y 2 parecía asexual), uno el Mal, queda claro con su melena, vestimenta y forma expeditiva de comportarse, tipo que se junta con prostitutas y gente de mal vivir en sus pesquisas hacia no se sabe dónde; por otro lado está el Cooper Bueno, paradójicamente ‘renace’ cual torbellino de Muerte, provoca una masacre, para posteriormente hacerse con el cuerpo de Dougie, agente de seguros de Las Vegas, casado (con la bella Naomi Watts, todos recordamos de la también lynchiana “Mullholland Drive”), con un hijo. Pero por el contrario del malo, este es un cascarón sin personalidad que se mueve cual autómata, no sabe ni hablar, ni vestirse, ni comer, pero incomprensiblemente nadie se da cuenta de que algo le pasa. Sub trama grimante por cómo se desarrolla de forma aparatosa en medio de situaciones excesivas (Dougie con la corbata en la cabeza, cuando tiene sexo, cuando garabatea en su trabajo,...), las reacciones de los que alternan con Dougie me recuerdan a las que tienen con el rol de jardinero encarnado por Peter Sellers en “Bienvenido Mr. Chance” (1979), pero aún más exagerado. Por no hablar de la relación que tendrá Dougie con los hermanos Mitchum, propietarios del casino a los que dan vida unos caricaturescos James Belushi y Robert Knepper, dos risibles mafiosillos estafadores a los que siempre acompañan tres señoritas vestidas de modo fachoso de criadas (impagable la conga que se pegan, puaj!). Por no hablar del running gag de la tarta de cereza y el gusto por el café (herencia de las dos primigenias temporadas). Esto se puede ver como una crítica a la incomunicación entre los matrimonios, en el trabajo o en la vida. También puede subyacer una crítica al capitalismo salvaje con epicentro en la promesa de dinero fácil del casino, o en la estafa al seguro para conseguir millones. En esta sub trama me llama la atención el desperdicio que se hace con el gran actor Tom Sizemore.
Tenemos lo más parecido a una trama policial con personajes de vuelta como el sorderas agente FBI Gordon Cole al que da vida un (se nota disfrutando) David Lynch, el FBI Agent Albert Rosenfield al que da vida Miguel Ferrer, o el cuasi-cameo de David Duchovny como el FBI transexual Denise Bryson, y en esto por fuin conocemos a la mítica secretaria del agente dale Cooper, esa a la que grababa mensajes una y otra vez el agente Cooper en las dos entregas o5riginales y que nunca ni vimos, ni oímos, era una presencia etérea y que aquí toma el cuerpo de otra actriz fetiche de Lynch como es Laura Dern, como un divertido rol que siempre está soltando soeces.
Hay multitud de sub tramas que no llevan a lado alguno sobre el epicentro, se notan están ahí como elemento nostálgico para conectarnos 25 años atrás con la serie, o simplemente como relleno para completar 18 episodios de casi una hora... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
... Me refiero por ejemplo a la de la dueña de la cafetería RR, Norma (beuna Peggy Lipton); Esta la aparición del homérico Harry Dean Stanton como el sardónico nihilista dueño del parque de caravanas, aparecía en “Fuego camina conmigo”, su presencia se nota como amor del director a este gran actor que con 91 años (moría el mismo año del estreno de la serie) aparece jovial; Está la sub trama de la mujer drogadicta que se encierra en su casa tras la explosión por bomba de un coche, esto se abandona; Hay muchas más sub historias que parecen series dentro de la serie.
Está La Habitación Roja, auténtico cuartel General de David Lynch, donde depósito su alma y cerebro surrealista, ese que bebe de lo abstracto buñueliano, donde residen los seres disfuncionales como el Gigante, la ‘muerta’ Laura Palmer (en un momento dado se quita el rostro para dejar ver su infinito fondo), Phillip Gerard (turbador Al Strobel), o ese escalofriante árbol ‘The Arm’. Donde de vez en cuando nos lleva Lynch para soltarnos críticos mensajes con los que seguro disfruta como gato con un ovillo de hilo, o pensando en cómo el espectador se devanará los sesos intentando dar respuestas a sus constantes pajas mentales. Siendo epítome de todo este surrealismo kafkiano paradójicamente un episodio donde paradójicamente no acontece en la Habitación Roja, por supuesto me refiero al Capítulo 8 (‘Gotta Light?’) en b/n y sin palabras, donde se da respuesta a de donde surgió Bob (nombre que Lynch da al Mal), siendo ingenioso que surja de como el hombre juega a ser un Dios Malo, y es que germina durante una prueba nuclear en Nuevo México, tres semanas antes de los icónicos bombardeos a Hiroshima y Nagasaki, se origina del Humo Negro (se sentirán plagiados los creadores de la serie “Lost”), emergiendo de una esfera (homenaje a “2001”?), y con él sus adláteres, su metamorfosis en maligno insecto para infectar lo bueno de este mundo (o más o menos). Todo esto narrado auto influenciado por la lynchiana “Eraserhead”.
Ah, mi opinión sobre la serie es que ha provocado en mi contradicciones, por un lado ha habido tramos que han rozado lo mágico-fascinante (ejemplo el tramo en que en que van a una coordenadas en un bosque y allí dan con un agujero inter dimensional, coronado con la aparición de una desnuda mujer n posición fetal con los ojos tapados con carne, el mencionado episodio 8, la subtrama del Cooper malo me ha gustado (aunque se nota una parodia del cine de acción). Han jugado bien la baza de la nostalgia en el espectador que al vio en su tiempo y que ve el contraste del paso del tiempo en los mismos personajes (Lady leño es un ejemplo, o Bobby Briggs y sus lágrimas por Laura Palmer, siendo impactante la aparición de esta en el último capítulo. Posee un goteo de humor que en muchos casos resulta brillante (El sueño que cuenta Gordon Cole que tuvo con Monica Bellucci resulta delirante. En el episodio 14; o la parodia del cine de superhéroes), habiendo tramos de violencia shockeante (ejemplo el atropello de Ricahrd Horne a un niño en un paso de cebra, Brutal); así como nostalgia del tema epicúreo creado por Angelo Badalamenti para la intro de la serie), así como la grieta generacional con los jóvenes; Por otro ha habido muchos michelines a liposuccionar, un estiramiento del metraje con mucha morralla, con situaciones que se alargan sin más motivo que rellenar el metraje contratado (da esa impresión), ejemplo notoria son las codas en el ‘Roadhouse’. Ha habido mucho humor infantiloide que me ha rozado la grima, ejemplo todo lo referente a Dougie y sui relación con su esposa y los Mitchum, de una puerilidad enorme.
Spoiler:
Me queda una serie desequilibrada, pero que tiene suficientes virtudes como para hacerla buena, pero sin ser redonda, ni mucho menos, tiene lastres que la impiden elevarse. Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre la serie ir a: https://tomregan.blogspot.com/2022/05/twin-peaks-return.html
Está La Habitación Roja, auténtico cuartel General de David Lynch, donde depósito su alma y cerebro surrealista, ese que bebe de lo abstracto buñueliano, donde residen los seres disfuncionales como el Gigante, la ‘muerta’ Laura Palmer (en un momento dado se quita el rostro para dejar ver su infinito fondo), Phillip Gerard (turbador Al Strobel), o ese escalofriante árbol ‘The Arm’. Donde de vez en cuando nos lleva Lynch para soltarnos críticos mensajes con los que seguro disfruta como gato con un ovillo de hilo, o pensando en cómo el espectador se devanará los sesos intentando dar respuestas a sus constantes pajas mentales. Siendo epítome de todo este surrealismo kafkiano paradójicamente un episodio donde paradójicamente no acontece en la Habitación Roja, por supuesto me refiero al Capítulo 8 (‘Gotta Light?’) en b/n y sin palabras, donde se da respuesta a de donde surgió Bob (nombre que Lynch da al Mal), siendo ingenioso que surja de como el hombre juega a ser un Dios Malo, y es que germina durante una prueba nuclear en Nuevo México, tres semanas antes de los icónicos bombardeos a Hiroshima y Nagasaki, se origina del Humo Negro (se sentirán plagiados los creadores de la serie “Lost”), emergiendo de una esfera (homenaje a “2001”?), y con él sus adláteres, su metamorfosis en maligno insecto para infectar lo bueno de este mundo (o más o menos). Todo esto narrado auto influenciado por la lynchiana “Eraserhead”.
Ah, mi opinión sobre la serie es que ha provocado en mi contradicciones, por un lado ha habido tramos que han rozado lo mágico-fascinante (ejemplo el tramo en que en que van a una coordenadas en un bosque y allí dan con un agujero inter dimensional, coronado con la aparición de una desnuda mujer n posición fetal con los ojos tapados con carne, el mencionado episodio 8, la subtrama del Cooper malo me ha gustado (aunque se nota una parodia del cine de acción). Han jugado bien la baza de la nostalgia en el espectador que al vio en su tiempo y que ve el contraste del paso del tiempo en los mismos personajes (Lady leño es un ejemplo, o Bobby Briggs y sus lágrimas por Laura Palmer, siendo impactante la aparición de esta en el último capítulo. Posee un goteo de humor que en muchos casos resulta brillante (El sueño que cuenta Gordon Cole que tuvo con Monica Bellucci resulta delirante. En el episodio 14; o la parodia del cine de superhéroes), habiendo tramos de violencia shockeante (ejemplo el atropello de Ricahrd Horne a un niño en un paso de cebra, Brutal); así como nostalgia del tema epicúreo creado por Angelo Badalamenti para la intro de la serie), así como la grieta generacional con los jóvenes; Por otro ha habido muchos michelines a liposuccionar, un estiramiento del metraje con mucha morralla, con situaciones que se alargan sin más motivo que rellenar el metraje contratado (da esa impresión), ejemplo notoria son las codas en el ‘Roadhouse’. Ha habido mucho humor infantiloide que me ha rozado la grima, ejemplo todo lo referente a Dougie y sui relación con su esposa y los Mitchum, de una puerilidad enorme.
Spoiler:
Me queda una serie desequilibrada, pero que tiene suficientes virtudes como para hacerla buena, pero sin ser redonda, ni mucho menos, tiene lastres que la impiden elevarse. Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre la serie ir a: https://tomregan.blogspot.com/2022/05/twin-peaks-return.html