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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
8
Drama. Intriga. Musical Con motivo de la visita de unos aristócratas, el asilo mental de Charenton organiza una función teatral, representada por algunos pacientes y escrita y dirigida por el Marqués de Sade, también recluido allí. El núcleo central del argumento es el asesinato del líder de la Revolución Francesa, Jean-Paul Marat, a manos de Charlotte Corday y plantea un debate acerca de las relaciones entre políticos, la sexualidad y la violencia. Basada en ... [+]
14 de agosto de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
162/20(30/07/18) Notable film de clara tendencia política de que pretende agitar conciencias, del realizador británico Peter Brook, obra inclasificable, no apta a todos los paladares, un incisivo ejercicio de estilo con trazas de arte y ensayo, en lo que es una ácida reflexión sobre las revoluciones populistas, de cómo estas pueden tener nobles intenciones, pero siempre sus caminos son retorcidos, terminando por prostituir sus dignos ideales, terminando por convertirse en cuasi-lo mismo que atacan. Una radiografía punzante sobre como la violencia no es la respuesta, sobre la libertad individual, sobre el mesianismo, ello en un contexto meta-lingüístico, en el que vemos una representación teatral hecho por un grupo de “locos”, en clara alegoría de que las revueltas sociales son personificadas por (locos) adanistas, de cómo se saben cómo empiezan pero al final son los “locos” (violentos) los que se hacen con el manicomio (el control de la nación), de hecho a la monarquía del Rey Luis XVI, siguió la autocracia del Emperador Napoleón, es decir, un dictador por otro; Asimismo sirve para hablarnos con sentido crítico de las latentes revoluciones de mitad de la década de los 60, inclusive en su atemporalidad se puede trasladar a nuestros días de finales de la segunda década del SXXI.

Marat/Sade toma un contexto histórico real, aunque evidentemente no adapta las obras que tuvieron lugar en Charenton durante la reclusión del Marqués. Guión y adaptación de versos de Adrian Mitchell, a partir de obra teatral (1963) escrita por Peter Weiss, título original traducido es: "La persecución y el asesinato de Jean-Paul Marat, como fue representada por los internos del manicomio de Charenton bajo la dirección del Marqués de Sade”. El drama sigue las reglas de la tragedia griega (coro, corífeo y parlamentos adornados con interludios musicales). Los últimos días de Marat (uno de los líderes de la Revolución Francesa asesinado por Corday en una tina de baño) sirven como excusa para plantear fuertes y profundas críticas sociales de carácter universal y atemporal. Además, el Marqués deja claros sus puntos de vista sobre el libertinaje y la perversión. Brook hizo una película sobre su propia producción teatral para la Royal Shakespeare Company, la versión en inglés fue escrita por Adrian Mitchell a partir de una traducción de Geoffrey Skelton. Conservó guión original, sin modificaciones, usó mayoría de miembros de la Royal Shakespeare Company en sus roles originales. Reprodujo más o menos la gran célula comunal de la producción escénica. Más allá de los barrotes, colocó una audiencia, solo vemos en silueta. Hizo la pared de la celda uniformemente brillante, suministrando toda la luz para la filmación. Teniendo entre su radiante elenco a los mismos que la representaron en teatro en Londres, Ian Richardson , Patrick Magee , Glenda Jackson, Clifford Rose y Freddie Jones. Filmado en Pinewood Studios en Buckinghamshire.

La obra es una mezcolanza entre los postulados radicales ideológicos de Marat, que retuerce el buenismo social de aquello de todo por el pueblo, para el pueblo, aunque tenga que pasarlo por la guillotina primero (lo que supuso la llamada era del Terror, con miles de muertos pasados por la cuchilla); frente al afán hedonista, individualista y nihilista del marqués de Sade; enfrentando los dos conceptos sobre un trasfondo en el que hace una clara metáfora entre el mundo de los dementes del manicomio con el del extremismo (sanguinario) ideológico, dejando entrever con incisivo tono que muchas veces la “causa” puede ser justa, pero al final cuando remueves a las masas cual turba linchadora no la puedes controlar y se puede convertir en su fundamentalismo en un ente “Monstruo” indominable en su sed de venganza, derivando en que la “causa” se devore a sí misma, para terminar siendo algo parecido a lo que había antes de empezar todo.

La cinta juega cual muñecas matrioshkas con el espectador, es una obra de teatro político dentro de un manicomio en tiempos del Imperio napoleónico (la Revolución ha pasado a ser una Guerra contra el mundo, dirigida por un iluminado) , representada en una jaula (las ideas encarceladas), una obra censurada por el director del centro, con continuas entradas en escena de este para advertir de los actos de “herejía” contra el poder, es decir, recordando que se ha derrocado a un régimen autocrático para poner a otro (el del Emperador Napoleón); con un público al que solo vemos de espaldas (en subjetividad que se erige en nuestra propia visión en rol de terceros) mirando el escenario. Todo esto filmado en tonos expresionistas, azuzado por los ademanes de los actores (en un juego meta-teatral) con una ambientación seca y adusta, pero a la vez punzante en sus escasos elementos, pero reforzada por su cinematografía, con maquillaje híper-realista, con un coro que suena de vez en cuando que sirve de elemento humorístico desengrasante y a la vez de recurso crítico-mordaz contra la revolución. Erigiéndose el relato en una alegoría sobre lo justo de algunas revoluciones, pero como sus caminos se tuercen para cual cita del príncipe de Lampedusa (Todo cambie parta todo siga igual). Esto contado en una proyección hacia el presente del momento marcado a fuego cuando Marat habla a cámara rompiendo la cuarta pared, lo que se traduce en discursarnos a nosotros, con sentencias agitprop como: “En el momento en que les dicen que ya no hay más por lo que luchar, es cuando más tendrán que hacerlo”.

Una obra que deja transpirar el clima de violencia atávica presente durante la convulsa revolución, donde la guillotina funcionaba a pleno rendimiento sin descanso, llenando los cementerios de cuerpos sin cabeza y las calles de sangre, imponiendo una atmósfera de paranoia cuasi-yihadista... (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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