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Voto de TOM REGAN:
10
7,3
50.806
Ciencia ficción. Terror. Fantástico
En una estación experimental remota de la Antártida, un equipo de científicos de investigación estadounidenses ven cómo en su campamento base un helicóptero noruego dispara contra un perro de trineo. Cuando acogen al perro, éste ataca brutalmente tanto a los seres humanos como a los caninos del campamento, y descubren que la bestia, de origen desconocido, puede asumir la forma de sus víctimas... (FILMAFFINITY)
7 de julio de 2020
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
204/08(07/07/20) Con motivo de la muerte de uno de los mejores compositores de cine de la Historia, Ennio Morricone (10/11/1928-06/07/2020) he decidido darle mi humilde homenaje al genial compositor de Obras Maestras como las que dejó a lo largo de su dilatada filmografía (La trilogía del dólar, “Hasta que llegó su hora”, “Erase una vez América”, “La Misión”, “Cinema Paradiso”, “Los intocables”, y decenas más), con un film que no hubiera colgado mi crítica aun en esta página, y por su singularidad me he decidido por la techno-partitura de “La Cosa” de John Carpenter, inspirándose en la música del propio director que había compuesto para sus películas, y que a la postre ha resultado mimetizarse con el relato de terror maravillosamente, al igual que la cinta que en su momento fue un fracaso comercial y de crítica, con el tiempo ha ido ganando, la excelente película tuvo la mala suerte de estrenarse coetáneamente con la buenista “E.T.” y ya parecía no haber espacio para Aliens malotes. Asimismo la música de tensión latente formidable de Morricone fue incluso nominada a los Razzies, los AntiOscar, espero que hoy día penen su pecado capital de la peor forma posible. Siendo una música inquietante de sintetizador que impregna de tensión los fotogramas, formando una miscelánea sibarita con las imágenes.
“La Cosa” está dirigida por el artesano del terror físico y psicológico John Carpenter, basándose en la novela de 1938 John W. Campbell Jr. “Quién va allí?”, que ya dio pie a otra película titulada “El enigma de otro mundo” (1951), film que homenajeaba Carpenter en su exitosa “Halloween” (1978) con unas imágenes en un televisor. La película de Carpenter guarda ciertas similitudes con otra producción de terror rodada unos pocos años antes como “Alien, el octavo pasajero” (1979), pero aquí se añade el elemento paranoia similar a otra cinta de otra relato de terror alienígena como en la novela de Jack Finney “Invasion of the Body Snatchers” (1954), llevada al cine en tres ocasiones (1956, 1978, y 2007), dando como resultado una obra con entidad propia. Adaptación de Bill Lancaster que redujo de 37 personajes a 12 los protagonistas, concibió varias escenas clave en la película, incluida la mordedura de Norris-Thing Dr. Copper, y el uso de análisis de sangre para identificar la Cosa, que Carpenter citó como la razón por la que quería trabajar en la película, además el realizador trazó paralelos entre la novela y la novela de misterio de Agatha Christie “Los diez negritos” (1939). El guión de Lancaster evita a los personajes femeninos porque creía que un personaje femenino sería un interés amoroso que inevitablemente se interponía en el camino. Cuenta la historia de un grupo de investigadores estadounidenses en la Antártida que se encuentran con la "Cosa" homónima, una forma de vida extraterrestre parasitaria que se asimila y luego imita a otros organismos. El grupo se ve superado por la paranoia y el conflicto cuando aprenden que ya no pueden confiar el uno en el otro y que cualquiera de ellos podría ser la Cosa. La película está protagonizada por Kurt Russell como el piloto del helicóptero del equipo. Estrenada en 1982 con críticas muy negativas. Fue descrita como "basura instantánea", "un exceso miserable", y propuesta por la revista de cine Cinefantastique como la película más odiada de todos los tiempos. Los comentarios elogiaron los logros de los efectos especiales y criticaron su repulsión visual, mientras que otros se centraron en la caracterización deficiente. La película ganó $ 19.6 millones durante su carrera teatral. Se han citado muchas razones por su incapacidad para impresionar al público: la competencia de películas como ET the Extra-Terrestrial, ofreció visión optimista de las visitas extraterrestres; un verano lleno de exitosas películas de ciencia ficción y fantasía; y una audiencia, viviendo una recesión, diametralmente opuesta al tono nihilista de La Cosa. La película encontró una audiencia cuando se lanzó en video casero y televisión. En los años posteriores, ha sido reevaluado como una de las mejores películas de ciencia ficción y terror jamás realizadas, y ha ganado un seguimiento de culto.
Es una película que indaga en la paranoia de la gente a lo que desconoce, a como un grupo se puede ir desintegrando por una ‘manzana podrida’, la desconfianza degrada en esta particular caza de brujas que ese instala en un grupo aislado del mundo, 12 personas cual doce apóstoles al que llega un particular AntiCristo venidos más allá del cielo, para ir demoliéndolos, haciendo mella en sus falencias Humanas. Hay incluso un subtexto referente a la Guerra Fría USA-URSS, sobre los peligros de una infiltración en terreno estadounidense y como ello puede minar la tranquilidad de la nación.
Carpenter dirige con un sensacional ritmo, atrapándote desde el inicio en la intriga, con un prólogo desconcertante con las imágenes del vasto espacio exterior, y de pronto un platillo volante aparece acercándose a la Tierra. Tras lo que hay una elipsis, estamos en la Antártida, y vemos (con los toques disonantes y neurálgicos de Morricone de fondo) a un helicóptero perseguir a un perro husky disparándole desde el aparato, ello sobre una infinita estepa nevada, tirándole granadas, mientras el can huye, hasta llegar a una base estadounidense (Outpost # 31), los ociosos residentes salen con el jaleo a ver qué ocurre, el helicóptero aterriza y continua baleando al dogo, el piloto sale a tirar una granada se le escurre y termina explotando junto a él, matándolo y haciendo desintegrase al helicóptero, el perro se junta con los americanos, pero el perseguidor que queda no ceja en intentar matarlo, hiriendo a uno de los estadounidenses, entonces desde dentro de la base un americano le dispara en la cabeza al perseguidor... (sigo en spoiler)
“La Cosa” está dirigida por el artesano del terror físico y psicológico John Carpenter, basándose en la novela de 1938 John W. Campbell Jr. “Quién va allí?”, que ya dio pie a otra película titulada “El enigma de otro mundo” (1951), film que homenajeaba Carpenter en su exitosa “Halloween” (1978) con unas imágenes en un televisor. La película de Carpenter guarda ciertas similitudes con otra producción de terror rodada unos pocos años antes como “Alien, el octavo pasajero” (1979), pero aquí se añade el elemento paranoia similar a otra cinta de otra relato de terror alienígena como en la novela de Jack Finney “Invasion of the Body Snatchers” (1954), llevada al cine en tres ocasiones (1956, 1978, y 2007), dando como resultado una obra con entidad propia. Adaptación de Bill Lancaster que redujo de 37 personajes a 12 los protagonistas, concibió varias escenas clave en la película, incluida la mordedura de Norris-Thing Dr. Copper, y el uso de análisis de sangre para identificar la Cosa, que Carpenter citó como la razón por la que quería trabajar en la película, además el realizador trazó paralelos entre la novela y la novela de misterio de Agatha Christie “Los diez negritos” (1939). El guión de Lancaster evita a los personajes femeninos porque creía que un personaje femenino sería un interés amoroso que inevitablemente se interponía en el camino. Cuenta la historia de un grupo de investigadores estadounidenses en la Antártida que se encuentran con la "Cosa" homónima, una forma de vida extraterrestre parasitaria que se asimila y luego imita a otros organismos. El grupo se ve superado por la paranoia y el conflicto cuando aprenden que ya no pueden confiar el uno en el otro y que cualquiera de ellos podría ser la Cosa. La película está protagonizada por Kurt Russell como el piloto del helicóptero del equipo. Estrenada en 1982 con críticas muy negativas. Fue descrita como "basura instantánea", "un exceso miserable", y propuesta por la revista de cine Cinefantastique como la película más odiada de todos los tiempos. Los comentarios elogiaron los logros de los efectos especiales y criticaron su repulsión visual, mientras que otros se centraron en la caracterización deficiente. La película ganó $ 19.6 millones durante su carrera teatral. Se han citado muchas razones por su incapacidad para impresionar al público: la competencia de películas como ET the Extra-Terrestrial, ofreció visión optimista de las visitas extraterrestres; un verano lleno de exitosas películas de ciencia ficción y fantasía; y una audiencia, viviendo una recesión, diametralmente opuesta al tono nihilista de La Cosa. La película encontró una audiencia cuando se lanzó en video casero y televisión. En los años posteriores, ha sido reevaluado como una de las mejores películas de ciencia ficción y terror jamás realizadas, y ha ganado un seguimiento de culto.
Es una película que indaga en la paranoia de la gente a lo que desconoce, a como un grupo se puede ir desintegrando por una ‘manzana podrida’, la desconfianza degrada en esta particular caza de brujas que ese instala en un grupo aislado del mundo, 12 personas cual doce apóstoles al que llega un particular AntiCristo venidos más allá del cielo, para ir demoliéndolos, haciendo mella en sus falencias Humanas. Hay incluso un subtexto referente a la Guerra Fría USA-URSS, sobre los peligros de una infiltración en terreno estadounidense y como ello puede minar la tranquilidad de la nación.
Carpenter dirige con un sensacional ritmo, atrapándote desde el inicio en la intriga, con un prólogo desconcertante con las imágenes del vasto espacio exterior, y de pronto un platillo volante aparece acercándose a la Tierra. Tras lo que hay una elipsis, estamos en la Antártida, y vemos (con los toques disonantes y neurálgicos de Morricone de fondo) a un helicóptero perseguir a un perro husky disparándole desde el aparato, ello sobre una infinita estepa nevada, tirándole granadas, mientras el can huye, hasta llegar a una base estadounidense (Outpost # 31), los ociosos residentes salen con el jaleo a ver qué ocurre, el helicóptero aterriza y continua baleando al dogo, el piloto sale a tirar una granada se le escurre y termina explotando junto a él, matándolo y haciendo desintegrase al helicóptero, el perro se junta con los americanos, pero el perseguidor que queda no ceja en intentar matarlo, hiriendo a uno de los estadounidenses, entonces desde dentro de la base un americano le dispara en la cabeza al perseguidor... (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
... Con este misterioso arranque quedan tejidos unos elementos de suspense y atrapa al espectador, goteando la información, con un manejo dramático de la cámara con el can, con la visita a la base noruega de donde era el helicóptero, toda devastada. Ello en un increscendo punzante de engancharte en ser uno más en la base, con recursos de argumento espléndidos. Donde los integrantes del grupo van cayendo cual “Diez negritos” en la isla (aderezado por unas fantásticos efectos visuales y muy sangrientos), en este caso un lugar inhóspito, donde la claustrofóbica cala a sin saberse quién es el criminal, en este caso el Alien. Una brillante dosificación de la tensión, en un lugar apartado del mundo y anclado en el tiempo, donde primero será el intentar acabar con el ‘enemigo’, luego la supervivencia, y al final el sacrificio. Todo en un in crescendo dramático muy bien manejado en sus giros sorpresa constantes, en un gradual incremento de la opresión, la asfiuxia existencial, hasta desembocar en un final cargado de desesperanza y ambigüedad que eleva el resultado final.
En el lado humano Carpenter puebla lavase con una docena de hombres en tareas rutinarias, micro universo de machos donde la testosterona está siempre hirviendo a la menor ocasión. Está él que termina erigiendo en el líder, RJ MacReady, un cowboy (su sombrero le delata cínicamente), que es el piloto del helicóptero, aficionado al ajedrez, en su irónica presentación juega contra un ordenador con voz de mujer (la única presencia femenina, es la voz de la mujer Adrienne Barbeau, entonces de John Carpenter), tras ganarle ella, él echa una copa de whisky JB que bebía, esta es otra de sus aficiones, demuestra gran personalidad, ingenio, astucia y audacia. Kurt Russell lo encarna con su habitual vena cínica, derrochando carisma; El Dr. Blair, encarna a la voz de la ciencia, se da cuenta el primero del peligro Magno que tiene entre manos, tiene una evolución bien llevada. Wilford Brimley lo embiste con gran carácter; Garry como el apocado gerifalte del lugar, le viene grande el cargo. Donald Moffat le da vida con gran expresividad; Childs representa al otro macho Alpha del grupo, tipo racial y visceral. Keith David lo interpreta con gran sensación de fuerza interior salvaje a punto de estallar; Resto cumplen, aunque con algo menos de presencia dramática.
Los maravillosos e innovadores efectos visuales fruto del maquillaje creado por Rob Bottin (“Robocop””), asistido por Stan Winston (“Terminator 2”), con prótesis manejadas por control remoto, que ya deja huella desde ese rostro de perro que se abre cual flor gore, hasta una cabeza transformada en araña móvil, o un ser amorfo del que salen decenas de caras de un modo aterrador, o por supuesto la tremenda del mordisco a unos brazos (no quiero spoilear), con reminiscencias a otra que aparece en “Alien. El octavo pasajero”.
El director de arte John J. Lloyd supervisó el diseño y la construcción de todos los sets, ya que no había ubicaciones existentes utilizadas en la película. Cundey sugirió que los sets deben tener techos y tuberías vistas en la cámara para que los espacios parezcan más claustrofóbicos. Rodando en espacios naturales de Alaska (Juneau; Tongass National Forest; Hyder), Canadá (Columbia Británica: Kimberley; Stewart; Salmo Glacier), y en anteriores de los Studios Universal City en Los Ángeles.
Me queda un clásico del terror fascinante, de los que me retrotrae a mi juventud, y con ello me hace elevarla de modo nostálgico aún más. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2020/07/la-cosa.html
En el lado humano Carpenter puebla lavase con una docena de hombres en tareas rutinarias, micro universo de machos donde la testosterona está siempre hirviendo a la menor ocasión. Está él que termina erigiendo en el líder, RJ MacReady, un cowboy (su sombrero le delata cínicamente), que es el piloto del helicóptero, aficionado al ajedrez, en su irónica presentación juega contra un ordenador con voz de mujer (la única presencia femenina, es la voz de la mujer Adrienne Barbeau, entonces de John Carpenter), tras ganarle ella, él echa una copa de whisky JB que bebía, esta es otra de sus aficiones, demuestra gran personalidad, ingenio, astucia y audacia. Kurt Russell lo encarna con su habitual vena cínica, derrochando carisma; El Dr. Blair, encarna a la voz de la ciencia, se da cuenta el primero del peligro Magno que tiene entre manos, tiene una evolución bien llevada. Wilford Brimley lo embiste con gran carácter; Garry como el apocado gerifalte del lugar, le viene grande el cargo. Donald Moffat le da vida con gran expresividad; Childs representa al otro macho Alpha del grupo, tipo racial y visceral. Keith David lo interpreta con gran sensación de fuerza interior salvaje a punto de estallar; Resto cumplen, aunque con algo menos de presencia dramática.
Los maravillosos e innovadores efectos visuales fruto del maquillaje creado por Rob Bottin (“Robocop””), asistido por Stan Winston (“Terminator 2”), con prótesis manejadas por control remoto, que ya deja huella desde ese rostro de perro que se abre cual flor gore, hasta una cabeza transformada en araña móvil, o un ser amorfo del que salen decenas de caras de un modo aterrador, o por supuesto la tremenda del mordisco a unos brazos (no quiero spoilear), con reminiscencias a otra que aparece en “Alien. El octavo pasajero”.
El director de arte John J. Lloyd supervisó el diseño y la construcción de todos los sets, ya que no había ubicaciones existentes utilizadas en la película. Cundey sugirió que los sets deben tener techos y tuberías vistas en la cámara para que los espacios parezcan más claustrofóbicos. Rodando en espacios naturales de Alaska (Juneau; Tongass National Forest; Hyder), Canadá (Columbia Británica: Kimberley; Stewart; Salmo Glacier), y en anteriores de los Studios Universal City en Los Ángeles.
Me queda un clásico del terror fascinante, de los que me retrotrae a mi juventud, y con ello me hace elevarla de modo nostálgico aún más. Fuerza y honor!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://conloslumiereempezo.blogspot.com/2020/07/la-cosa.html