Terminando de ver “Tensión Sexual, Volumen 1: Volátil” (2012) de Marco Berger y Marcelo Mónaco con Lucas Lagré, Mario Verón, Javier De Pietro, Lautaro Machaca, Maximiliano Franco, Leo Martínez, Guido Gastaldi, Jair Toledo, Santiago Caamaño, Hernan Munoa, Antonia De Michelis, Francisco Ortiz, Eva Benito, Jorge Carossia, y Fe Guascs.
Antología de comedia argentino y de temática gay, es la 1ª entrega de la saga “Tensión Sexual” seguida de “Tensión Sexual, Volumen 2: Violetas” (2013) con chicas; y aquí se relatan 6 experiencias homoeróticas a través de varias etapas de desnudez y muchas formas de vinculación erótica masculina:
1. Ari, es un joven que se enamora de un tatuador y crea toda una historia imaginaria con su objeto de deseo, donde la tensión sexual es evidente, lamentablemente al joven tiene mucha pluma contenida, y eso lo hace demasiado obvio, algo de comedia patética… lo digo porque en los próximos capítulos se desarrollarán historias más naturales.
2. El Primo, es una historia casi muda, donde “las erecciones” por el calor hacen latente miradas “prohibidas”, pero cargadas de deseo, que incomoda a cualquiera, todo gracias al montaje de los planos, que recuerda esos momentos que muchos pasamos cuando nos hemos movido con amigos a distancias muy cortas, donde “el rabo del ojo” traiciona cualquier heterosexualidad.
3. El Otro, es una sabrosa comedia de 2 jóvenes que intercambian consejos sobre cómo hacer el amor con una mujer... esta experiencia es la más común llevada al extremo de manera muy divertida en el desarrollo, y nos recuerda que somos muy amigos de nuestros amigos: ¿Acaso nadie se la ha comparado con otro?
4. Los Brazos Rotos, es una experiencia curiosa, sin morbo en comparación con las otras 3, pues aquí hablamos de la vocación del enfermero que lava a un hombre accidentado; y si bien es el corto menos erótico, los silencios y las miradas son suficientes, donde el acercamiento y el roce es más erótico para el espectador.
5. Amor, es un trio, donde la mujer casada es la que “provoca” el acercamiento de su marido con el que arregla la casa… pero no es tan “gay” en comparación con los 3 primeros episodios, sí es muy homoerótico por la naturalidad de la situación… aunque la acción se corta… ¿Acaso en los “gym” y universidades no hay duchas?
6. Entrenamiento, es el más descarado de todos, con 2 hombres musculosos en constante entrenamiento que se desnudan y se entregan a la pasión por las mujeres, eso sí, habiendo acercamientos físicos entre ellos…
La antología tiene mucho suspenso sexual y NADA de sexo explícito, lo que se agradece; y lo que se ve, penes flácidos y/o erectos tras la ropa, es parte de ese homoerotismo que se pretende mostrar, en algunos relatos ingeniosos y divertidos, y otros más serios y naturales; pero todo bastante tenso para el espectador, donde lo mejor de la propuesta es la forma en que juegan con la mente y las expectativas de quien lo ve/o lo ha vivido; y aunque en muchas ocasiones esa atracción sexual en la pantalla no se consuma, deja todo en la imaginación.
Cabe destacar que los 2 directores son muy talentosos, Marcelo Mónaco y Marco Berger, y llevan las interacciones de sus personajes más allá de lo que quizás cualquiera de los hombres esperan o quieren, pero son situaciones reales; ya que ambos son maestros de la pausa y la tensión, la palabra no dicha, la sutil señal no verbal y el silencio incómodo.
No es casual que ambos sean grandes fotógrafos, por lo que componen sus lentos bailes de intimidad de una manera muy “inocente”, hermosa, natural y satisfactoria; pero tengo que decir que Berger realmente hace un trabajo fabuloso:
A él le interesa mostrar hombres que descubren el gusto que sienten por otros en situaciones incomodas, que obligan a los personajes a ponerse en contacto con ese gusto, y por ello elige lo genital y el silencio, para evidenciar ese “quiero y no puedo”; mientras que Mónaco elige los diálogos y el acercamiento de una forma más evidente y contenida.
Del reparto, todos los actores son bárbaros, en especial los actores argentinos desprenden una naturalidad que no tiene nada que envidiar a los actores de cualquier otra parte del planeta, y logran mostrar con pocas expresiones, esa atracción que hay en el ambiente que los embarga; así, todos logran tener una gran química con sus parejas, y hacer que nos creamos esa calentura que se tienen los unos por los otros.
Ya ni hablar del compromiso serio de los actores heterosexuales para una propuesta como esta, es muy respetable.
Lo malo, se maneja una fórmula en cada episodio con el personaje “feo” o poco atractivo, como haciendo peso y contrapeso, donde lo que importa es la conexión sexual y no la física del que ve el objeto del deseo; y lo otro malo es que me pareció bien misógina, el tratamiento a la mujer de puta, sexualizada por el físico, el culo y las tetas… me dejó un mal sabor al planteamiento, forzando que la situación sea demasiado homosexual; por otro lado, para aquellos que buscan sexo explícito, esto no les sirve; pero para quienes les gusta la seducción inconsciente, la lenta revelación de sentimientos y finalmente algunos buenos resultados, sean pacientes, disfruten el proceso y tomen notas.
Nuevamente, a modo general, lo mejor es que las situaciones mostradas las podemos encontrar en la vida cotidiana; y se agradece ese enfoque que nos hace sentir cercanos a lo que los directores y actores quieren que sepamos, pues esto podría sucederle a cualquiera, en cualquier momento y en cualquier lugar más allá de nuestra conciencia; pero ojo, no se trata de ser gay, se trata de sentimientos que los hombres alguna vez hemos tenido por otro involuntariamente, y no podemos ponerle nombre.
¿Pará?
RECOMENDADA.
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