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España España · La Solana
Voto de Raul:
10
Comedia Extenuado por el frenético ritmo de la cadena de montaje, un obrero metalúrgico acaba perdiendo la razón. Después de recuperarse en un hospital, sale y es encarcelado por participar en una manifestación en la que se encontraba por casualidad. En la cárcel, también sin pretenderlo, ayuda a controlar un motín, gracias a lo cual queda en libertad. Una vez fuera, reemprende la lucha por la supervivencia en compañía de una joven huérfana a ... [+]
3 de junio de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiempos modernos es una de esas películas con las que descubrí mi gran amor por el cine. Es una obra redonda, para mí, la mejor de Chaplin junto con Luces de la ciudad y una de las películas más importantes de la historia del cine. Es importante por muchas razones:

La primera es por su gran crítica al sistema imperante de la época. Esas fábricas inhumanas en las que la productividad era lo único importante. Es en este primer tramo de la obra, en el que Chaplin desborda el talento infinito que poseía para regalarnos unas secuencias magistrales y reveladoras de la terrible mecanicidad a la que eran sometidos los trabajadores de estas monstruosas fábricas. Con la gran comicidad y soltura que le caracterizaba, Chaplin critica sin piedad aspectos tales como el control ejercido desde arriba o la extrema vigilancia a la que los trabajadores se les sometía (genial la pantalla en el baño mientras Charlot se fuma un cigarrillo en su "descanso"). El momento de la máquina para comer es absolutamente bestial, derrocha un talento y una inteligencia dignos de admirar.

La segunda tiene que ver con el genial manejo que siempre hacia Chaplin de la comedia y el drama. Si el primer tramo de Tiempos Modernos se basa en la comedia, posteriormente se va convirtiendo más en un drama con toques cómicos. Esto sucede especialmente, desde que conoce a la joven huérfana. Sin abandonar nunca la crítica mordaz a las fallas de un sistema inhumano, Chaplin nos muestra la cara más amarga del mismo pero siempre sin perder la esperanza.

Además de todo esto, hay varias escenas para el recuerdo, que son arte en estado puro, como aquella en la que Charlot patina con los ojos vendados en el centro comercial o el número final en el bar.
Como siempre, Charlot es torpe en el trabajo y desborda talento en lo que al arte se refiere. Su torpeza no tiene límites y ello le lleva a meterse en todos los "fregados" sin saber cómo. Son incontables las veces que acaba en la cárcel, pero siempre sale con una sonrisa y un halo de esperanza dibujado en su rostro.

Por todo esto, por su música, por su historia, por las grandes interpretaciones de Chaplin y Goddard y por muchas más cosas, Tiempos Modernos fue, es y será por siempre un hito en la historia del cine.
Raul
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