El origen de esta fabulosa película es el relato corto del gran Stephen King “Rita Hayworth y la redención de Shawshank”, y de ahí el título original, siendo Shawshank el nombre del centro penitenciario. El director Frank Darabont se encargó también de la adaptación del guion. La cinta fue nominada a siete Oscars, y no se llevó ninguno, ante la (casualidad) competencia de ese año: nada menos que “Forrest Gump” y “Pulp Fiction”. En lo que llamaríamos “justicia poética”, esta película cuenta con otros reconocimientos no tan famosos pero sí importantes: la mejor puntuación de toda la historia en la plataforma IMDb, el liderato en la clasificación de mejor película en varias encuestas especializadas, y casi más importante: ¿conocéis a alguien a quien no le encante “Cadena perpetua”?

Repleta de escenas memorables, emotiva, inteligentísima, con unos personajes adorables, interesante, entretenida, llena de valores, con un casting acertadísimo y unas interpretaciones soberbias, una estupenda fotografía del gran Roger Deakins, la emocionante banda sonora de Thomas Newman… Una buena razón para amar el cine.