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Voto de The Motorcycle Boy:
9
2006
James Manos Jr. (Creador), John Dahl ...
7,9
61.924
Serie de TV. Intriga. Thriller. Drama
Serie de TV (2006-2013). 8 temporadas. 96 episodios. Dexter es un forense especializado en análisis de salpicaduras de sangre en el Departamento de Policía de Miami. También es un fiel novio, un divertido padrastro, un hermano confidente y ―para algunos― un freak de la sangre. Pero además, Dexter es un psicópata que, al terminar su turno en la comisaría, busca a criminales cuestionables para saciar su particular moral y los mata: Dexter ... [+]
22 de octubre de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
(TEMPORADA 1)
Dexter no es un tipo corriente que digamos. Siempre ha vivido a la sombra. A la sombra de su realidad. Jamás ha sentido nada. No le conmueve la fraternidad de su hermana. Tampoco el cariño de Rita. Ni siquiera encuentra un gramo de sentimiento en toda Miami. Sólo recuerda con aprecio a Harry, su padre adoptivo. Aquél que le enseñó un código. Un código con el que vivir y con el que esquivar su gran pasatiempo: asesinar indiscriminadamente.
Harry le enseño a canalizar su amor por el homicidio. Asesinar a quien se lo merezca. Metódicamente, con frialdad. Al anochecer. Mientras, durante el día, se pone su máscara de forense. Ayudante intachable de la policía. Pasa su tiempo en su laboratorio y en las escenas del crimen. Rodeado de sangre. Rodeado de gente por la que no siente ningún apego, pero ante la que debe fingir humanidad.
Ahora, hay algo que le inquieta: un asesino en serie. Conocido como ‘el asesino del hielo’, sus asesinatos le conducirán hacia un juego peligroso. Un juego que le hará recordar su niñez. Un trauma que le marcó de por vida, y al que ahora deberá enfrentarse.
Brutal, nunca mejor dicho, serie de TV producida por Showtime y basada en las novelas de Jeff Lindsay. La voz en off de ese psicópata con vocación de justiciero es impagable. Michael C. Hall realiza una interpretación espectacular. Su cara angelical. Su mirada penetrante. Su sonrisa encantadora. Las andanzas de este pobre imitador calan muy hondo.
(TEMPORADA 2)
Dexter logró sobrevivir en la temporada anterior. Era su meta. El objetivo para el que le había entrenado Harry. Estaba sometido a un código de conducta cuya primera norma era “no dejar que me atrapen“. Le fue la vida a su hermano en ello.
Ahora, Dexter empezará a vacilar. Tendrá dudas con el código. La primera vendrá con Rita. No le mentirá. Con la verdad por delante. “Tengo una adicción“. Acabará desintoxicándose con Layla de tutora. Una auténtica desequilibrada que le provocará auténticos quebraderos de cabeza a Dexter. Pondrá el código al borde del abismo.
Dexter, además de esos dilemas morales, deberá soportar la presión del sargento Douges, promotor de una campaña personal contra él, y el descubrimiento de una auténtica matanza, su matanza. Un cementerio en el fondo marino. El nacimiento de ‘El Carnicero de la Bahía’.
(Sigue en Spoiler)
Dexter no es un tipo corriente que digamos. Siempre ha vivido a la sombra. A la sombra de su realidad. Jamás ha sentido nada. No le conmueve la fraternidad de su hermana. Tampoco el cariño de Rita. Ni siquiera encuentra un gramo de sentimiento en toda Miami. Sólo recuerda con aprecio a Harry, su padre adoptivo. Aquél que le enseñó un código. Un código con el que vivir y con el que esquivar su gran pasatiempo: asesinar indiscriminadamente.
Harry le enseño a canalizar su amor por el homicidio. Asesinar a quien se lo merezca. Metódicamente, con frialdad. Al anochecer. Mientras, durante el día, se pone su máscara de forense. Ayudante intachable de la policía. Pasa su tiempo en su laboratorio y en las escenas del crimen. Rodeado de sangre. Rodeado de gente por la que no siente ningún apego, pero ante la que debe fingir humanidad.
Ahora, hay algo que le inquieta: un asesino en serie. Conocido como ‘el asesino del hielo’, sus asesinatos le conducirán hacia un juego peligroso. Un juego que le hará recordar su niñez. Un trauma que le marcó de por vida, y al que ahora deberá enfrentarse.
Brutal, nunca mejor dicho, serie de TV producida por Showtime y basada en las novelas de Jeff Lindsay. La voz en off de ese psicópata con vocación de justiciero es impagable. Michael C. Hall realiza una interpretación espectacular. Su cara angelical. Su mirada penetrante. Su sonrisa encantadora. Las andanzas de este pobre imitador calan muy hondo.
(TEMPORADA 2)
Dexter logró sobrevivir en la temporada anterior. Era su meta. El objetivo para el que le había entrenado Harry. Estaba sometido a un código de conducta cuya primera norma era “no dejar que me atrapen“. Le fue la vida a su hermano en ello.
Ahora, Dexter empezará a vacilar. Tendrá dudas con el código. La primera vendrá con Rita. No le mentirá. Con la verdad por delante. “Tengo una adicción“. Acabará desintoxicándose con Layla de tutora. Una auténtica desequilibrada que le provocará auténticos quebraderos de cabeza a Dexter. Pondrá el código al borde del abismo.
Dexter, además de esos dilemas morales, deberá soportar la presión del sargento Douges, promotor de una campaña personal contra él, y el descubrimiento de una auténtica matanza, su matanza. Un cementerio en el fondo marino. El nacimiento de ‘El Carnicero de la Bahía’.
(Sigue en Spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Dexter caminará con paso dudoso a lo largo de toda la temporada. Su relación con Rita se tambaleará. Layla será el problema con mayúsculas de su vida. Ella será quien trate de orientarlo en la bifurcación de su vida. El FBI le seguirá el rastro. Douges será su lapa. Deb le necesitará más que nunca para rehacerse de su pasado traumático. Y, poco a poco, además, irá descubriendo el pasado de su padre. El código que le inculcó. ¿Para que sirvió? ¿Qué creó Harry?
Dexter vuelve a las andadas. Un Dexter más humano, con más dudas y pensamientos. Al comienzo, un Dexter al que le costará reencontrarse con el código. Luego, un Dexter que deberá superar mil obstáculos, tanto físicos como morales. Un Dexter que dudará, que se planteará hacer añicos el código. Y, finalmente, un Dexter que encontrará su lugar en el mundo. Brutal paseo por la mente de un asesino en serie.
(TEMPORADA 3)
En una de sus rondas justicieras, Dexter se topa por casualidad con un tipo al que se ve obligado a asesinar. Él no era el elegido, nada tenía que ver, pero se puso en medio con cuchillo en mano y obligando a elegir a Dexter entre su vida vida o la de él. La elección fue sencilla y rápida.
Sin saberlo, Dexter se había cargado al hermano del fiscal Miguel Prado, uno de los tipos más influyentes del Estado. Un tipo con el que poco a poco irá entablando una amistad. Una amistad verdadera para Dexter. Veremos como el psicópata trata de disfrazarse de humano. Quiere tener un amigo, su mejor amigo. El problema vendrá cuando su mejor amigo se desate, saque su verdadero yo, y ponga a Dexter entre el cuchillo y la pared. Es decir, entre el cuchillo y Harry.
Todo ello con el trasfondo de otro asesino en serie, “El despellejador”, un hombre obsesionado con la búsqueda de Freebo, el tipo al que Dexter se iba a cepillar cuando se topó con el hermano de Miguel. Entre tanto, la relación sentimental con Rita irá evolucionando, habrá descubrimientos de algún secreto oculto, pero en general, esta parte entrará en declive respecto a temporadas anteriores. Deb seguirá con sus típicos tambaleos sentimentales con los hombres. Y en la comisaría veremos caras nuevas, como la de Quinn, y más vueltas de tuercas a las andanzas de Batista, Laguerta o Masuka.
En definitiva, esta tercera temporada nos acerca hacia un Dexter conmovido por la amistad. Un Dexter que obvia el código de Harry, que lo trata de hacer suyo, intentando darle cabida a la amistad dentro del juego del asesinato. Sin embargo, esta tercera temporada ha bajado el listón. Suena todo a muy rebuscado. Freebo hasta en la sopa. Otro asesino en seriemás. Deb y sus líos. Los hermanos Prado también hasta en la sopa. En fin, dijéramos que el protagonista sigue cumpliendo, con sus rollos mentales y demás, pero el trasfondo ha bajado, y mucho, en esta tercera temporada. A mejorar.
Dexter vuelve a las andadas. Un Dexter más humano, con más dudas y pensamientos. Al comienzo, un Dexter al que le costará reencontrarse con el código. Luego, un Dexter que deberá superar mil obstáculos, tanto físicos como morales. Un Dexter que dudará, que se planteará hacer añicos el código. Y, finalmente, un Dexter que encontrará su lugar en el mundo. Brutal paseo por la mente de un asesino en serie.
(TEMPORADA 3)
En una de sus rondas justicieras, Dexter se topa por casualidad con un tipo al que se ve obligado a asesinar. Él no era el elegido, nada tenía que ver, pero se puso en medio con cuchillo en mano y obligando a elegir a Dexter entre su vida vida o la de él. La elección fue sencilla y rápida.
Sin saberlo, Dexter se había cargado al hermano del fiscal Miguel Prado, uno de los tipos más influyentes del Estado. Un tipo con el que poco a poco irá entablando una amistad. Una amistad verdadera para Dexter. Veremos como el psicópata trata de disfrazarse de humano. Quiere tener un amigo, su mejor amigo. El problema vendrá cuando su mejor amigo se desate, saque su verdadero yo, y ponga a Dexter entre el cuchillo y la pared. Es decir, entre el cuchillo y Harry.
Todo ello con el trasfondo de otro asesino en serie, “El despellejador”, un hombre obsesionado con la búsqueda de Freebo, el tipo al que Dexter se iba a cepillar cuando se topó con el hermano de Miguel. Entre tanto, la relación sentimental con Rita irá evolucionando, habrá descubrimientos de algún secreto oculto, pero en general, esta parte entrará en declive respecto a temporadas anteriores. Deb seguirá con sus típicos tambaleos sentimentales con los hombres. Y en la comisaría veremos caras nuevas, como la de Quinn, y más vueltas de tuercas a las andanzas de Batista, Laguerta o Masuka.
En definitiva, esta tercera temporada nos acerca hacia un Dexter conmovido por la amistad. Un Dexter que obvia el código de Harry, que lo trata de hacer suyo, intentando darle cabida a la amistad dentro del juego del asesinato. Sin embargo, esta tercera temporada ha bajado el listón. Suena todo a muy rebuscado. Freebo hasta en la sopa. Otro asesino en seriemás. Deb y sus líos. Los hermanos Prado también hasta en la sopa. En fin, dijéramos que el protagonista sigue cumpliendo, con sus rollos mentales y demás, pero el trasfondo ha bajado, y mucho, en esta tercera temporada. A mejorar.