Terminando de ver “BlacKkKlansman” (2018) de Spike Lee con John David Washington, Adam Driver, Topher Grace, Laura Harrier, Ryan Eggold, Corey Hawkins, Robert John Burke, entre otros. Comedia “negra” basada en las memorias “Black Klansman” (2014) de Ron Stallworth; sobre un detective afroamericano en los años 70, cuando se infiltra en el grupo local del Ku Klux Klan, y logra ascender en sus filas… El filme fue estrenado coincidiendo con el 1° aniversario de la manifestación de la supremacía blanca “Unite The Right”, y realizado con un presupuesto de $15 millones, ha recaudado $87.3 millones; está dedicada a Heather Heyer, quien murió por el atropello durante las protestas en Charlottesville, Virginia, EEUU. La historia tiene un fondo dramático, pero la narrativa es totalmente de comedia ácida, negra para ser más racista, que llega a poner en duda lo que realmente quiere transmitir el director, muy asiduo a manipular a la audiencia para mostrar un mensaje “pro-negro”, y es que el filme en sí es realmente racista, y nada hace el director para no quitar el dedo en la llaga contra los supremacista blancos liderados por Donald Trump y su “America First”, de ahí esas escenas iniciales y finales, innecesarias, cuando todo ya estaba dicho en el relato: El inicio curioso, donde la retórica es aterradoramente similar al discurso de Donald Trump, con Alec Baldwin, que hizo famoso su personaje de Trump en SNL; o el final, con todos los hechos reales de Charlottesville y la bandera estadounidense en blanco y negro, que se muestra al revés, en señal de socorro y emergencia, y como protesta, como angustia política o cívica. Pero se rescata que todo tenga una justificación: El productor Jordan Peele, propuso la historia pero Spike Lee incluyó elementos cómicos para establecer paralelos con los problemas raciales contemporáneos. Entonces, si todo lo malo se toma en broma, la realidad nunca golpeará… Sin embargo, el filme tiene altas cuotas de suspenso, de terror si se quiere, porque la misión es peligrosa, y llega a mezclar hechos reales con “ficticios”, como gotas en un vaso que luego veremos, se desbordan. Eso sí, a Lee se le agradece en mostrar la realidad de su país, EEUU, como un país de gente llena de miedo, que no son nada si no tienen un arma en sus manos, donde pretenden hacer entrar en “razón, con sus razones” y provocar la endogamia ideológica a toda una generación con odios absurdos, que incluye al legado cinematográfico desde “The Birth Of The Nation” (1915) hasta el cine “blackpoilation” Del reparto, el dúo John David Washington, que es el hijo de Denzel Washington, y actuó en 4 películas dirigidas por Spike Lee; junto a Adam Driver, hacen de esta historia un estudio sobre el odio en la sociedad, y del extremismo en todos los frentes; y confieso que sorprendió ver a Laura Harrier en un papel muy adulto, que nada tiene que ver con su personaje en “Spider-Man: Homecoming” (2017) Del grupo de KKK, todos están soberbios, porque sus papeles se hacen terroríficamente creíbles, como Topher Grace como David Duke, Jasper Pääkkönen, Ryan Eggold con un parecido a “Buzz Light Year”, Breachway Paul y Walter Hauser; sobre todo Ashlie Atkinson como la loca supremacista que es puro terror. En definitiva, la película debió ser tratada con toda la seriedad del caso, porque hablamos de “Infiltrarse en el odio”, y eso no es un chiste.
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/