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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Serie de TV. Thriller. Drama. Intriga Serie de TV (2019-2022). 2 temporadas. 14 episodios (6+8). Candela es una jueza que acaban de destinar a El Hierro, la isla más remota del archipiélago canario. No le es ser fácil adaptarse a la vida en una comunidad que, como ella misma, tiene un fuerte carácter. Nada más llegar a la isla, Candela tiene que instruir un caso complicado: aparece asesinado Fran, un joven herrero, el mismo día en el que iba a casarse con la hija de Díaz, ... [+]
11 de junio de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
217/17(09/06/21) Sugerente serie española en modo thriller, creada por Pepe Coira para el canal de streaming Movistar, dos temporadas (8 episodios+ 6 episodios) sin ampliación, que como muy acertadamente he leído no inventa nada, pero si lo hace dando un patinado atractivo. Claramente influenciada por otras donde el entorno telúrico marca la etnografía (me viene la mente la serie británica “Broadchurch”), en este caso el escenario es la isla volcánica canaria de Hierro sabe dotar de su propia identidad al producto. Que el creador aprovecha para dar lustre con una notable puesta en escena, con excelente trabajo del DP José Luis Bernal, ya desde los interludios hermosos de imágenes aéreos de drones, remarcando lo anárquico de la orografía, con grandes montañas, carreteras serpientes, vertiginosos acantilados, árboles retorcidos por el viento, plataneras, infinitos cielo azules, bucólicos pueblos, la poética Ermita de la Caridad, todo un deleite visual, adornado por una deliciosa música creada por Elba Fernández y Xavi Font, epítome el evocador tema de la intro ‘Darkest Times’, maravillosamente adornado por un alegórico montaje que mezcla dualmente el singular marco de lugares de la isla con lo humano. Este tono de sentido espíritu autóctono no queda en algo impostado, pues se entra en la peculiar idiosincrasia de la ínsula, donde todos se conocen entre sí, con su propio folclore realzado en dos acontecimientos para el clímax de cada temporada, por un lado La Bajada de la Virgen (romería) y para la segunda un campeonato de lucha canaria a los pies dela mencionada ermita. Esto además reforzada por el acierto de poner muchos de los personajes canarios, para no sea el acento algo aséptico/neutro, y sea propia de las Canarias, esto conlleva que muchos intérpretes sean desconocidos (mención merece el joven Saulo Trujillo que borda al complejo panadero, espléndido), tanto mejor, pues esto hace que no estén encasillados, y si encima cumplen con creces tanto mejor.

Tenemos un trabajo de guión esmerado y detallista, que durante la primera parte de la temporada inicial juega al ‘whodonit’ a partir de un asesinato, presentando a los personajes, donde conoceremos a los dos colosos ‘antagonistas’ encarnados por unos sensacionales Candela Peña como recién llegada jueza y el empresario platanero con oscuros secretos al que da vida un formidable rosarino Dario Grandinetti, apoyados por un elenco de secundarios excelente. Habiendo un juego de sospechas que va pasando de un personaje a otro, mientras conocemos la red de misterios que se esconden en este microcosmos. Aunque estos primeros cuatro capítulos el ritmo es bajo, le falta impulso, pero a partir del quinto la serie resulta trepidante cuando entramos en el juego del gato y el ratón. Yendo por tanto, de menos a más en una progresión que consigue atraparte, ello con situaciones nada forzadas, sin caer maniqueísmos fáciles de romances, sin insultar la inteligencia del espectador, sin querer inventar nada, pero haciendo una serie bonita de ver.

Coria sabe crear una telaraña de relaciones interesantes en las dos temporadas, destacando la que se establece entre Candela (Peña) y Antonio Díaz (Grandiinetti), dos seres aparentemente en las antípodas, ella una juez que choca con el modus vivendi de Hierro, con un hijo con parálisis cerebral, Nico (Ángel Casanova), intenta ser justa pero inflexible; él un agricultor de plátanos hecho a sí mismo, está casado con Elvira (buena Aiza Guimaré), tiene una hija, Pilar (Kimberley Tell), pero gusta de tener amantes, y tiene negocios no legales; pero rascando tienen mucho en común, como es su sentido ético, su rigidez ante lo injusto, el amor a sus hijos, y los dos son inteligentes y harán lo que sea para hallar la verdad; Asimismo evoluciona otras relaciones que tangencialmente darán con el caso central, como el romance entre un empresario del negocio del buzo con una guardia civil, Reyes (notable Mónica López); El hijo de la guardia civil, Yeray (buen Isaac Dos Santos) es un drogadicto que trabajo en los negocios turbios de Díaz; La chica Idaira (cumplidora Tania Santana), que cuida a Nico tiene un pasado oculto que la hará sospechosa del crimen; Un joven panadero será el paño de lágrimas la hija de Díaz; Una viuda de un mafioso de Tenerife, Samir (gran Antonia San Juan) es la socia en lo delictivo de Díaz que terminará involucrada; Todo ello y más formará un coctel explosivo que de modo in crescendo en una ebullición muy bien manejada hasta su clímax final, muy satisfactorio en la primera temporada, un poco menos en la segunda.

La segunda temporada sigue inteligentemente un nexo de unión con lo acontecido en la primera, empezando donde acabó. Añadiendo una sub trama sobre la custodia de dos niñas, la adolescente Ágata (buena Naira Lleó) y Dácil (correcta Helena Sempere), con por medio un empresario inmobiliario, Gaspar (buen Matías Varela), y Lucía (histriónica Aroha Hafez), con un pasado de drogas, esto se entrelazará con la presión de Gaspar a Antonio Díaz para comprarle sus terrenos de las plataneras para construir un resort, esto muy típico, con el platanero negándose a vender pese a las cada vez mejores ofertas, negocio que llegará a oídos del heredero de los Najjar, Fadi (buen Enrique Alcides), que querrá entrar en el negocio; Esta temporada cae un poco en el melodrama y en lugares comunes, como lo del terreno que quieren unos malvados inversores y el dueño es violentado para venderlo, cuando él se resiste por amor a su terrucho. Hay aparición de los dos sicarios más patéticos que recuerdo (spoiler), se juego con el factor azar, y tiene un epílogo demasiado moralizante para mi gusto, anulando la complejidad moral. Pero aun así, bajando un peldaño, se deja ver con interés. Con actuaciones secundarias de gran fuerza expresiva, y donde Candela Peña vuelve a dar otra lección de cómo componer a un personaje fuerte, pero con debilidades. Y Grandinetti vuelve a desplegar su carisma y poderío.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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