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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
4
Drama Tres delincuentes juveniles llegan a un correccional y quedan bajo la custodia de un veterano guardián. (FILMAFFINITY)
6 de enero de 2019
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Terminando de ver “Dog Pound” (2010) de Kim Chapiron con Adam Butcher, Shane Kippel, Mateo Morales, Lawrence Bayne, Bryan Murphy, entre otros. Drama y remake de la película “borstal” británica llamada “Scum” (1979) sobre 3 jóvenes delincuentes que son enviados a un correccional en el que tienen que sobrevivir enfrentándose a bandas violentas, muerte y acoso por parte de los trabajadores de la prisión y del resto de los presos. Este es el primer largometraje en inglés del director francés Kim Chapiron, y se nota que cuenta con un bajo presupuesto, recursos limitados, pero mucha habilidad e ingenio para llevar a cabo su intención: Mostrar las pautas del género carcelario, su violencia extrema, la imposibilidad de redención de los reclusos, la imposición de liderazgo en la jungla humana a golpe de puño y ley del silencio. Es decir, no agrega nada nuevo al género, pues los centros correccionales no sirven absolutamente para nada, sino para empeorar el carácter de los reclusos; por tanto, la visión de la película es de un nihilismo absoluto, porque los jóvenes allí encerrados no tienen conciencia social, ni parece haber solución para ellos; pues las terapias son un fracaso. Así que el título hace referencia a eso: “Meter a perros rabiosos en una misma perrera, no puede tener buenos resultados, sino que acaban matándose entre ellos” Del reparto, desconocido, el trio protagonista sobresale como grupo “nuevo” pero solo se enfoca en 2 de ellos: Davis (Shane Kippel) y Butch (Adam Butcher), y como es de esperar, el malo malísimo es Banks (Taylor Poulin), el matón del centro. Sin embargo, cabe señalar que gran parte del reparto eran reclusos de verdad, y muchos de ellos estuvieron de vuelta en la cárcel, como Taylor Poulin, que fue arrestado tras el estreno, en relación con el asesinato de un jugador de fútbol de la escuela secundaria. En definitiva, al filme se le achaca que es la típica película adolescente sobre la vida en un correccional; con un guión muy previsible, violencia casi gratuita, donde apenas cuida el motivo que provoca su explosión, o el porqué de su estallido; con personajes estereotipados, nada cuidados y cuyas actuaciones son bastante pobres, de nivel muy bajo; por lo que hizo falta verdadera penetración psicológica, y sobran los tópicos encaminados casi exclusivamente para satisfacer el ánimo de denuncia que rige la obra. Se rescata la omnipresente sensación de amenaza, en la que, no obstante, también hay lugar para la amistad y para pequeños espacios de humanidad; eso ayudo para ahondar poco a poco en las interioridades, anhelos y frustraciones, retratando también la importancia de la jerarquía en una microsociedad determinada en gran medida por la ley del más fuerte, donde “Contraatacar es la única salida”
NO RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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