Mucho se ha dicho de la parte sensual de la película; si, efectivamente, es una película donde dos adolescentes experimentan con su sexualidad (tan incipiente e insatisfecha como dos adolescentes mexicanos la pueden tener). Pero también es una película de realidades (políticas, sociales...), de contrastes (ricos y pobres, hombres y mujeres...), de cosas que se dicen sin decirse, que se insinúan y se entremezclan entre la historia principal; ya sea que aparezcan como imágenes o como pequeñas historias que se apuntalan mediante el uso de una Voz en Off. Da en todo caso gusto que directores mexicanos como Alfonso Cuarón después de incursionar en el ámbito internacional con mega producciones como A Little Princess (La princesita) o Great Expectations (Grandes esperanzas) regrese a casa y nos regale con una obra tan llena del alma y las raíces de lo mexicano como es esta. Aquellos que amamos el buen cine, se lo agradecemos profundamente.