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Voto de TOM REGAN:
6
7,1
30.156
Drama
En el año 1970, por caprichos del destino, el joven médico escocés Dr. Nicholas Garrigan (James McAvoy) acaba ejerciendo su profesión en Uganda, un país del que no sabía nada, y allí se ve irreversiblemente unido a un temible personaje: Idi Amin (Forest Whitaker), el reciente nombrado presidente del país africano que comienza a gobernar de forma cruel y sanguinaria. Garrigan comienza a ser el médico personal de un dictador del que se ... [+]
30 de junio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
235/35(20/06/21) Interesante acercamiento a uno de los tiranos más grandes que haya dado el SXX, ya de por sí plagado de sátrapas sanguinarios (Pol Pot, Bocasa, Mao, Stalin y por supuesto Hitler), me refiero a Idi Amin, un carismático militar que dirigió Uganda tras un golpe de estado de 1971 a 1979, provocando un genocidio de apx. 300,000 personas, entre opositores y etnias rivales. Dirigido por el documentalista británico Kevin Macdonald a partir de un guión de Peter Morgan y Jeremy Brock, adaptando libremente la novela homónima de Giles Foden de 1998, que radiografía la dictadura no en primera persona, se hace desde una tercera, cual visión cándida nuestra, para identificarnos mejor con la situación extranjera, ello a través de un médico ficticio escocés, Nicholas Garrigan encarnado de James McAvoy (inspirado probablemente en el personaje real de Bob Astles, británico nacionalizado ugandés al que sus opositores llamaban Rata Blanca, asesor de Amín y considerado como la eminencia gris del Gobierno ) que llega al país por azar (inverosímil) y por casualidad entra el círculo íntimo del tirano, pero lo hace con la inocencia de creer en las bondades de sus propuestas, sin querer ver su lado oscuro, además de seducido, abducido, y obnubilado por las prebendas que el poder le otorga. Personaje que representa a esa gente que sin ser malos, son atropellados por su buenismo.
Pero la cinta tiene su gran baza en una actuación mastodóntica de Forest Whitaker, un Titán que se transmuta en el visceral y aparentemente simpático mandatario ugandés, tipo ‘More Than Life’, un bon vivant que organiza saroaos en su piscina, fiestas constantes, agasaja a sus amigos, un déspota que va dejando entrever sus grietas, su maldad intrínseca, su esquizofrenia, con discursos intensos en los que se mimetiza con el verdadero Amin, emitiendo enorme carisma en sus chanzas aparentemente risibles, cuando escondían sus ansias asesinas paranoicas contra todos, arrollador en su carisma, a lo que ayuda su físico calcado al del personaje que da vida. Una mezcla turbadora de comediante improvisador con un payaso de terror, como bien le dice Garrigan, ‘Eres como un niño…por eso asustas’. Whitaker ganó un premio de la Academia para el mejor actor, entre otros reconocimientos; Aunque la película carece de dar hondura humana al dictador, al ser visto desde otro trol, su visión es algo alejada, pues nunca lo vemos con dudas, es un ser monocorde.
James McAvoy tiene la dura labor de tener el mayor metraje en un film donde él no es el protagonista (¿?), borda su rol de bohemio vividor que llega a Uganda como una aventura sin más, y termina en el epicentro de poder donde cualquiera de sus opiniones pueden causar muertes sin él pretenderlo, pero al escoger a este amigo de Amin, se coloca del lado de la Oscuridad, y no es capaz de ver la verdad, esto el actor escocés lo proyecta con gran expresividad.
El guión tiene el acierto de entrelazar los acontecimientos históricos con la relación disfuncional entre el doctor y el tirano. Ello mientras evoluciona su amistad, desde como Garrigan queda embelesado por los discursos enardecedores de Amin, como entra en contacto con él por azar, y se produce chispas de empatía entre ambos, pero conforme está más cerca de Amin, más se da cuenta que no todo es oro, pero ya es demasiado tarde, él es parte del problema. Asistimos a su paranoia vigilada por el tétrico Jefe de Seguridad Masanga (Abby Mukiibi Nkaaga), que le proporciona varios dobles (algo muy de los dictadores de todo tiempo y lugar), asistimos al acto racista de expulsar a los asiáticos del país, y en el clímax estamos en el centro del secuestro por parte de una organización terrorista palestina en 1976 de un avión Air France con 248 pasajeros para exigir la liberación de 53 palestinos detenidos en Israel, Kenia y algunos países de Europa, aeronave que aterrizó en el Aeropuerto de Entebbe, cercano a Kampala, ello con la protección de Amin de los raptores.
Pero la película tiene el gran defecto de parecer un acercamiento de turista a los horrores que este psicópata ugandés perpetró durante su Holocaústico mandato, sientes que Amin es un sociópata bipolar, pero no vemos el terror que causó a la población, esto se ve como algo tangencial y potenciado por lo sobre impresionado, por enunciados de un agregado inglés, pero todo es velado. Siendo para mí un error que la película torne en un thriller, donde al final lo importante es si el médico escapa o no, esto me ha sido grimante, máxime cuando sabes que todo esto es inventado, se nos dice que es crucial que huya para denuncie lo allí vivido, como si esto hubiera sido real, con lo que se retuerce la verdad, pues mezclar verdad y mentira estaría bien si el enfoque fuera otro, pero si lo que se quiere es denunciar el Reino del Terror de este ‘Hitler’ africano resulta una frivolidad que se pega un tiro en el pie, terminado por que lo único importante parece ser que un ‘blanquito’ salve la vida, mientras los cientos de miles que fallecieron bajo esta tiranía, son una mera estadística, con lo que se banaliza la tragedia de la nación convirtiéndola en una suerte de carrera contrarreloj decisiva, cuando todo es puro artificio que nos aleja de lo sustancial; Hay un romance entre Nicholas y una de las mujeres de Idi Amin, Kay ( Kerry Washington) que me es metido con calzador y nada creíble, pues mú tonto debe ser el doctor para no saber que tarde o temprano se va a enterar su marido; Tampoco sé que pinta en la película el personaje de Gillian Anderson (eterna Dana Scully de la serie “Expediente X”), aporta entre cero y nada; Tampoco es de recibo que nos cuelen que en medio del secuestro en Entebbe, con cientos de rehenes, con periodista por allí, este la sub trama con Nicholas (spoiler).
Pero la cinta tiene su gran baza en una actuación mastodóntica de Forest Whitaker, un Titán que se transmuta en el visceral y aparentemente simpático mandatario ugandés, tipo ‘More Than Life’, un bon vivant que organiza saroaos en su piscina, fiestas constantes, agasaja a sus amigos, un déspota que va dejando entrever sus grietas, su maldad intrínseca, su esquizofrenia, con discursos intensos en los que se mimetiza con el verdadero Amin, emitiendo enorme carisma en sus chanzas aparentemente risibles, cuando escondían sus ansias asesinas paranoicas contra todos, arrollador en su carisma, a lo que ayuda su físico calcado al del personaje que da vida. Una mezcla turbadora de comediante improvisador con un payaso de terror, como bien le dice Garrigan, ‘Eres como un niño…por eso asustas’. Whitaker ganó un premio de la Academia para el mejor actor, entre otros reconocimientos; Aunque la película carece de dar hondura humana al dictador, al ser visto desde otro trol, su visión es algo alejada, pues nunca lo vemos con dudas, es un ser monocorde.
James McAvoy tiene la dura labor de tener el mayor metraje en un film donde él no es el protagonista (¿?), borda su rol de bohemio vividor que llega a Uganda como una aventura sin más, y termina en el epicentro de poder donde cualquiera de sus opiniones pueden causar muertes sin él pretenderlo, pero al escoger a este amigo de Amin, se coloca del lado de la Oscuridad, y no es capaz de ver la verdad, esto el actor escocés lo proyecta con gran expresividad.
El guión tiene el acierto de entrelazar los acontecimientos históricos con la relación disfuncional entre el doctor y el tirano. Ello mientras evoluciona su amistad, desde como Garrigan queda embelesado por los discursos enardecedores de Amin, como entra en contacto con él por azar, y se produce chispas de empatía entre ambos, pero conforme está más cerca de Amin, más se da cuenta que no todo es oro, pero ya es demasiado tarde, él es parte del problema. Asistimos a su paranoia vigilada por el tétrico Jefe de Seguridad Masanga (Abby Mukiibi Nkaaga), que le proporciona varios dobles (algo muy de los dictadores de todo tiempo y lugar), asistimos al acto racista de expulsar a los asiáticos del país, y en el clímax estamos en el centro del secuestro por parte de una organización terrorista palestina en 1976 de un avión Air France con 248 pasajeros para exigir la liberación de 53 palestinos detenidos en Israel, Kenia y algunos países de Europa, aeronave que aterrizó en el Aeropuerto de Entebbe, cercano a Kampala, ello con la protección de Amin de los raptores.
Pero la película tiene el gran defecto de parecer un acercamiento de turista a los horrores que este psicópata ugandés perpetró durante su Holocaústico mandato, sientes que Amin es un sociópata bipolar, pero no vemos el terror que causó a la población, esto se ve como algo tangencial y potenciado por lo sobre impresionado, por enunciados de un agregado inglés, pero todo es velado. Siendo para mí un error que la película torne en un thriller, donde al final lo importante es si el médico escapa o no, esto me ha sido grimante, máxime cuando sabes que todo esto es inventado, se nos dice que es crucial que huya para denuncie lo allí vivido, como si esto hubiera sido real, con lo que se retuerce la verdad, pues mezclar verdad y mentira estaría bien si el enfoque fuera otro, pero si lo que se quiere es denunciar el Reino del Terror de este ‘Hitler’ africano resulta una frivolidad que se pega un tiro en el pie, terminado por que lo único importante parece ser que un ‘blanquito’ salve la vida, mientras los cientos de miles que fallecieron bajo esta tiranía, son una mera estadística, con lo que se banaliza la tragedia de la nación convirtiéndola en una suerte de carrera contrarreloj decisiva, cuando todo es puro artificio que nos aleja de lo sustancial; Hay un romance entre Nicholas y una de las mujeres de Idi Amin, Kay ( Kerry Washington) que me es metido con calzador y nada creíble, pues mú tonto debe ser el doctor para no saber que tarde o temprano se va a enterar su marido; Tampoco sé que pinta en la película el personaje de Gillian Anderson (eterna Dana Scully de la serie “Expediente X”), aporta entre cero y nada; Tampoco es de recibo que nos cuelen que en medio del secuestro en Entebbe, con cientos de rehenes, con periodista por allí, este la sub trama con Nicholas (spoiler).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La película tiene un primer tramo dedicado en exclusiva a Nicholas Garrigan, un recién graduado en medicina en Escocia. Al que vemos hastiado de sus padres y escoge de modo ridículo donde va a servir (girando una bola del mundo, y colocando un dedo al azar sobre ella, primero cae en Canadá y lo descarta, a la segunda cae en Uganda, y clara quien no iba a preferir la seguridad de un país centroafricano frente al tercer mundo inestable que es la nación norteamericana (ataque de cinismo), no me creo que alguien prefiera Uganda a Canadá, a no ser que lo haga por afán altruista y de solidaridad, cosa que no hemos visto en Garrigan, de hecho, luego lo vemos por Uganda moverse de modo hedonista, fornicando con la pera mujer de color que ve en un bus, o tirándole los tejos a una médica, aunque esta está casada con un compañero, no se ve ningún tic de querer estar allí por ayudar a los pobres, más bien parece un niñato que ha ido a Uganda a buscar mujeres fáciles, esto ya me resulta estridente; Tiene un segundo tramo que arranca cuando conoce a Amin, como entre los dos surge la camaradería, como Garrigan está encantado con Idi, queda prendado de su fuerte personalidad, aunque hay quien le dice que tiene el patio trasero lleno de cadáveres; Y está la tercera parte, donde a ojos de Garrigan se destapa la verdadera figura del tirano. Entiendo que el director ha querido que todos seamos un poco Garrigan, la ingenuidad ante los fuegos de artificio del poder, y como tras ellos siempre hay otra realidad menos glamurosa.
Spoiler:
No me creo que en medio del aeropuerto con los raptados y la prensa pululando por allí Amin sea tan tonto de torturar de ese modo salido de “Un hombre llamado Caballo”, en una habitación adyacente a todo, lo hubiera esposado y enviado a un calabozo y posteriormente a que acabará el secuestro, ya le habría ‘agasajado’ con su ‘cariño’, pero no allí, por Dios, nos toman por idiotas. Por no hablar de que lo cuelguen del modo mencionado (no me creo que en Uganda hicieran esto, solo se hace para que veamos que salvaje es Amin), y lo dejen allí sin vigilancia, llegue el doctor Dr. Junju (David Oyelowo), lo reanime y lo ponga en la hilera a liberar por Amin de los reo, y vuelven a tomarnos por tontos, pues nadie revisa quienes son embarcados? Pa ra rematar el sin sentido ejecutan a Junju en presencia de todo el mundo y reporteros (puaj!); Y remarcando lo dicho de convertir el retrato del Tirano en una historia de huida me es un error, para dar un final feliz (venga ya! Puaj!), cuando máxime es ficticio.
Momentos recordables (aparte de los ya mencionados): Como se crea un halo de secretismo con la visión de Nicholas del Ministro de Salud, Jonah Wasswa (Stephen Rwangyezi), al que ve reunido con un hombre blanco en el bar de un hotel, el Holiday Inn. El comentario a Idi Amin por parte de Garrigan tiene letales consecuencias. Posteriormente se entera Nick que el Ministro solo estaba negociando para obtener penicilina para los ugandeses; La visión (esto si real, aunque no fue un escocés el amante, sino un médico ugandés) del cuerpo descuartizado de Kay y posteriormente cosido de modo anárquico (tremendo);
Un epílogo decía que el incidente de Entebbe arruinó la reputación de Amin en la comunidad internacional, y en 1979 tomó la imprudente decisión de invadir Tanzania, que rápidamente contraatacó y capturó Kampala, deponiéndolo. Vivió el resto de su vida en el exilio en Arabia Saudita hasta su muerte en 2003.
El título de la película se refiere a la afirmación de Amin de ser el rey de Escocia.
Film apreciable, pero con deficiencias evidentes le impiden elevarse. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/06/el-ultimo-rey-de-escocia.html
Spoiler:
No me creo que en medio del aeropuerto con los raptados y la prensa pululando por allí Amin sea tan tonto de torturar de ese modo salido de “Un hombre llamado Caballo”, en una habitación adyacente a todo, lo hubiera esposado y enviado a un calabozo y posteriormente a que acabará el secuestro, ya le habría ‘agasajado’ con su ‘cariño’, pero no allí, por Dios, nos toman por idiotas. Por no hablar de que lo cuelguen del modo mencionado (no me creo que en Uganda hicieran esto, solo se hace para que veamos que salvaje es Amin), y lo dejen allí sin vigilancia, llegue el doctor Dr. Junju (David Oyelowo), lo reanime y lo ponga en la hilera a liberar por Amin de los reo, y vuelven a tomarnos por tontos, pues nadie revisa quienes son embarcados? Pa ra rematar el sin sentido ejecutan a Junju en presencia de todo el mundo y reporteros (puaj!); Y remarcando lo dicho de convertir el retrato del Tirano en una historia de huida me es un error, para dar un final feliz (venga ya! Puaj!), cuando máxime es ficticio.
Momentos recordables (aparte de los ya mencionados): Como se crea un halo de secretismo con la visión de Nicholas del Ministro de Salud, Jonah Wasswa (Stephen Rwangyezi), al que ve reunido con un hombre blanco en el bar de un hotel, el Holiday Inn. El comentario a Idi Amin por parte de Garrigan tiene letales consecuencias. Posteriormente se entera Nick que el Ministro solo estaba negociando para obtener penicilina para los ugandeses; La visión (esto si real, aunque no fue un escocés el amante, sino un médico ugandés) del cuerpo descuartizado de Kay y posteriormente cosido de modo anárquico (tremendo);
Un epílogo decía que el incidente de Entebbe arruinó la reputación de Amin en la comunidad internacional, y en 1979 tomó la imprudente decisión de invadir Tanzania, que rápidamente contraatacó y capturó Kampala, deponiéndolo. Vivió el resto de su vida en el exilio en Arabia Saudita hasta su muerte en 2003.
El título de la película se refiere a la afirmación de Amin de ser el rey de Escocia.
Film apreciable, pero con deficiencias evidentes le impiden elevarse. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2021/06/el-ultimo-rey-de-escocia.html