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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
6
5,5
77
Western. Drama
James Winnegate (Dustin Farnum) cae en desgracia cuando asume la culpa de su primo Henry (Monroe Salisbury), quien se había apoderado de un dinero de la familia destinado a una obra de caridad. Entonces, se ve obligado a huir al Salvaje Oeste, donde compra un rancho en Montana. Varios años después, Henry se presenta con su esposa Diana (Winifred Kingston), de quien James estaba enamorado en secreto. Más tarde, Nat-u-ritch (Red Wing), ... [+]
11 de abril de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “The Squaw Man” (1914) de Oscar Apfel & Cecil B. DeMille con Dustin Farnum, Winifred Kingston, Red Wing, William Elmer, Art Acord, entre otros. Western basado en la obra de teatro homónima, escrita en 1905 por Edwin Milton Royle; sobre un Oficial de La Armada Inglesa que se declara culpable de una apropiación de dinero destinado a la caridad para proteger a su hermano, y huye al Oeste de Estados Unidos, donde conoce a una india “squaw” que le salva la vida. El filme va a caballo entre el drama, la aventura, la tragedia y el western con final desolador. Como dato, la palabra “squaw” procedente de la lengua algonquina, que da origen al título de la película; hace referencia a una mujer indígena americana; y también hace referencia a ciertas plantas medicinales que usaban las mujeres indígenas. Con el tiempo, la palabra se convirtió en una palabra peyorativa, racista y sexista, por el odio hacia los nativos, y aun lo sigue siendo. Así, la película podría traducirse como “El hombre de la squaw”; que vendría a ser la primera de 3 películas con el mismo argumento y título, rodadas por DeMille, pero sería este su debut; y la primera base del “remake” de Hollywood, es decir, en ser rehecha; pues la otra versión es también muda, de 1918 pero rodado con mejores medios, que se la considera una película perdida, de la que solo se ha salvado el último rollo; y otra es sonora, rodada en 1931. Así las cosas, este es un filme interesante como ejemplo de la característica western temprana; tanto que se consideraba “el primer largometraje filmado específicamente en Hollywood” hasta que se descubrió una copia de “In Old California” (1910), de D.W. Griffith, y que fue concebida como un intento de huir del monopolio de la Motion Picture Patents Company, que dominaba la industria del cine en el este de Estados Unidos. Se cuenta que ya en el otoño de 1913, casado y con deudas, Cecil B. DeMille había superado ya la treintena; y se le presentaba un futuro bastante incierto: Su trabajo como escritor de operetas y vodevil no daba para mucho, y además veía como las compañías de teatro en New York iban desapareciendo año tras año… en parte por culpa del cine. Fue entonces cuando decidió apostar por la aventura. DeMille le confió a su amigo Jesse L. Lasky, su deseo de probar como corresponsal de guerra en La Revolución Mexicana. Lasky, como empresario que era, le quitó a DeMille la idea de la cabeza, y le propuso otro tipo de aventura: Rodar un largometraje. En su autobiografía, DeMille relata que antes de irse a California, se fue a New Jersey, donde se rodaron muchas películas para obtener una introducción sobre cómo funcionaba este nuevo medio desconocido… Después de reunir alrededor de $20.000, Lasky formó la Jesse L. Lasky Feature Play Company, con él de Presidente, Sam Goldwyn de Vicepresidente y Cecil B. DeMille como Director General; y la razón por la que la compañía se fue al oeste, fue para evitar las tácticas de brazo fuerte de La Corporación Edison, que intentaba acabar con los cineastas independientes. Así, la locación de la aldea, se llamaba Hollywood, siendo allí donde DeMille alquiló el famoso granero que se convirtió en el primer estudio de lo que hoy conocemos como Paramount Pictures. Y es que la historia de la filmación de The Squaw Man, estuvo plagada de obstáculos y contratiempos, y bien podría perfectamente ser motivo para hacer otra película; sobre todo por las anécdotas relativas al enfrentamiento entre la recién creada empresa, y la todopoderosa compañía de Edison, por entonces dueña del monopolio cinematográfico. Sin embargo, esta aventura salió muy bien, con un éxito sin precedentes, que significó el inicio de nada menos que Paramount Pictures y Metro Goldwyn Mayer; pues ellos fueron los que dieron el pistoletazo de salida a la industria cinematográfica en Hollywoo¬d; con todo lo que eso significa. Técnicamente, aquí hay algunos intentos del estilo DeMille para fotografiar la imaginación, por lo que gracias a su filmografía posterior, se hace diferenciable y evidente; como las exposiciones dobles que muestran al héroe soñando con su hogar, uno de los cuales es muy efectivo, con una imagen en una revista que se transforma en la mujer que dejó atrás… Incluso DeMille muestra un buen ojo para la iluminación, influenciado por las obras de teatro de David Belasco; pues sintió que la iluminación en una película era extremadamente importante, y la veía como la base visual y emocional para construir su imagen; tanto que creía que la iluminación era para una película, como la música es para una ópera; y utilizando técnicas rudimentarias,
SIGO EN LA ZONA DE SPOILERS POR FALTA DE ESPACIO
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spoiler:
DeMille y su director de fotografía, Alfred Gandolfi, lograron los efectos de la luz del fuego y luz de las velas. También, parece haber algunos experimentos con la iluminación encendida con un poco de contraste y brillo en los interiores, siendo tal vez un precursor de “la iluminación Rembrandt” que pronto se convertiría en una marca registrada de DeMille. Por supuesto, es muy difícil atribuir ideas con precisión, aunque a DeMille también se le acredita como “picturizador”, es decir, guionista; y productor. La película se terminó de rodar, pero tras algunas dificultades técnicas y logísticas, como las tácticas de intimidación del Fideicomiso Edison, probablemente expliquen por qué DeMille, quien fue uno de sus oponentes principales, no puso créditos de reparto o de equipo en esta película. En el fondo, este es uno de los westerns pioneros, cuyo tema principal era generalmente la exploración del oeste no reclamado; pero en la década de 1910, la configuración más común era la de un hombre civilizado que se dirigía a un oeste ya establecido, pero todavía ingobernable y salvaje. La relación entre la india y el inglés fue, quizás, atrevida para un tema de un western temprano, si se puede averiguar qué está pasando… así pues en esta película aparecen por primera vez indios nativos americanos, y el tema central sería entonces “el mestizaje” Para entonces, en el estado de California, las leyes contra el mestizaje existieron hasta el año 1948. A pesar de que los afroamericanos no podían casarse legalmente con los blancos allí, durante el proceso de filmación fueron reconocidos los matrimonios entre los nativos americanos y los blancos. Irónicamente, los blancos fueron los que asumieron durante mucho tiempo los personajes indios en filmes posteriores; pero en esta ocasión, la mayor parte de los actores están “sin crédito”, de hecho, el mismísimo Cecil B. DeMille tiene un papel pero en general no hay grandes actuaciones, solo decir que el filme es hijo de su época y las actuaciones tienen todos los registros propios del teatro. Y a pesar de las escasas marcas de calidad, en su conjunto, The Squaw Man carece de emoción y drama real, y se le puede achacar que la trama toma giros extraños, improbables e inútiles, a veces se atasca en la trama secundaria, y en otros puntos avanza, haciendo que la narrativa sea incomprensible a veces. Además, los personajes fueron difíciles de diferenciar, ya que en su mayoría fueron filmados en el tiro largo, donde no hay primeros planos; y cada escena se filma con una toma estática o de grupo medio; de hecho, prácticamente no hay movimiento de la cámara, y resulta difícil de seguir, aunque creo que la esencia sí es entendible. Debido al éxito de esta película, años más tarde, Jesse Lasky fundaría Paramount Pictures junto a Adolph Zukor, y su cuñado Sam Goldfish, que se cambió el apellido, haciéndose llamar Samuel Goldwyn, y fundó Metro-Goldwyn-Mayer, con Luis B. Mayer e Irving Thalberg. Por su parte, Cecil B. DeMille produciría y dirigiría 70 películas más después de esta. El valor de esta película, es que se realizó durante la infancia de la industria del cine, en un momento anterior a la existencia de “las estrellas”, donde los actores se parecían más a la gente común que a los hombres guapos y las damas glamorosas que siguieron; además, las técnicas de filmación usadas aquí, eran nuevas, y la experimentación era la regla del día. Parafraseando a Adolph Zukor, uno de los padres de la industria cinematográfica y de la configuración del “star-system”: “Deberíamos arrodillarnos ante Cecil, y decirle “¡Gracias!”
RECOMENDADA.
NO tendrá una nota en el blog de Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
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