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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
9
Comedia Franky es un ladrón de diamantes que tiene que entregar un valioso ejemplar a su jefe Avi, pero, antes de hacerlo, se deja convencer por un tal Boris para apostar en un combate ilegal de boxeo. En realidad, se trata de una trampa para arrebatarle el diamante. Cuando Avi se entera, contrata a Tony para encontrar a Franky y al diamante. Descubierto el triste destino de Franky, la recuperación de la gema desaparecida provoca una situación ... [+]
12 de agosto de 2020
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259/19(12/08/20) Delirante y extasiante secuela no oficial del debut en el cine (con “Lock & Stock”) del inglés Guy Ritchie (escribe y dirige), un film solaz, descacharrante, divertido, preso de un humor negro entusiasta, una comedia-thriller que te deja una sonrisa de oreja a oreja al terminar. Hay quien le achaca que sigue el mismo patrón que su ópera prima, mismo estilo visual, similar escenario de los bajos fondos londinenses, personajes excéntricos, tramas paralelas que se entrecruzan, giros ingeniosos, mucho humor oscuro, pero esto no tiene por qué ser un defecto si se sabe potenciar todo lo bueno y esconder sus defectillos (el más notorio es que el efecto originalidad/sorpresa queda atenuado), cuando Raimy se auto plagió en “Terroríficamente muertos” no le fue mal, o cuando James Cameron hizo lo mismo en “Terminator 2” fue alabado, y el director aquí se aprovecha del éxito de la primigenia para que el presupuesto brille más desde la producción y desde los actores. Ritchie vuelve a beber del género pulp popularizado por Tarantino, del Danny Boyle de “Trainspotting” e incluso algo se atisba de Scorsese. Resultando una gamberrada en formato película jocosa en el modo de desarrollarse en modo híper vitamínico, un chute de adrenalina fulgente influenciado por el trabajo de Ritchie en los videoclips, con una cámara de Tim Maurice-Jones (“Kick-Ass”) constantemente juguetona, con una edición de Jon Harris (“127 horas”) arrolladora en sus recursos de post-producción que tanto gustan al ahora ex de Madonna, slows, congelados, cortes abruptos, y todo esto aderezado por diálogos de una agilidad bizarra, llena de palabras soeces que encajan cual guante en la trama. Todo esto surtido de personajes pintorescos con nombres únicos (Franky Four Fingers, Bullet Tooth Tony, Boris the Blade, Mad Fist Willy y Jack the All Seeing Eye), circulando todo alrededor de ventas de caravanas, timos, diamantes, atracos, cerdos, gitanos, tongos, judíos, combates ilegales, rusos, perros, y muchas muertes (todas ellas elegantemente fuera de plano), y todo adornado por una banda sonora arrolladora con Massive Attack, Overseer, Mirwais, y hasta Madonna (¿?). El cine como entretenimiento puro, sin dobleces, sin subtextos complejos, una diversión para hacerte olvidar tus mundanos problemas y eso lo consigue con creces. Todo coronado por un rush final colosal en el modo de evolucionar en sus diferentes escenarios como se van entrelazando de modo sublime.

Ambientada en el inframundo criminal de Londres, la película contiene dos tramas entrelazadas: una trata sobre la búsqueda de un diamante robado, la otra con un pequeño promotor de boxeo (Jason Statham) que se encuentra bajo el control de un gangster despiadado (Alan Ford) que está dispuesto y dispuesto a que sus subordinados lleven a cabo actos de violencia severos y sádicos. Los giros son espléndidos.

Maravilloso el montaje de las idas y venidas de Avi (el gangster-joyero estadounidense Abraham Denovitz conocido como "Cousin Avi" al que da vida un gran Dennis Farina) de N.Y.C. a Londres, todo un gif glorioso.
Oficial de Aduanas en US: "Algo que declarar?"
Avi (Dennis Farina): "Sí. No vayas a Inglaterra"

Turkish (estupendo Jason Statham), comentando el porqué desea una caravana nueva, se acerca a la cochambrosa que tiene, coge la puerta que se cae a pedazos y de modo cínico le dice a su amigo Tommy, ‘es que no me gusta el color’. El atraco de los tres tipos de color con un chófer que apenas entra en el coche, todo un festín de la sonrisa desde que tapona sin querer al que iban a robar (Franky "Four-Fingers" encarnado por Benicio del Toro, como un ladrón ludópata). Para luego el tramo dentro de la casa de empeños, descojonante; El trato de Tommy (notable Stephen Graham) con los gitanos para comprar una caravana, con esa apabullante aparición de un Brad Pitt formidable que se nota disfrutando con ese dialecto ininteligible y sus maneras bad-ass (mezcla del alocado de “12 monos” con la fisicidad de “Fight Club”). Y como Tommy termina arrinconado sufriendo por su vida; La primera pelea de Mickey (Pitt), y el resultado inesperado de la misma; El encuentro de los tres atracadores de color, el líder Sol (notable Lennie James) y Vinny (correcto Robbie Gee), el conductor de escapadas Tyrone (chispeante Ade) con Bullet-Tooth Tony (gran Vinnie Jones en una clara prolongación del papel de “Lock & Stock”). Llevando estos tres armas falsas y Vinnie les suelta un atronador monólogo, "Bueno, ya veo que tú (el líder del trío, Sol encarnado por Lennie James, que apuntan a Vinnie) eres la gran polla y esos que tienes a los lados son tus pelotas... Y el hecho de que tengas la palabra réplica escrito en tu pistola, junto al hecho de que yo tenga Desert Eagle 50 escrito en la mía, debería precipitar el encogimiento de tus pelotas y de tu presencia"; El posterior tiroteo en un pasillo, con Bullet-Tooth Tony intentando dar a Boris "the Blade" Yurinov (excelente Rade Šerbedžija), y este fuera de plano esquivando una y otra vez los disparos; El clímax final de la pelea de Mickey patrocinada por Brick Top (dándole vida Alan Ford, carismática cada aparición, con secas alocuciones. Villano que mantiene una granja de cerdos para facilitar la eliminación de los cadáveres de las víctimas de asesinato, sistema con el que alecciona de modo aterrador a los colegas negros atracadores), un alarde de rodaje y post-producción brillante, sentimos los golpes en una miscelánea fascinante de cámara, edición y sonido, aderezado con un toque de efecto especial en una caída a cámara lenta a cámara lenta donde un boxeador termina sumergido (alegóricamente) en el mar. Ello sorteado por constantes cambios de lugar en una sensación de malabarista intentando mantener en el circo los diferentes platos bailando sobre las varillas sin que caigan, manteniendo la tensión (que no intensidad, pues esta se produce con el dramatismo y la emoción, y aquí todo es ligero).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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