213/17(12/07/20) Agotada secuela del taquillero film del 2005, dirigidos los dos por el dueto Robert Rodriguez (también es Dp, editor y colaborador en la partitura con Carl Thiel) y (el artista del comic) Frank Miller, el guión está escrito por Miller y se basa principalmente en el segundo libro de la serie Sin City de Miller. Al igual que la película primigenia, esta consiste en varios episodios interrelacionados, que presentan tanto nuevos personajes como personajes transferidos de la salida inicial, una de las tramas más pequeñas de la película se basa en el cuento "Just Another Saturday Night", se recopila en “Booze, Broads, and Bullets”, el sexto libro de la serie de cómics. Dos historias originales ("The Long Bad Night" y "Nancy's Last Dance") fueron creadas exclusivamente para la película escrita por Miller. La del 2005 pionera en la captura de pantalla verde en todos los ámbitos, con escenarios reales reemplazados por fondos añadidos digitalmente, film que por otro lado no aguantaba una revisión, pues este nuevo ya despojada la novedad de la peusta en escena qued un gran socavón en lo referente a las historias. Desde entonces, la práctica se ha vuelto mucho más común, pero Rodríguez continúa como antes, utilizando la tecnología para empapar las sórdidas obras en blanco y negro del cine negro de los años 40 y 50, con cortes modernistas de colores llamativos, principalmente azules, verdes, amarillos y especialmente rojos - acentuando la violencia y el atractivo de las mujeres.

Parodia hiperrealista de los clásicos noir de 40 y 50, jugando con las voces en off de pensamientos exagerados queriendo emular el estilo Raymond Chandler, desbordando expresionismo, con detectives privados, amoralidad, corrupción endémica, una femme-fatale, venganzas y muchos muertos, esto mezclado con elementos pulp-comicqueros que en su hipérbole rozan lo sobre natural (el modo de aguantar disparos, cuchilladas, caídas, golpes, saltos imposibles, matanzas desproporcionadas, ojos que saltan de sus órbitas, decapitaciones, mutilaciones,...). La estética impactante de la primera tiene su punto y seguido aquí, pero la novedad parece ajada, ya no te sorprende y con ello debiera de ofrecer algo más qu de sustancia al espectador y en este apartado patina, todo huele a desgastado, a un subrayado permanente que parece hacer círculos sobre sí mismo sin darnos algo sólido con lo que disfrutar. Pues los personajes resultan meros clichés a los que te importa bien poco lo que les pase, no hay intensidad, no hay tensión, los diálogos resultan cargantes en su pedantería, la acción se siente pasada de vueltas, pues sabes que los protagonistas son cuasi-sobrehumanos, es como ver luchas a dos Superman, por mucho que se hagan nunca sientes les duela algo, ves las escenas con desgana, no te rozan en su imaginación fantasiosa de cuasi frío videojuego, resultándome monocorde en su ritmo, manejando tópicos del género, sobre todo en su misoginia.

Destacaré la presencia exuberante de la sensual parisina Eva Green, que no tiene reparos en enseñar su sexy cuerpo desnudo, una piel embrujadora, encarnando a una mujer fatal de molde, sin aristas. Llama la atención (como en la primera) la cantidad de intérpretes de campanillas que aparecen (y desaprovechados), algunos ya aparecieron en la anterior como Mickey Rourke, Jessica Alba, Rosario Dawson, Jaime King, Powers Boothe (en su último papel en una película), Bruce Willis, estaban en la primera. Los recién llegados incluyen a Josh Brolin, Joseph Gordon-Levitt, Eva Green, Dennis Haysbert, Ray Liotta, Christopher Lloyd, Jamie Chung, Jeremy Piven, Christopher Meloni, Stacy Keach, Lady Gaga, Alexa Vega, Julia Garner y Juno Temple. La película fue un rotundo fracaso comercial, recaudando $ 39 millones contra su presupuesto de producción de $ 65 millones, y recibió críticas mixtas de críticos de cine.

"Solo otro sábado por la noche": Marv (un salvaje Mickey Rourke bajo una copiosa capa de prótesis) recupera la conciencia en una carretera con vista a The Projects, rodeado de varios jóvenes muertos y un auto de policía estrellado, sin recordar cómo llegó allí. Vuelve sobre sus pasos y recuerda que, dado que es sábado, vio a Nancy Callahan bailar en el salón de Kadie. Al salir, se encuentra con cuatro niños ricos de la fraternidad queman vivo a un hombre sin hogar. Cuando Marv interviene, el líder de los chicos de la fraternidad le dispara en el brazo, llamándolo "Bernini Boy", que Marv escucha como "Bernie"; Historia tan ágil como huera de contenido, un pasatiempo olvidable.
"La larga y mala noche": Johnny (correcto Joseph Gordon-Levitt), joven jugador arrogante, llega a Sin City y se dirige a un casino. Gana el premio gordo en una máquina tragaperras. Llevando a una joven camarera, Marcie (Julia Garner), con él como amuleto de la buena suerte. Entra en una partida de póquer en la trastienda dirigida por el todopoderoso senador Roark (carismático Powers Boothe). Johnny gana repetidamente en el juego de alto riesgo y limpia al senador; Un pegote de sub-historia que no nos lleva a lado alguno. Solo puede ser medio salvable por la presencia del mencionado Boothe y por la divertida aparición jocosa de Christopher Lloy en un pequeño pero jugoso rol de Doctor Loco (suena de algo). Pero lo que el relato me ha sido como una brisa de aire caliente, innecesario para la nada que cuenta.