En esta película tenemos un claro de ejemplo de la importancia que tiene la adaptación de un guión y la razón por la cual la Academia de Hollywood concede un Oscar cada año en aquella categoría.

Dos talentos histriónicos (Matt y Penélope), y un gran músico (Rubén Blades) bajo la guía de un buen actor, pero muy mediocre director. Billy Bob Thornton toma la exitosa novela de Cormac McCarthy y la hace pedazos, contagiando su incapacidad a todo el elenco. No me sorprende en absoluto que la película haya obtenido un déficit de 40 millones de dólares.
Tal vez el único que se salva es el joven Lucas Black, en el rol de Jimmy Blevins, este actor demuestra en este film un prometedor futuro, pero pasados ya varios años compruebo que aquella promesa jamás se ha cumplido.

La historia es aburrida, la química entre los protagonistas principales es nula, los personajes carecen de desarrollo individual, la mezcla cronológica se hace inverosímil, a pesar de ser posible: dos cowboys en México con un terrateniente con Jet privado, que bien podría ser un narcotraficante, con personajes bilingües en una época en la que los vaqueros apenas sabían leer.
Tal vez la historia más interesante del film es la del joven Jimmy Blevins, y la trama debería haber girado en torno a él, pero lo hace alrededor de una pareja tan inconexa, que incluso me impide encasillarla dentro del género romántico.

Hacia el final vemos un “manotazo de ahogado” para recuperar al film de su sordidez, que posee un tosco resultado, llegando a sugerir, que en la tierra prometida del norte se encontrará siempre la felicidad, secundada por una justicia perfecta e infalible, inexistente en otro lugar del mundo.

Dr.Juventus