Secuencia de media hora en un tren que deja sin aliento, ya estás metido y se han escrito las claves de lo que nos vamos a encontrar a lo largo de este thriller dirigido con solvencia por Jed Mercurio, también creador de Line of Duty, serie policial con temporadas de 6 capítulos de 1 hora, demostrando que domina esta estructura con tramas directas al meollo. El éxito en las islas (datos de otra época con 11 millones de telespectadores), proviene además de la calidad técnica, de la actualidad de los temas que trata: terrorismo, inmigración, política de control, quien vigila al vigilante, en pleno Brexit, Bodyguard toca todos los trending topic diarios del Reino Unido.

Temas de actualidad, thriller político, la solvencia, calidad y experiencia del sello BBC y su creador, y el carisma de Richard Madden, que ES ese exsoldado estricto, profesional, cuyos ojos muestran que está roto por dentro y ha perdido todo, lo borda de tal forma que no me extrañaría que diera el salto a la primera plana. El resto cumple con su cometido sin que tampoco haya lugar para el brillo de secundarios, porque el gran protagonista es nuestro héroe anónimo.

Serie recomendable para los amantes del thriller policial y conspiranoico, sin temporadas de 20 capítulos con relleno desproporcionado, secundarios de pegote, sospechosos sin sustancia y conversaciones kilométricas que no van a ninguna parte, tenemos una trama concreta, bien contada, con tensión, acción, con su principio y final sin imposiciones de ningún tipo de audiencia. Hace tiempo hice una crítica parecida sobre Doctor Foster, más tarde se estrenó una segunda temporada... aquí también podría pasar pero creo que la historia del sargento David Budd ya ha sido contada, como hice entonces, así como está, Bodyguard es una notable serie más parecida a una película de 6 horas que se hace corta que a un serial semanal.