Terminando de ver “The Comedy Of Terrors” (1963) de Jacques Tourneur con Vincent Price, Peter Lorre, Boris Karloff, Joyce Jameson, Joe E. Brown, Alan DeWitt, Buddy Mason, Linda Rogers, Luree Holmes, Paul Barselou, Beverly Powers, Basil Rathbone, Douglas Williams, entre otros.
Comedia que sigue a un propietario de una funeraria y su ayudante cuando deciden impulsar su negocio en ruinas asesinando a su rico casero.
El filme se basa en “La Comedia de Los Errores” de Shakespeare; y en parte en el filme “Tales of Terror” (1962) y “The Raven” (1963) una producción también hecha por Tourneur y Richard Matheson que escribió los guiones; ellos 2 junto al elenco principal era como el “Rat Pack” de las películas de comedia de terror; sin embargo, “The Comedy Of Terrors” no fue un gran éxito de taquilla…
El director, Jacques Tourneur, tenía un talento especial para la sutileza, los estados de ánimo sostenidos, el misterio y la fantasía, y aquí hace una desopilante parodia de los mismos, plagado de reconocibles referencias con unos diálogos corrosivos, muchos embrollos con funerales, velatorios, muertos no tan “muertos”, personajes misóginos y alcohólicos, intentos de asesinato que salen mal, mucho humor negro y situaciones con personajes delirantes; por lo que es muy recomendable para aquellos con un sentido del humor diabólico, donde lo mejor es la ambientación gótica de los escenarios y el carisma de todos los actores ; sin embargo se nota que le falta ingeniosidad a las picardías que se quieren exponer, por tanto el carácter del filme resulta demasiado inocentón y tonto.
La película fue hecha para volver a reunir a Vincent Price, Peter Lorre y Boris Karloff desde “The Raven” donde Price es maravillosamente malvado como el desesperado empresario de pompas fúnebres; Lorre es repugnante pero adorable como el asistente atrapado entre los malos caminos de Price y su encantadora esposa, una pésima soprano operística interpretada con gusto y terrible audibilidad por Joyce Jameson; y Boris Karloff, que habla poco y se roba todos los encuadres, y que nunca parece recibir su medicina… sin olvidar al arrendador exigente, Basil Rathbone y su estampa “shakespeariana” y Joe E. Brown como el guardián del cementerio.
Todo ellos tiene momentos para una serie de gags bastante predecibles, algo repetidos “ad infinitum, ad nauseam” y puede que duela ver actores de renombre improvisando por todos lados, burlándose de lo que quedaba de sus pobres imágenes; pero de eso se trata, una parodia del género y de sus personajes.
Como dato, Peter Lorre murió solo 2 meses después del estreno de esta película; y aunque evidentemente la película tiene un aire cutre y estrafalario con una puesta en escena primitiva, está hecho adrede para ser más delirante.
Si bien el filme quedó anclado en su tiempo… vale la pena ver cómo estas estrellas de La Hammer “le dan nueva vida al negocio empresarial”
RECOMENDADA.
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